Mia Font
Mia Font es un prodigio sacándole partido a sus manos. Es capaz de materializar todo aquello que piensa y siente chasqueando los dedos. Además, hace realidad su manera particular de ver el mundo con diferentes disciplinas artísticas: escribe, dibuja, moldea, hace fotografías… aprende a tocar el piano…
— No pararás hasta que te salga perfecta — le susurró al oído.
La piel se le erizó al sentir su aliento a escasos centímetros de su oreja y equivocó un acorde.
— Vuelve a empezar.
Posó los ojos en el inicio de la partitura. No sabía ni por qué lo hacía. No tenía fluidez en la lectura de notas, tocaba más de memoria que leyendo, pero estaba agotado. La vista se le nublaba, las líneas del pentagrama se juntaban formando una sola, no alcanzaba a distinguir un do de un fa y sentía calambres en los dedos.
Fragmento de su último relato “La clase de piano” publicado en Extinta.
Mia Font siempre nos cuenta lo que vive, lo que opina, lo que ve. Sin miedo, sin censura, sin restricciones. Su valentía para mostrarse le ha proporcionado un estilo muy personal y una creatividad inagotable. Sus obras están llenas de ironía, sinceridad, fuerza y sensibilidad. Un combinado perfecto. Su problema: que necesita más manos para conseguir hacer todo lo que se le pasa por la cabeza.
Nací bastante antes del 2001, concretamente un siglo antes. Pese a mi edad, me conservo bastante bien sin haber tenido que recurrir a ningún taxidermista. He trabajado 18 años en la radio, pasando por infinidad de emisoras grandes y pequeñas, hasta que en 1996 descubrí que Internet era el mejor canal de comunicación y en el 98 di por finalizado mi amor por los micrófonos. Desde ese mismo momento, 1998, me encargo del contenido digital de la productora de televisión de mi amigo cómico Andreu Buenafuente, El Terrat, donde aporto todo lo que puedo y me río aún más.
Amo apasionadamente el blues pero le pongo los cuernos con el rock duro, muy duro. Mi casa nunca está en silencio. Bueno sí, de noche, cuando duermo. Me atrae todo lo que sea “inventar” y admiro a cualquiera que destile ingenio (sea cual sea el campo). Intento escribir, intento dibujar, intento fotografiar, intento trabajar la plastelina, intento inventar cortos en stop motion, intento aprender a hacer collages digitales, intento tocar el piano, intento… pasarlo bien y jugar todo el tiempo que puedo. Pero sobre todo, intentando, me gusta contar cosas… mis cosas.
Y todo eso que le gusta contar podéis encontrarlo en su blog repleto de historias, fotografías, reflexiones, dibujos… Es el paraíso de cualquier cotilla. Por cierto, arrancó su blog cuando nadie sabía todavía cómo pronunciar blog sin que le dieran arcadas.
Se define a sí mismo como una persona minimalista. Y eso se nota en sus obras. No le gusta andarse con rodeos. Sin embargo, en realidad es un artista maximalista. Es difícil encontrar a alguien que rentabilice tanto su imaginación como él.
Podéis disfrutar con él en:
Qué suerte que nos acompañes en nuestro camino y nos cuentes tu genial manera de ver lo que nos rodea. Si alguna vez te faltan manos, puedes contar con las nuestras. ¡A sus órdenes!
