Elecciones 2015 en Tucumán: la previa

tuQmano
El pago y la rosca
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6 min readAug 13, 2015
Boletas de las elecciones a Diputado Nacional 2013.

Comparto acá algunos datos históricos y contextuales sobre los procesos electorales en la provinica para ir palpitando la definición del día 23/08.

Lo primero que siempre vale destacar es el invalorable aporte del Atlas Electoral de Andy Tow para quienes consumimos de manera adictiva la infomación política, como bien lo señaló la amiga María Esperanza Casullo en alguna oportunidad.

El Atlas contiene mucha información sobre la historia electoral de la Provincia desde 1983 a esta parte. Acá me concentraré en desplegar de un modo más gráfico buena parte de la información disponible para la categoría electoral “Gobernador”.

Un primer elemento a analizar a partir de los datos puede ser cuál fue y cómo fue variando la participación electoral. Esto lo calculamos a partir de la cantidad de votantes que se registran los días de comicios dividido por el los electores habilitados en el padrón vigente de cada año.

Cantidad de votantes sobre padrón para eleccions de Gobernador de Tucumá 1983–2011

El gráfico nos muestra que en el período se registra una proporción de votos con forma de W: picos superiores al 80% de paricipación entre las elecciones de 1983 (con el retorno de la democracia) y 2011, las últimas elecciones, cuándo alcanzó un pico máximo cercano al 83%.

Un segundo elemento que vale la pena destacar para tener una idea más precisa del historial del comportamiento electoral de los tucumanos es la composición y la distribución de los votos. Una primera manera de hacerlo es distinguir entre votos “negativos” (los anulados y los blancos) y los “positivos” (los que apoyan alguna fuerza política particular).

La porción roja de cada una de las barras muestra una tendencia a una mayor participación de los “negativos” sobre el total de votos emitidos. Mientras que en 1987 (la elección con mayor cantidad de fuerzas competitivas para el cargo a Gobernador de estos 30 años) se registra un mínimo de 1,84%, las últimas elecciones estuvieron cerca del máximo (con un 3,72%, solo superado en 2003 — en un contexto de alto rechazo a la política de partidos).

Luego podemos profundizar en la composición de cada una de estas categorías. El siguiente gráfico muestra cómo fue el comportamiento relativo a los “votos negativos” (contando los “blancos” y los “nulos”, en valor absoluto y como porcentaje del total de votos emitidos).

Eje IZQ: valor absoluto / Eje DER: como % . Series azules “voto en balnco” / series verdes “voto nulo”.

El gráfico muestra cómo estos dos componente se comportan de modo diferenciado: en ocasiones ambos registros se mueven de manera similar, pero en otras lo hacen de modo espejado. Esto hace que agregados como “negativos” se compensen. Ambos son considerados muchas veces rechazos a las opciones partidarias, pero pueden corresponder a errores en la emisión del sufragio. Y está información es completa si consideramos al mismo tiempo cuál fue el nivel de participación y no solo el porcentaje sobre los votos emitidos en cada elección.

Podemos hacer lo mismo para los votos “positivos”. El siguiente gráfico muestra — como porcentaje- la cantidad de votos recibidos por las fuerzas más importantes. Incluye también una medida (número efectivo de partidos) que busca capturar la cantidad de partidos relevantes en función de los votos recibidos.

Eje IZQ: % de votos de cada partido, acumulados. Eje DER: número efectivo de partidos a Gobernador.

El gráfico muestra con bastante claridad que fue el PJ tucumano — bajo distintas nomenclaturas- quién dominó la escena política de la provincia. También muestra que su competencia principal fue variando: en un principio la disputa replicaba el clásico bipartidismo nacional (UCR — PJ), pero paulatinamente Fuerza Republicana — el partido con el que el ex gobernador de facto Antonio Bussi compitió en democracia- desplazó al radicalismo local hasta lograr la gobernación en 1995.

Desde que Tucumán es gobernada por Alperovich el dominio peronista fue creciente. El NEPGober de 2007 y de 2011 dan cuenta de ello. Fuerza Republicana fue reducido a una expresión muy minoritaria y el radicalismo comenzó un proceso de recuperación.

Las elecciones de medio término nacionales de 2013 despertaron la expectativa de que el radicalismo podría vencer al peronismo por primera vez desde el retorno democrático. La dinámica política provincial fue condicionada desde entonces por esta proyección.

Los resultados de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias a nivel nacional del último domingo funcionan en parte como un atajo informativo de cara al domingo 23 de agosto.

En un primer análisis de estos resultados ilustré la contundente victoria oficialista (nacional y provincial) en el distrito. Si bien, como señala Indalecio Sánchez en su columna de La Gaceta se puede destacar que el FPV obtuvo más votos para el cargo de Presidente que en el tramo para Senadores Nacionales (encabezada por Alperovich), la proporción de votos respecto de la lista opositora (que iba atada a la suerte de 5 precandidatos presidenciales de 3 fuerzas políticas distintas) fué elocuente.

Un último ejercicio que hice a partir de estos resultados fue la comparación entre los votos obtenidos en elecciones nacionales (para Diputados) y para Gobernador. El objetivo era tratar de arriesgar cual podría ser el resultado para el oficialismo en función de los resultados de la otra arena electoral. La serie revela que en la última década la categoría GOBERNADOR obtenía más votos que la categoría DIPUTADO NACIONAL (las elecciones iban desdobladas, como ahora).

En función de estos cálculos decía que si el Frente para la Victoria sacaba una diferencia como la de 2007, en función de los resultados del último domingo, en las elecciones generales próximas Manzur obtendría el 73% de los votos (tercera columna del siguiente gráfico). Explicado de otro modo: en 2007 Alperovich obtuvo un 23% más de votos que la lista a Diputado Nacional del FPV por la provincia; a los casi 59% del último domingo los multiplico por 1,23.

Pero en 2011 la diferencia entre categorías ya declinó a un 14%; en un caso como el de esa diferencia, los votos del candidato del FPV rondarían el 69% (cuarta columna del gráfico).

Estos dos escenarios serían muy celebrados en el oficialismo local en las próximas elecciones. Y parecen bastante optimistas. Entonces se me ocurrió hacer el mismo cálculo en función de la diferencias menos favorables para la categoría GOBERNADOR vis a vis DIPUTADO NACIONAL en toda la serie:

Si tomamos la diferencia de 1999 (-12% ), el cómputo respecto de los resultados de las PASO darían un 52% de los votos para la categoría GOBERNADOR (segunda columna del gráfico). Si en cambio lo hacemos con el registro más negativo (unos 29% en las elecciones de 1987) la simulación nos da un 42% de votos a favor del FPV (primera columna del gráfico).

Y de nuevo me hago la pregunta: ¿son las elecciones de 1987 las que más se parecen al escenario actual? Recordemos que fueron esos los comicios en los que el radicalismo estuvo más cerca de lograr la gobernación. Y esto fue posible por un reparto entre cuatro fuerzas de los electores que conformaban el Colegio Electoral: el PJ — detrás de la candidatura de Domato-; el “PJ disidente” — detrás de la candidatura (del ahora también candidato) “Renzo” Cirnigliaro; la Fuerza Republicana de Bussi y el radicalismo liderado por Chebaia.

En este 2015 se replica, en alguna medida, esta estructura. Un peronismo dividido en dos (en realidad en más, pero dos de peso), un radicalismo en recuperación y una presencia (bastante menor en esta oportunidad) del bussismo; amén de otras fuerzas con menor incidencia electoral.

Solo nos queda esperar (10 días!!!!!) para ver los resultados (y ser conscientes de que todo este post fue un juego con los números, que dependen de muchas variables — como las que enunciamos al comienzo, que reflejan el comportamiento de los electores).

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tuQmano
El pago y la rosca

Politólogo. Nacido en Freiburg im Breisgaü. Criado como tuQmano. Educado como porteño. 4 años de chilango. De regreso. www.tuqmano.com