Y yo que confiaba en Uber & Cabify.

¿Ahora quién podrá ayudarnos?

Raúl Baz S.
En Los Espejos De Un Café
3 min readSep 16, 2017

--

En un mismo día leí estas dos notas que me sorprendieron mucho:

  • Mara Castilla, asesinada por chofer de Cabify
  • Usuario de Uber advierte sobre “hackeo” de información en la APP

Ambas notas son de México, pero creo que es necesario que -quienes utilizamos dichas aplicaciones de “economía compartida”- tengamos presente que aquello que nos motivó a utilizarlas (su “garantía” de ser un medio seguro de transporte) comienza a ser algo del pasado.

Si bien, de vez en cuando se escuchaban historias negativas sobre la calidad de servicio de los choferes de marcas como Uber y Cabify, no era algo cotidiano, pero haber leído dos notas negativas -el mismo día- definitivamente me llamó mucho la atención… por no decir que me decepcionó, sobre todo porque dichos servicios son utilizados por personas cercanas a mí, como -por ejemplo- mi esposa.

Mi admiración por Uber (como concepto innovador) y Cabify (por su alto nivel de servicio) es algo que comienza a desaparecer, al ver que están bajando sus estándares de depuración de choferes y que sus aplicaciones son vulnerables al “hackeo”, poniendo nuestra seguridad en riesgo.

Lo que justamente llevó a dichas a marcas a ser exitosas fue la promesa de calidad y seguridad, algo que ha sido reemplazado por el simple objetivo de ganar dinero.

Los taxistas alrededor del mundo, que durante décadas se dedicaron a ofrecer pésimo servicio y que a raíz del éxito de Uber solamente se quejan, tienen hoy su oportunidad de oro.

Mientras Uber & Cabify se defienden de las críticas, argumentando que ellos solo administran sus redes de choferes, sin ser éstos sus empleados, las compañías de Taxis hoy pueden/deben mostrar que ellos si se responsabilizan de lo que hagan sus choferes, transmitiendo seguridad y confianza a quienes dejaron de usar sus servicios a consecuencia de las promesas hechas por las aplicaciones de economía compartida, que pudieren empezar a perder popularidad, como lo podemos ver en las notas del inicio del artículo.

Aún estoy convencido que Uber, así como su competidor más cercano en América Latina, Cabify, pueden detener la “mala racha” por la que están pasando, pero para eso deberán volver a sus “principios iniciales” y poner como prioridad la seguridad de sus usuarios.

Sé que Uber recientemente nombró un nuevo CEO, algo que -esperemos- sea en beneficio de la marca para que puedan superar “su mal momento”, y puedan cumplir su promesa de ofrecer un servicio seguro y confiable.

Si bien Cabify se ha distinguido por ofrecer servicios superiores en calidad que Uber (al menos en la República Dominicana), acaban de mostrar que son bastante patéticos al NO ser capaces de aceptar su responsabilidad, reflejando ser una marca desinteresada de la seguridad de sus clientes. Basta con leer sus declaraciones sobre el presunto secuestro y asesinato de una mujer por uno de sus choferes, que son bastante lamentables:

Sé que muchísimas personas (hombres y mujeres) trabajan en dichos sistemas de economía compartida de forma honesta y honrada, por lo que es una lástima que por -unos cuantos- que utilizan dichas aplicaciones para llevar a cabo sus “fechorías”, las marcas que nos dieron tanto, hoy estén generando noticias negativas sobre la falta de calidad y la inseguridad.

Aún tengo la esperanza de que esto sea solo un “mal momento” para la “economía compartida” y que todo vuelva a ser como era antes, cuando nos enamoraron por su gran servicio y nos garantizaban seguridad.

Artículo en 140:

Artículos Relacionados:

--

--

Raúl Baz S.
En Los Espejos De Un Café

Lawyer in my past life, Communicator + Marketer + Digital Journalist + Psychologist in this one, and a fictional character in the next.