Rosamonte: El fútbol movido a yerba mate

Bruno Núñez
Gandulla en Español
12 min readJun 12, 2020

*Publicada originalmente en marzo de 2019

Ilex Paraguariensis, mejor conocida como yerba mate. Chimarrão, mate o tereré, la infusión y la forma de beber esta planta ganaron varias denominaciones en América del Sur. El origen proviene de los pueblos nativos del continente, inicialmente por los guaraníes hasta llegar a los káingang, mapuches, charrúas y quechuas, que consumieron y aprovecharon de sus beneficios desde los períodos precolombinos. Ni siquiera las invasiones y colonizaciones europeas terminaron este ritual, que resiste y crece todos los días. Las sociedades de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay adoptaron, algunas a nivel regional y otras a nivel nacional, e industrializaron esta costumbre. La hoja ganó el mundo y se convirtió en una parte importante de la economía del continente. En una pequeña ciudad argentina, parte de este ingreso ayudó a fomentar otra práctica popular en esta parte del mundo, el fútbol.

Localización de Apóstoles

Apóstoles es una pequeña ciudad argentina de aproximadamente 25 mil habitantes, ubicada en la provincia de Misiones, un territorio exprimido por las fronteras brasileña y paraguaya. El municipio es la capital de la yerba mate en Argentina. El título no es poca cosa, ya que el país es el principal productor de la planta en el mundo, por delante de Brasil y Paraguay. “La importancia de este producto para la ciudad es muy grande, ya que las empresas exportan a diferentes partes del mundo, principalmente a Europa y Asia”, explica Jorge Esteban Fernández, locutor local de FM BAND NEWS 89.7. El lugar alberga varias yerbateras — nombre de las compañías del sector — y organiza el Festival Nacional e Internacional de Yerba Mate. Allí, Demetrio Hreñuk, hijo de inmigrantes ucranianos, fundó un negocio dedicado a la cosecha de Ilex Paraguariensis en 1936. En 1966, adquirió su primer molino y comenzó a comercializar la yerba mate elaborada, lo que marcó el nacimiento de un gigante de esa rama, Rosamonte.

“Nene” Hreñuk y la yerba mate Rosamonte (izq.) | Planta de Rosamonte en Apóstoles (der.)

Uno de los hijos del fundador de la compañía fue Ramón Eduardo “Nene” Hreñuk, un fanático de los deportes, principalmente fútbol y automovilismo. Jugó para Tuyuti en la capital de la yerba mate cuando era joven, pero prefirió ayudar a auspiciar deportistas y equipos, tanto profesionales como amateurs, cuando asumió la presidencia de Rosamonte. El éxito de la compañía se le otorga a él, quien transformó el negocio familiar en un imperio. Aprovechó el buen momento del negocio para fundar su propio club en Apóstoles. Quien ayuda a contar la historia del equipo es el actual entrenador de la asociación, Luciano Rodríguez, de solo 22 años.

En abril de 1981, se fundó el Club Social y Deportivo Centinela, un equipo de policías de Apóstoles, donde jugaban algunos de los trabajadores de la yerbatera. Con el tiempo, la asociación comenzó a representar a la compañía de “Nene” Hreñuk. En diciembre de 1992, pasó a llamarse Club Deportivo Rosamonte, un elenco que usaría los mismos colores que el empaque de la marca: rojo y negro. El club llegó a ser respetado en la ciudad y en la provincia de Misiones con grandes planteles y ganando copas de la Liga Apostoleña de Fútbol, el campeonato del municipio y sus alrededores que otorga una plaza al Torneo Provincial de Misiones (responsable por definir a los representantes de la región en las competiciones nacionales), pero los apostoleños tenían mayores ambiciones en Argentina.

Escudo de Club Deportivo Rosamonte, de Apóstoles, Misiones, Argentina

El apogeo del Yerbatero, apodo que ganó por su relación con la industria de la yerba mate, llegó en los años 90. El equipo de Apóstoles era parte del Torneo del Interior, que en la época era la tercera división del fútbol argentino, y quedó cerca del ascenso a la B Nacional. En la edición 1994–1995, el club llegó a las instancias decisivas con un gran apoyo de la compañía y protagonizó duelos épicos en el estadio General Manuel Belgrano. El entrenador de este equipo fue Jorge Maldonado, el capitán de Independiente de Avellaneda multicampeón de la Copa Libertadores y famoso por eternizar el movimiento de saludo con los brazos en alto hacia la multitud. Incluso un brasileño era parte de ese plantel, Jorge Waldir da Silva, mejor conocido como Jorginho da Silva. Rosamonte pasó por tres fases hasta llegar al cuadrangular final, pero el campeón San Martín de San Juan superó los misioneros por solo tres puntos.

El plantel de Rosamonte que quedó cerca del ascenso

En 1998, Rosamonte cambió de denominación a Club Deportivo Yerbatero, que hasta entonces era su apodo. “Como era una empresa, a muchas personas no les gustaba el nombre. Cambiaron para incluir a todos los trabajadores de las yerbateras de la región, porque Apóstoles es la tierra de la fiesta de la yerba mate y tiene muchas compañías de ese sector, pero básicamente era el mismo club con los mismos colores ”, explica Luciano Rodríguez. El equipo participó en el Torneo Argentino B, el cuarto nivel de Argentina, de 1998 a 2000 con el nuevo nombre.

Pero el cambio no duró mucho, ya que en 2011 el club volvió a se llamar Rosamonte nuevamente. “El club jugó el Torneo Argentino C, la quinta división de Argentina para clubes del interior en ese momento, en 2010 y 2011. En 2012 jugaron el Argentino B, pero en 2013 renunciaron a su plaza”. Esta fue la última vez que el equipo de Apóstoles se presentó en competiciones nacionales.

Entre 2012 y 2014, el equipo fue tres veces campeón en Apóstoles y dos veces campeón de la provincia de Misiones, pero la situación cambió rápidamente. “El club se derrumbó porque la compañía dejó de apoyar económicamente, después de eso todo estaba en la base del pulmón”, dice el actual entrenador de Rosamonte. A diferencia de otras asociaciones deportivas de empresas como Bayer Leverkusen, PSV y Sporting Cristal, el Yerbatero se quedó sin rumbo.

Director Técnico de Rosamonte, Luciano Rodríguez
D.T. Luciano Rodríguez

En 2017, Rosamonte casi descendió de la Liga Apostoleña. Ahí es donde entra Luciano Rodríguez, nuestro guía a través de la historia del equipo. Hijo del presidente Juan Carlos Rodríguez, dirigente del club desde 2007, tuvo la oportunidad de entrenar al plantel principal a los 22 años. “Formaba parte de la cantera y acababa de graduarme como periodista deportivo. Me gustó la idea de ser entrenador, conocía a los jugadores, así que mi papá me dio esa oportunidad. Funcionó, el equipo fue el campeón del 2018 después de cuatro años sin títulos. Espero que en 2019 podamos repetir la dosis ”, dice. Además de ser el estratega del Yerbatero, el joven administra una cancha de fútbol 5, una empresa familiar, y también es responsable de las redes sociales de la asociación.

Rosamonte ya tuvo jugadores que defendieron equipos grandes, como Adrián Guillermo, formado en el Boca Juniors de Carlos Bianchi y compañero de Juan Román Riquelme, Nahuel Iribarren, actualmente en el Platense de la B Nacional, y Claudio Daniel González (lea más sobre su trayectoria en Apóstoles en ese artículo). Sin embargo, el momento del club es distinto. “Actualmente, muchos miembros del equipo son empleados de la empresa”, explica Rodríguez. Es el caso del volante Matías Pascua.

“Trabajo en el sector de frigoríficos de la empresa, en la expedición. Llevo tres años en Rosamonte ”, dice Pascua, oriundo de Apóstoles. Antes de llegar al club yerbatero, Matías jugó para Centinela y Tuyuti, uno de los rivales de la ciudad. A los 25 años, él cree que es difícil poder convertirse en un profesional del fútbol. “Debido a mi edad, veo este sueño muy lejos. Pero espero poder jugar torneos importantes con nuestro equipo “, dice.

Matías Pascua, jugador de Rosamonte de Apóstoles
Matías Pascua, volante de Rosamonte

Trabajar en la empresa y en el club puede causar problemas en el calendario de un atleta amateur. “A menudo las horas de servicio coinciden con el entrenamiento y no puedo ir. En una ocasión obtuve un permiso para jugar un partido, para salir antes del trabajo, pero al día siguiente tuve que compensar esas horas ”, revela Matías Pascua sobre los sacrificios que tuvo que hacer en favor del fútbol.

Pero el trabajo y el fútbol no están lejos para estas personas. Piense que después de pasar horas en la empresa, los jugadores consumen el producto principal de Rosamonte cuando están en la práctica. “En el vestuario y en el entrenamiento, nunca nos falta nuestro mate y un sonido con buena música”, dice Pascua. “Se toma caliente aquí. Amargo o dulce ya es un asunto personal”, revela el locutor Jorge Esteban Fernández. El fútbol y el Ilex Paraguariensis tienen más similitudes de lo que imaginamos. En Apóstoles, estas dos costumbres se mezclan y no se pueden distinguir entre sí.

El jugador que lleva el club en el apodo

Claudio Daniel González, el Yerbatero González, con la camiseta de Yerbatero de Apóstoles
Claudio González con la camiseta de Yerbatero de Apóstoles

Claudio Daniel González ganó fama en el fútbol argentino como delantero. Sin embargo, su apellido estaba acompañado por el apodo “Yerbatero”, por donde llegaba, ya sea en Avellaneda, Córdoba o Calama. Su alias se debe a su tiempo en el Club Deportivo Rosamonte, cuando aún no era reconocido entre los grandes equipos de Sudamérica.

“Estaba jugando en Mitre de Posadas, que en ese momento hacía parte del Torneo del Interior, y disputé varios partidos contra Rosamonte. Me fue bien en esas fechas. “Nene” Hreñuk (el dueño de la empresa) siempre estaba en el estadio y un día me dijeron que quería que fuera a su club. Recuerdo el día que me llamó, hasta la hora y todo (risas), alrededor de las seis de la tarde. Respondí el teléfono y era él, al principio pensé que era una broma de un amigo (risas). Me preguntó si quería formar parte del plantel del equipo de Apóstoles. Dije que sí porque sería un paso importante en mi carrera “, dice el Yerbatero González.

“En realidad fue muy bueno para mi carrera. Tuve dos etapas en el club, en la primera jugué con Alejandro Maggio, Miguel Salinas y el brasileño Jorginho da Silva”, informa el Yerbatero, quien llegó a Rosamonte en 1994. Sin embargo, el primer tramo fue corto, ya que pronto llamó la atención de Estudiantes de La Plata, que era entrenado por Miguel Ángel Russo, y dejó Apóstoles. La experiencia en el pincharrata fue corta.

Yerbatero González en los planteles de Estudiantes de La Plata y Rosamonte, respectivamente.

“Luego fui a Patronato, donde fui dirigido por Gustavo Alfaro, actual entrenador de Boca Juniors. Tengo una larga historia con este profesional. Quería llevarme al Atlético Rafaela después, pero decidí ir a Quilmes. Desafortunadamente no pude cerrar con el club y le pedí la oportunidad de ser parte de su equipo, pero él no quiso porque yo lo había negado previamente. Entendí la situación porque es un tipo muy correcto. A pesar de eso, tenemos una buena relación ”, revela el ex jugador.

González regresó a Misiones y fichó nuevamente en el elenco de Apóstoles. Sin embargo, el nombre ya había cambiado. Rosamonte ahora se llamaba Yerbatero. El jugador era parte de la escuadra que disputó el Argentino B en 1998 y, luego, regresó a Patronato. Este cambio en la denominación del club fue fundamental para el resto de la carrera del atleta de Posadas.

“Estaba en Patronato y el club quería pagar un monto por el préstamo, y la gente de Rosamonte quería otro monto. Tuve un par de días de negociaciones. Entonces, un día fui a entrenar y un periodista de Paraná me preguntó: “¿Qué pasa al Yerbatero que no cede?” Refiriéndose al tema con el club de Apóstoles. Y desde entonces, cada vez que me veía, me llamaba Yerbatero, y así quedó el apodo. Fue este periodista de Paraná quien me bautizó ”, revela González.

Ya conocido como el Yerbatero González, el ex jugador llegó a la primera división de Argentina en 2001 a la edad de 25 años, algo que era muy complicado y raro para un atleta que viene de torneos del interior. “En ese momento fue difícil. Hoy a través de las redes sociales es más fácil llegar a un club de élite. Por supuesto, este año lo hice bien. Uno de mis compañeros de equipo en Patronato era Gerardo La Vieja Reinoso, que me preguntó cuántos años tenía, de dónde venía y se puso en contacto con Enzo Trossero, el entrenador de Independiente. Fue un largo camino desde el Argentino A hasta la primera división, pero lo superé. En el año en que llegué, jugué la Copa Mercosul 2001. Fue un gran paso en mi carrera y una gran satisfacción por todo el sacrificio que había hecho ”, dice.

Después de Independiente, Yerbatero González fue a Talleres de Córdoba en 2002, donde se destacó, principalmente con los entrenadores José Omar Pastoriza y Sergio ‘Checho’ Batista. Allí, marcó goles importantes. Uno de recuerdo fue contra San Martín de Mendoza en la Promoción 2003, un duelo que se jugaba el descenso y garantizó al equipo cordobés un año más en la élite argentina.

El Yerbatero se fue a Rosario Central en 2004. Dirigido nuevamente por Miguel Ángel Russo, formó parte del equipo que fue eliminado por São Paulo en la Copa Libertadores de ese año. En 2005, González dejó Argentina e fichó en Cobreloa de Chile, donde su carrera sufriría un duro golpe.

En 14 partidos, González había marcado 10 goles con la camiseta de Cobreloa, pero el destino fue cruel con el delantero misionero. “Me alejé de las canchas debido a una lesión de tibia y peroné que sufrí en Chile”, revela el Yerbatero. Regresó a Talleres en 2006, pero ya no era el mismo.

Su último club fue el General Paz Juniors, de Córdoba, a los 31 años. “En 2007, el año en que dejé el fútbol profesional, un día me levanté y el cuerpo y la cabeza me dijeron que hasta ahí habían llegado”, explica.

Actualmente, Yerbatero González vive en Villa María, en la Provincia de Córdoba. Su hijo Nacho, de 10 años, ya sigue los pasos de su padre y es parte de la cantera de Talleres. El ex delantero enseña a las futuras estrellas de la región. “Hablé con la gente de Talleres, que pondría una sucursal de su escuela aquí en Villa María. Funcionó, estamos jugando campeonatos con niños de 6 a 11 años. Incluso tenemos seis niños entrenados aquí en las clases juveniles del club de Córdoba. Y eso me gusta, enseñar desde el principio, como el bebé que necesita gatear antes de caminar. Prefiero los niños a los jugadores hechos. Los mayores ya tienen muchas habilidades ”, concluye.

Yerbatero González en Talleres de Córdoba (izq.) | Yerbatero González en sus inicios en Mitre de Posadas (der.)

Auspiciador del deporte argentino

La pasión de Ramón “Nene” Hreñuk por el deporte no se limitó al club de su empresa. Rosamonte auspició a diversos clubes de fútbol de Argentina. El más grande fue Racing de Avellaneda, entre 1991 y 1994. Chacarita Juniors también recibió ayuda de la marca de yerba mate y el logotipo de la compañía se imprimió entre 1993 y 1995 en la camiseta del Funebrero. Belgrano de Córdoba fue otro apoyado por los apostoleños entre 1991 y 1992.

Belgrano de Córdoba, Racing de Avellaneda y Chacarita Juniors fueron auspiciados por Rosamonte.

En Misiones, Rosamonte apoyó el club más tradicional de la región, Guaraní Antonio Franco, de Posadas. Crucero del Norte, de Garupá, fue el último equipo de la provincia en jugar la élite del Campeonato Argentino y tuvo la marca apostoleña en su camiseta en 2015. En la vecina Corrientes, la compañía de ‘’Nene’’ Hreñuk apoyó Deportivo Mandiyú en los años 90.

Camisetas de Guaraní Antonio Franco, Crucero del Norte y Deportivo Mandiyú con el logo de Rosamonte.
Las camisetas de Guaraní Antonio Franco, Crucero del Norte y Deportivo Mandiyú

La otra pasión de “Nene” fue el automovilismo. Él ayudó a reformar el Autódromo de Posadas y lo convirtió en una de las pistas principales de Argentina. Ahora, bautizado como Autódromo Rosamonte, el lugar organiza carreras para Turismo Carretera y Turismo Nacional, categorías importantes en el país. Además, la compañía es propietaria del equipo Rosamonte Racing Team, un equipo que compite en la Superbike argentina.

El gran promotor del deporte se ha ido. Ramon ‘Nene’ Hreñuk falleció en febrero de 2019, a la edad de 72 años, pero dejó un gran legado en Argentina.

Matéria em português: https://medium.com/gandulla/movido-%C3%A0-erva-mate-6da01582c658

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Bruno Núñez
Gandulla en Español

Jornalista formado na Faculdade Cásper Líbero. Chileno-brasileiro.