Como cada noche
Desperté, como cada madrugada y le vi allí, sentado junto a la ventana, mirándome, igual que siempre.
Distinguí sus ojos claros brillando en la oscuridad, como los de un gato. Imaginé su postura relajada con las piernas cruzadas y las manos descansando sobre ellas con los dedos entrelazados, la…