pfc 04: Más profundidad. Menos peso

Desarrollo de la propuesta. Consolidar las ideas

arQtistic
Historia de un proyecto
6 min readNov 24, 2013

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Esta es la cuarta parte, la historia empieza aquí.

Las próximas semanas fueron las que me ayudaron a consolidar las ideas. Sin dejar de analizar el lugar, llegué a nuevas conclusiones, y empecé a dibujar el proyecto. Aunque fueron unos días con muchas ideas diferentes, se tomaron decisiones muy importantes. Las más importantes:

Vidrios en el perímetro de planta baja

La planta baja me seguía pareciendo muy interesante, y la iluminación me parecía suficiente a través de los dos patios originales. Encontré una fotografía del proyecto recién terminado, en la que todos los comercios de planta baja se resolvían con vidrios en su perímetro, facilitando la dispersión de la luz en todas las direcciones. La única actuación que se plantea en planta baja (bajo el zócalo) es volver a recuperar esa idea de un cerramiento transparente, y de abrir otro nuevo acceso hacia la zona sur, desde el patio en forma de L, de la misma manera que ocurre en el otro patio. Creo que eso sería suficiente.

Me seguía preocupando el hecho de construir algún elemento que cargara más la estructura existente; y por lo tanto decidí que nunca se debía aumentar la carga, y por tanto que siempre se quitaba más de lo que se ponía. Era, para mí. un buen punto de partida. Balance menor o igual que cero.

El zócalo mal iluminado

Tras varias visitas al conjunto de edificios, me di cuenta de que las oficinas situadas en el zócalo habían pasado por alto algo muy importante. La anchura del zócalo es excesivamente grande para poder generar espacios con condiciones adecuadas simplemente a través de una iluminación perimetral. Encuentro allí despachos iluminados al mediodía por luces blancas de bajo consumo; que han olvidado que simplemente haciendo un agujero en su techo, pueden ver el cielo. Que las oficinas tengan en este momento tan malas condiciones, debido a un olvido imperdonable; abre la posibilidad de mejorar el proyecto existente con algo que no se había tenido en cuenta. Frente a un zócalo con una cubierta que niega la existencia del cielo; se propone un agujereado del techo, para introducir en su interior luz y aire (Oiza insistiría en eso de la Luz y el Aire).

Es evidente también que así como la planta baja y la primera están relacionadas a través de los patios, la cubierta carece de relación con los otros dos planos horizontales, hecho que posiblemente es la razón de que no se utilice. El agujereado que me planteaba me parecía una oportunidad maravillosa de relacionar el plano de la plana primera con el de la cubierta. Frente a tres planos independientes, se plantea la posibilidad de extender la calle hasta la planta primera con las oficinas; y de extender la escuela en planta primera hacia la cubierta con el patio de juegos. Se entiende aquí que la cubierta es para los niños; que ya no es calle, porque eso era lo que se pretendía en el proyecto original (aunque era para los vecinos, que nunca la han utilizado); y por tanto se enlaza únicamente con la escuela a través de patios que únicamente bajan hasta el primer forjado, y no hasta la planta baja.

Reflexionando sobre los dos patios existentes, parece que uno de ellos si que tiene la dimensión suficiente para servir de punto de acceso a las oficinas, mientras que el otro queda apartado, olvidado, y medio abandonado; pero necesario para acceder a las oficinas este del gran zócalo. Esta reflexión me lleva a la idea de utilizar el patio en L (modificándolo), como acceso a la escuela, y el otro como acceso a las oficinas; utilizando gran parte de la zona este del zócalo y el espacio entre ambos patios para disponer el programa de escuela. Un patio para cada uso; el patio desde el que únicamente se ve el cielo como acceso a un lugar determinado. El patio actúa de umbral, dilatado, entre la ciudad y la escuela; o la ciudad y las oficinas. Lo bueno se contagia.

Intersectando las tres ideas anteriores podemos casi determinar la posición que iba a ocupar la escuela. Tenía que ser una escuela en la que los nuevos patios introdujeran luz y aire; y la relacionaran con la cubierta (una relación física, no sólo visual). Esos nuevos patios, como he comentado, se producían en el lugar en que se necesitaban, es decir, en la parte central del zócalo. Además, se tenía que acceder por el patio en L, un patio que se modificaba para poder funcionar como articulación del proyecto. Todo esto derivaba en una escuela que se construía por una parte en la zona central del zócalo; y por otra en la zona este, para evitar que fuera necesario acceder a oficinas por el patio de acceso a la escuela.

Se retiran algunas palabras, por resultar demasiado extenso, y se copian aquí: ..[Anexo, punto 1]..

En esquema, por tanto, la escuela se organizaba en dos zonas que se conectaban con el patio de entrada, que resolvía por tanto también las circulaciones de los profesores, de abastecimiento de las cocinas o reparación de instalaciones; de los niños, y de los padres que vienen a recogerlos, que esperan en el exterior bajo el cielo. Es, por esa razón, el punto en el que la calle definitivamente termina y empieza la escuela. Y a la vez no es del todo así. Al mismo tiempo, cada una de esas zonas las disponía en torno a un gran patio, siempre bajo la huella de una torre (cubierto para que pueda utilizarse en cualquier momento del año); que ayudaba a organizar el resto de espacios a su alrededor.

Perforaciones realizadas y patio de entrada (en rojo) que separa ambas zonas

Al principio de este escrito contaba que definí una especie de leyes que permitían organizar los espacios, con esa idea de jerarquía en árbol a distintas escalas; o de espacios que se van haciendo más pequeños, desde el tronco hasta las hojas. En este momento recuperé aquello que había pensado, y que me parecía tan adecuado para actuar en un lugar con muchas otras condiciones que permitieran ir disponiendo los espacios en aquellos lugares convenientes. Para disponerlos, he comentado que era necesario otro grupo de condiciones que tenían que ver con el lugar; y que ya he empezado a avanzar. Esas condiciones surgían del estudio del lugar, y de su estructura profunda (como me diría más adelante Salva); y también del programa. Las condiciones son muchas, y aburridas, y están escritas en otros lugares.

Se retiran algunas palabras, por resultar demasiado extenso, y se copian aquí: ..[Anexo, punto 2]..

Patio de acceso a la escuela

Con todas estas ideas dibujé una propuesta, y unas secciones que hablaban de las aulas y su relación con la cubierta; y construí una maqueta. Cogí esa nueva información y le añadí la que había desarrollado para las entregas anteriores (fotos de la maqueta del aula, y el trozo del cubo con los edificios Luz, más el dossier). Conté el proyecto, y además me puse muy nervioso, y envidié a los que no tienen temblor de manos cuando hablan en público. A los profesores les pareció muy bien, no ya la propuesta en sí, sino sobre todo la información que había creído necesaria para contarla. Sobre la propuesta, me dijeron que había escogido un lugar construido, lo había estudiado, y lo había mejorado, y que eso ya era más que suficiente. Y a mi me gustó que me lo dijeran.

Relaciones de la escuela con la cubierta. La escuela siempre en el interior del zócalo
La maqueta de la propuesta

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Historia de un proyecto

Le gusta el silencio que se esconde entre las notas del piano más dulce, el blanco y negro de la fotografía de época y el cinemascope de las películas antiguas.