Lo más parecido a una cita

Vera Ricerca
El juego del paquete
5 min readAug 2, 2020

No entiendo cómo ya es agosto. A G O S T O… ayer era marzo y pim pum pam es agosto!

Sigo tratando de encontrar el equilibrio entre el trabajo sin horarios, la precaria vida social virtual y los momentos de ocio autoimpuestos. Y en el durante, concretamos nuestra primera cita online con Manuel.

Hace dos sábados encendimos cada uno desde su casa la compu a las 21 hs. Previo a eso pasé un par de horas eligiendo vestuario (hasta me puse botas por primera vez en el año), accesorios, me maquillé y… -¡atentti!- me perfumé. A fin de cuentas una se arregla primero para una y después para los demás.

Esa tarde, 18 hs, me tocaron el timbre para dejarme una caja llena de espectaculares quesos y un vino tinto. estaba acompañada por un sobrecito amarillo con un tarjeta que decía: “Ansioso por verte, beso enorme”.

Es muy loco como con un pequeño cambio en la monótona rutina cuarentenil se siente una adrenalina que parecía perdida.

Preparo la mesa como si él fuera a venir a casa, pero con un sola copa y un solo plato. Pongo la compu en el lugar donde él se sentaría y detrás pongo una lámpara para quedar bien iluminada.

A las 21 hs en punto me manda un link para que acceda al espacio virtual a través del cual concretaremos nuestra cita. Nos conectamos y los dos sonreímos como si estuviéramos más cerca de lo que estamos. Me dice que estoy muy linda y le digo que él también. Se puso camisa y jeans y también tiene puesta la mesa con los quesos y el vino. Prende una velita y la pone en el centro de su mesa.

Charlamos de nuestra semana, le cuento los distintos cursos y actividades que en el trabajo tuvimos que pasar de presencial a virtual, que estuve comparando el precio de la mopa con balde escurridor como si estuviera evaluando comprarme un yate y de los libros que estoy leyendo en los pocos ratos libres que me quedan. Él me cuenta que estuvo varios días seguidos con su hijo y la pasaron bien, que le gusta ayudarlo con las tareas de matemáticas, que se compró dos joggins por instagram y le quedaron grandes y que en el trabajo le está yendo bien pero le gustaría hacer algo para que despeguen más las ventas.

Abrimos cada uno su vino y brindamos de pantalla a pantalla. “Me muero por probar cada queso pero quiero que me hagas una degustación guiada, eh!” le digo y se entusiasma: “Bueno bueno, claro que sí. Y viste que no te mandé queso azul porque no te gusta”.

Me hace cosquillitas en el corazón que ya sepa algo de lo que me gusta y lo que no. Me da cercanía, a pesar de la distancia.

Camembert, burrata, brie… distintas variedades de quesos van pasando por mi boca bajo su atenta mirada. Manuel me cuenta la historia de cada uno, cómo se hacen, con qué bebida maridan mejor, qué recetas se pueden hacer con ellos. Habla con una pasión admirable. No sé si se da cuenta de que a ratitos me quedo mirándolo, a él y a su pasión.

— No sé si es que se tildó la imagen o sos vos que te quedaste mirándome -sí, parece que se dio cuenta.

— Puede ser que sea yo, jaja

— Y seré curioso… qué está mirando usted?

— A vos.

Inclina un poco la cabeza y sonríe con un poco de timidez.

— Y además estaba pensando algo…

— Si, yo estoy pensando muchas cosas, Verita.

— Jajaja, me imagino las cosas que estás pensando vos! Pero yo estaba pensando que ya sé que podés hacer para tu marca.

— Qué???

— Por qué no hacés un evento virtual tipo degustación? Podés tratar de hacerlo con gente conocida en el ambiente gastronómico o “famosos” que puedan servirte para difundir tu marca..

— Confieso que prefería que estés pensando en algo más hot pero esa también esa una buena idea jajaj. De verdad, me parece que puede estar muy bueno.

— Claro! Confirmás “invitados” y les mandás ese día una caja con una degustación, como hiciste hoy conmigo. Hacés que se conecten todos a la misma hora y vos animás el evento, guiandolos en la degustación, hablándoles de cada queso, etc, se pueden hacer un montón de cosas, me parece que puede estar bueno!

— Gran gran gran idea! Y te gustaría ayudarme a organizarlo?

Oh, oh! Y si, era muy probable que pase esto. No sé cómo siempre termino poniéndome en el lugar de la solucionadora de problemas ajenos. Tampoco sé si sobredimensiono la situación y no está mal ayudar a una persona que recién estoy conociendo, más allá de lo que va a pasar después con esa relación.

Antes, cada vez que estaba en una situación similar sentía que ayudar al otro iba a ser “garantía” de reciprocidad. Ahora entiendo que una cosa no tienen nada que ver con la otra y que no hay nada que garantice el amor. Ni siquiera cuando ese amor recíproco ya existe, tiene garantías.

Así que ahora, mirando una pantalla y con más claridad de quién soy y por qué hago las cosas, respondo:

— Dale, no tengo todo el tiempo del mundo pero si querés te armo un esquema de ideas, tareas y tiempos.

— Waw! Eso sería un montón! Gracias Verita, sos hermosa. Prometo pagarte con quesos y besos.

— Jajajajaj gran combinación!

Nuestra cita continuó casi exclusivamente girando alrededor de mi idea hasta que se me ocurrió sacar la compu al balcón para mostrarle a Manuel cómo se veía la luna, y un poco logré que volvamos a algo más parecido a una cita.

Él es muy dulce y tengo la sensación de que más allá de lo bizarro de la situación que estamos viviendo, yo de verdad le gusto. También siento que es alguien a quien la cotidianeidad y sus obstáculos lo abruma y que le cuesta ponderar cuáles son verdaderos problemas y cuáles tienen más cerca la solución que la preocupación.

También sé que es fácil opinar sobre los problemas de los demás. Es fácil opinar en general.

Me da intriga pensar en qué hubiera sido de nosotros si marzo no se hubiera convertido en agosto en un abrir y cerrar de una botellita de alcohol en gel. Estaríamos juntos? Seríamos novios? Conocería a su hijo? Hubiéramos dejado de vernos pronto?

Sí, ya sé, de nada sirve hipotetizar sobre un pasado que nunca fue. En este momento tan apocalíptico ni vale la pena pensar tampoco en futuros, mejor sentarse en el sillón del presente y acomodar los almohadones de tal manera que cada minuto de hoy valga la pena.

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Soy Vera y publico esta y otras historias en mi blog El Juego del Paquete. Te invito a leerlas desde el comienzo, aquí.

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Vera Ricerca
El juego del paquete

Soy feliz a pesar de saber que en el mundo hay reptiles, medias sucias y mermelada cítrica. Escribo en el blog El Juego del Paquete. elblogdevera@gmail.com