Consejos para trabajar desde casa
A causa de la situación excepcional que estamos viviendo, muchos se han visto de repente obligados a trabajar en remoto, situación a la que van a tardar un tiempo en acostumbrarse. Para los que de la noche a la mañana han empezado a trabajar en casa, os voy a dejar una serie de recomendaciones que he ido recopilando por la experiencia propia, y la de muchos otros que trabajamos en remoto de forma habitual.
1. Vístete para trabajar
El error número 1 de los que comienzan a trabajar en casa es, simplemente, ponerse a trabajar en pijama. Antes de empezar tu jornada, asegúrate de vestirte y asearte tal y como lo harías para ir a la oficina. Ésto no es ya sólo por mantener un cierto decoro en caso de que realices una videoconferencia, sino sobretodo por el aspecto psicológico. Vestirte en casa es como ponerse el uniforme: activará tu estado anímico de trabajo. Algunos sugieren incluso ponerse también los zapatos.
Por las mismas razones, el siguiente punto es fundamental.
2. Organiza tu lugar de trabajo
Siguiendo con los errores comunes al trabajar desde casa, el número 2 sería trabajar desde el sillón.
Designa un lugar de tu casa única y exclusivamente para trabajar. Si no has trabajado nunca antes desde casa, y aún no tienes un sitio apropiado para ello, vas a tener que ser bastante creativo en este punto.
Las razones para destinar un sitio únicamente para trabajar son obvias. En primer lugar, el aspecto psicológico del que hemos hablado anteriormente, pero hay otras razones. Es más eficiente tener todo listo al comenzar tu jornada, y no tener que ordenar y recoger tu espacio de trabajo cada día. Además, es importante que el lugar que destines tenga las menos distracciones posibles, nada de televisión y similares. También, si tu familia va a estar en casa, tu espacio de trabajo debería ser un lugar sagrado en el que no te interrumpan. Eso sería lo ideal en una situación normal, pero actualmente puede ser complicado si tenéis los niños en casa.
También te recomiendo que inviertas en ergonomía, sobre todo si esperas seguir trabajando desde casa mucho más tiempo. Éstas son cosas que trabajando en una oficina no puedes cambiar, pero cuando puedes configurar tu espacio de trabajo a tu gusto, es un cambio monumental. Mis recomendaciones:
- Una mesa adecuada. Mantenla limpia y ordenada. Quita de ella todo lo que no sea estrictamente necesario. Y sobre todo, elimina todas las distracciones posibles. Si tienes presupuesto suficiente, te recomiendo una mesa de altura ajustable, para poder trabajar de pie algunas horas.
- Una silla para trabajar largas horas. Muchos se decantan por un sillón de gaming, pero puede que no sea lo más óptimo.
- Teclado ergonómico. Quizás el que yo uso sea algo excesivo, pero hay cientos de modelos distintos. Como mínimo que no sea muy pequeño, ¡y no uses el del portátil! Y si es un teclado mecánico, mejor.
- Ratón vertical. Al principio su manejo puede resultar un tanto raro, pero te acostumbras rápido y a la larga es mucho mejor para la muñeca. También hay diseños nuevos de trackballs que son muy recomendables, aunque bastante más caros.
- Monitores, brazos y stands. Yo, por ejemplo, tengo el portátil de trabajo en un soporte que lo coloca a la altura de mis ojos, y en otro brazo tengo un monitor en vertical, que uso para tener abiertos documentos, o para programar. Si no dispones de nada de eso, la solución de usar libros amontonados para elevar el monitor o el portátil nunca falla.
3. Establece un horario
Concreta una hora de comienzo y fin de tu jornada laboral, así como tu pausa para comer. Y lo más importante: cíñete a ella. Como ya comenté en el artículo anterior, hay que ser estricto con el horario para no echar horas de más, ni de menos, por supuesto. Cuando trabajas en casa sueles estar más cómodo y concentrado, y muchas veces se te va a pasar tu hora de salida, lo cual no tiene nada de malo de forma puntual, pero no debe ser una costumbre. Sobre todo porque tendrás tareas en casa que hay que atender, y es importante no hacer multitarea. Con esto me refiero a que cuando estés “en el trabajo” tienes que trabajar, y el resto de cosas que tengas que hacer las harás al terminar tu jornada. Si no, es posible que no hagas bien ninguna de las dos cosas y al final acabarás dedicando el doble de tiempo en ambas.
4. Prepara tu comida con antelación
¿Creías que te ibas a librar de los tuppers? Pues siento decirte que no… Bueno, depende. Según cómo esté configurado tu horario, puede que para almorzar tengas reservada una hora o, como yo, sólo media hora. Eso quiere decir que puede que no tengas mucho tiempo para cocinar y comer, o simplemente no te apetezca hacerlo con prisas. Por ello te aconsejo dejar preparada tu comida el día anterior. Eso no quita que, de vez en cuando, me prepare unas ensaladas de supervivencia usando botes de conservas de legumbres, espinacas, semillas, frutos secos, aguacate, etc. Lo cual sólo me lleva unos minutos. Y otras veces puedes darte un capricho y pedir tu comida preferida a domicilio.
Con el desayuno pasa lo mismo. En este caso prefiero hacer batch cooking, y el domingo dejarme el desayuno preparado para toda la semana (avena overnight, con plátano, cacao, nueces, chía,…). Otros incluso se dejan preparada y programada la cafetera la noche anterior, para que al levantarse esté el café ya listo.
Conclusiones
Al final, es la experiencia del día a día la que irá construyendo tus hábitos y tu rutina, pero espero que hayas sacado de aquí algunas ideas de partida, o al menos algo de inspiración.
Si tienes alguna recomendación más para los que trabajan en casa, o para los que piensan empezar a hacerlo en breve, no dudes dejarlo en comentarios.
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