Guía rápida para un Design Thinking #planetcentric
Este artículo está escrito por Antonio Marugán, Digital Product Designer y Jimena González, Researcher & Service Designer en Idean Spain.
¿Qué es Planet Centric Design?
Desde hace un tiempo, la comunidad de diseñadores a nivel global está haciéndose la misma pregunta: ¿qué narices estamos haciendo? Muchos de nosotros sentimos que nuestra apuesta radical por la empatía a veces se vacía de consciencia, y nos hace cómplices de un consumismo acelerado. Un ciclo insostenible que drena de a poco nuestro planeta, pero que también fracasa a la hora de generar un bienestar emocional auténtico.
Se estima que el 80% de los impactos ambientales de los productos se determinan durante la fase de diseño de los mismos.
Quizá en un arranque de ego, en Idean empezamos a considerar el diseño un superpoder. Como bien dice Spider-man, “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Entonces nos hicimos otra pregunta: ¿qué podemos hacer al respecto?
Así, empezamos a hablar de Planet Centric Design, un marco que, con sus cuatro principios lleva el design thinking al siguiente nivel.
Pasito a pasito. ¿Cómo se concreta esto en el proceso de diseño?
En esta ocasión, vamos a centrarnos en el marco de diseño de Idean, y veremos cómo integrar nuestras inquietudes en cada una de las fases del proceso de design thinking para hacer una diferencia tangible.
1. Descubrir
Para empezar, necesitamos diseñar la muestra de la investigación. Aquí vamos a necesitar nuevos fichajes además de los sospechosos habituales. Puedes ayudarte de un mapa de actores para identificarlos.
Así, además del futuro usuario, podemos añadir otros grupos de interés que puedan aportar su visión, como por ejemplo:
- personas de diferentes departamentos de la organización, como por ejemplo RRHH o RSC,
- vecinos que se verán afectados por nuestro producto o servicio, o
- si el presupuesto lo permite, un consultor medioambiental.
También, escoge personas de distinto género, orientación sexual, edad, capacidades físicas e intelectuales, etc. para incorporar su punto de vista.
Una vez tenemos la muestra, elegimos las herramientas con las que investigaremos (entrevistas, encuestas, focus group…). Ahí es donde abriremos el melón del impacto social y medioambiental, iniciando la conversación acerca de los valores, la sostenibilidad, el efecto del diseño en el entorno próximo, etc.
Por ejemplo, en la exploración, podemos hacer preguntas como:
- ¿cómo crees que afectará el futuro diseño al entorno medioambiental?
- ¿crees que tendrá efectos positivos en el entorno social? ¿y negativos?
- ¿cómo crees que podría mejorarse el impacto medioambiental del diseño?
2. Definir
Tras la investigación, llega el momento de formar un equipo para co-crear la solución. Si se puede, invita a promotores de impacto social y medioambiental, como por ejemplo el encargado de la responsabilidad social de la empresa o alguien de una ONG.
Ya con este equipo formado, construimos las personas para ayudarnos a empatizar con sus necesidades al diseñar. ¿Os ha pasado alguna vez que tratáis de hacer personas diferentes y os salen todas de lo más… estándar? En este paso, trataremos de hacer lo contrario, sobrerrepresentar las minorías para contemplar sus necesidades. Para eso, puedes ayudarte de nuestro juego de Cartas por la Humanidad.
A la hora de elaborar los user journeys, podemos incluir una nueva fila para mapear el impacto de cada momento de su experiencia.
En la ideación, generaremos alternativas para mejorar este impacto, además de para ofrecer una experiencia de usuario diferencial.
El siguiente paso sería escoger entre todas esas ideas. Para ello, tenemos varias opciones, por ejemplo usar una matriz en la que posicionamos la idea según su impacto total (cuánto aporta a la experiencia de usuario y cómo impacta en el entorno medioambiental y social) y el coste o esfuerzo que necesite para llevarse a cabo.
Otra opción sería, por ejemplo, clasificar las ideas según la experiencia de usuario pero añadiendo una etiqueta #planetcentric a aquellas ideas con un impacto social y medioambiental positivo, y una marca roja en aquellas cuyo impacto sea negativo.
3. Diseñar y refinar, refinar…
Una máxima que seguimos normalmente a la hora de diseñar es “simplifica y acertarás”. Elimina todo lo superfluo e innecesario, y tendrás una experiencia más consistente y, de paso, un diseño optimizado.
Si estás diseñando una solución digital, invita a algún desarrollador, que te ayude a identificar rápidamente alternativas al diseño con menos consumo; por ejemplo, eliminando bucles.
Por último, cuando vayas a testar tu diseño, de nuevo asegúrate de incluir una gran diversidad de usuarios. Es la única forma de saber si entienden tu diseño y si realmente responde a sus necesidades.
El camino también es importante
Puede ser muy interesante antes, durante o después del proyecto, reunir al equipo y debatir: ¿qué factores impactan en el medio ambiente durante el proceso? ¿se os ocurren maneras de reducir la huella ambiental de vuestra forma de trabajo? ¿podéis reducir desplazamientos? ¿podéis identificar alguna manera de reducir el material que usáis? ¿podéis cuantificar de alguna manera la huella ecológica del proceso? ¿qué alternativas se os ocurren para reducirla?
Lo crucial es empezar
“We need to move beyond guilt or blame, and get on with the practical tasks at hand.”
“Debemos superar la culpa, y ponernos manos a la obra”
David Attemborough
¡Que la complejidad no te paralice! Tus comienzos pueden ser humildes, pero más importante que llegar a una respuesta perfecta es no dejar de hacerte las preguntas adecuadas.