Amigos son los amigos: prejuicios y realidades del gaming
Los videojuegos son una actividad mucho más social de lo que se piensa.
Aún hoy, mucha gente escucha “gamer” y piensa en un jovencito sucio y antipático, encerrado solo en su pieza, que se pasa todo el día jugando y comiendo comida chatarra.
Y si bien esos personajes seguramente existen, los números muestran un grupo mucho más diverso: el 86% de los usuarios de internet disfrutan los videojuegos, más allá de su edad, género o nivel socioeconómico. Claramente no comparten todos el mismo estilo de vida.
Un pasatiempo compartido
Uno de los prejuicios incorrectos sobre el gaming es que se trata de una actividad solitaria para gente antisocial.
Sin embargo, según una investigación estadounidense de 2014, las personas que se definen como gamers son más sociables, optimistas, exitosas y familieras que los no gamers, y tienen más conciencia social. El 72% de ellos juega con sus amigos.
La realidad es que los juegos multijugador existen desde fines de los 70, y desde la llegada de internet es cada vez más fácil conectarse con personas de cualquier parte del mundo. Cuando las redes se volvieron masivas surgieron los juegos sociales que, además de extender el tiempo que pasamos en los sitios, están diseñados para recompensar la interacción con otros usuarios. Hoy en día la penetración de los smartphones permiten jugar online en cualquier momento, en cualquier lugar.
Todas estas tecnologías y plataformas facilitan jugar con o contra conocidos pero también conocer a los contrincantes, sin que haga falta ir a un arcade, juntarse en una casa, organizar una LAN party o ir a un ciber. Y cuando las personas se encuentran, ya sea en el juego más casual o para coordinar una campaña compleja, hay lugar para el comienzo de una hermosa amistad.
Además, los streams en vivo y los gameplays — que como ya explicamos son una parte importante del gaming hoy en día — implican formar parte de una comunidad y entablar un diálogo en tiempo real con otros entusiastas.
A pesar de todas estas experiencias, hay quienes insisten en que tener amistades en los videojuegos no cuenta, desestimándolas como menos auténticas o menos importantes que las offline. Pero en 2019, cuando la gran mayoría de nuestras relaciones están tan mediadas por internet como lo estaban por el teléfono hace 30 años, resulta un poco arbitrario. ¿Por qué pasar tiempo con amigos debería ser la única cosa que nunca hacemos en la web?
También es cierto que, como en cualquier otra comunidad online masiva, puede haber casos de agresión, sexismo, discriminación y toxicidad en general. Sin embargo, hay que decir que eso no sucede exclusivamente en el gaming ni es el único modo en que se relacionan los jugadores.
En definitiva, todo indica que los videojuegos son sólo una forma más de conectarse. Con suerte eso genere más lindos momentos que problemas.
En Flame Ads creamos experiencias de publicidad en videojuegos móviles que rompen los esquemas y entretienen a las audiencias. Si quieres llevar tu marca a nuevos horizontes, escríbenos a info@flameads.co o suscríbete a nuestro newsletter para recibir las últimas novedades.
