De cómo se elige sin votos
El pasado sábado 20 de Mayo, se realizaron elecciones presidenciales en Venezuela, con tres candidatos fuertes: Nicolás Maduro para una reelección, Henry Falcón y Javier Bertucci.
Estas elecciones fueron convocadas por el gobierno nacional fuera de los tiempos reglamentarios, inhabilitando partidos por razones no justificadas, sin permitir observadores internacionales, sin el debido proceso de verificación de máquinas electorales, y además, sin comprobar que el proceso técnico, y de transmisión, estuviera dentro de los parámentos establecidos por la ley.
Después de una campaña y convocatoria atípicamente corta e indiscutiblemente viciada, se dio una jornada electoral plagada de denuncias relativas a la colocación de los llamados “Puntos rojos” cerca de los centros de votación.
Los Puntos rojos, son carpas o espacios pro-oficialismo, que ya fueron colocados en previas elecciones, como puntos propagandísticos cerca de los centros de votación, con pancartas y bocinas con consignas Chavistas, pero que esta vez, fueron un paso mas allá.
Usaron dichos puntos — ya de por si ilegales — para sumarle una ilegalidad mayor que consistía en validar el voto del votante chavista escaneando El carnet de la patria (El carnet de la patria es un medio de control oficial que otorga beneficios y asistencia social).
No está de más, recordar que la propaganda está prohibida después del cierre de campaña y que ofrecer bonos después de validar el voto podría interpretarse como compralos.
Durante toda la campaña, se escucharon frases por parte de Nicolás Maduro tales como:
“Esto es dando y dando, yo los apoyo, ustedes votan por mí”
Maduro ejerció su voto a las 7 de la mañana en el Colegio Miguel Antonio Caro, uno de los centros de votación más grandes de una de las zonas más populares de Caracas. El vídeo que acompaña a este artículo es una analogía de lo que fue esta jornada, un presidente saludando a la nada y agradeciendo a la infinidad vacía.
La jornada se cerró sin muchas expectativas y con una primera rueda de prensa del candidato Henry Falcón:
“Hoy, para sorpresa de todos nosotros, no solo se vio violentado ese acuerdo de garantías, sino que se violentó la constitución.”
Acto seguido, Falcón cantó “fraude”, retiró su candidatura, pidió nuevas elecciones y no reconoció el proceso. Irónico, ¿no? Lo impresionante de estas declaraciones, es que, para su asombro y desconcierto, Falcón pareció darse cuenta en ese momento de algo que en repetidas veces muchos habíamos vivido elección tras elección: Que el gobierno hizo trampa.
El candidato “caja de pandora” — así lo expusimos en nuestro último artículo de “Perfiles presidenciales” — no ha cumplido sus propias expectativas, pero queda comprobado que el mundo, incluido él, ha subestimado el poder manipulador del gobierno.
Falcón, que ha dado más brincos políticos que un canguro recién nacido, después de ser rechazado tanto por el partido oficialista como por la organización más grande de la oposición, tenía la ilusión — o la convicción — de que iba a derrotar a una maquinaria oficialista sin precedentes.
Pensaba que con un oficialismo teniendo a su favor al poder electoral — el cual en este momento no es más que un brazo ejecutor gubernamental, que ha ganado al menos las tres últimas elecciones sin apoyo popular — que derrotaría al gobierno, y que además, tendría más poder de movilización y convocatoria que los líderes opositores de más larga trayectoria.
Según cifras oficiales impartidas por el CNE, la abstención fue del 46% pero, cifras arrojadas por diferentes compañías encuestadoras y periodistas electorales, la cifra no supera el 30%.
Finalente, Nicolás Maduro se impuso como ganador “logrando” la reelección con 5.823.728 de votos, mientras que a Falcón se le adjudicaron 1.820.552 votos y el pastor Javier Bertucci capitalizó 925.042 sufragios.
Después de una jornada macabramente ilegal y a sabiendas de lo que iba pasar, El Frente Amplio Venezuela, ofreció una rueda de prensa para decir que anunciará la agenda, no un día después a un país desesperado por respuestas, si no 5 días después.
Por su parte, Falcón canceló la rueda de prensa para anunciar acciones por su parte y Bertucci aceptó ir al diálogo ofrecido por el presidente…pero con condiciones.
