Comunicando desde el amor (I)

Jonathan Martell
Jonathan Martell
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5 min readJun 6, 2022
Guilford St, Londres. Julio 2018.

“La comunicación para una relación es como el oxígeno para la vida. Sin ella… muere”.

— Tony Gaskins, orador motivacional y entrenador de vida norteamericano.

Últimamente he recordado casos donde tuve peleas o confrontaciones durante una relación. Aquellas donde reflexionaba sobre quién originó el problema, por qué sucedió o por qué se salió de control. Ese salir de control cuando pierdes los papeles, alzas la voz, gritas e incluso manifestas frustraciones a través de acciones.

¿Por qué llegamos a esos límites? Si bien pueden existir diversas razones, pienso que todo se puede resolver mucho antes con algo de comprensión, empatía, comunicación, amor y solución (CECAS). Sin esos aspectos, la frustración puede aparecer rápidamente llevándonos a reaccionar de maneras que no queremos.

Veamos sus definiciones según la RAE:

  • Comprender. Encontrar justificados o naturales los actos o sentimientos de otro.
  • Empatía. Identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro.
  • Comunicar. Descubrir, manifestar o hacer saber a alguien algo.
  • Amor. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
  • Solucionar. Resolver un asunto, hallar solución o término a un negocio.

Entonces el secreto radica en identificarse con la otra persona, justificar sus actos y comunicar lo que pensamos mientras solucionamos el problema, bajo un sentimiento que nos completa y alegra.

¿Cómo podríamos aplicarlo? Quizás es mejor evaluar algunos casos de pareja y luego reflexionar cuál podría ser el mejor camino.

Caso 1. Relaciones sexuales

Son las 11:30pm luego de un largo día. Uno de ellos, tiene muchas ganas de meterse bajo las sábanas y busca dar rienda suelta a sus deseos más íntimos. Durante el día solo han hablado de lo bien que la pasarán en la noche. La otra persona, por el contrario, quiere estar bajo las sábanas para dormir. Ha sido un día duro, le duele la barriga y siente que no puede moverse más.

¿Qué podemos hacer?, ¿obligar a uno a tener relaciones?, ¿apagar el fuego sexual de uno de ellos hasta el día siguiente? Si optamos por uno de los caminos, una de las personas no estará satisfecha.

¿Qué podría suceder? Si uno de ellos manifiesta que no puede, la otra intentará presionar para que el acto se realice. En ese escenario, es probable que todo estalle en una batalla campal. De acuerdo a la personalidad propia de cada pareja, aquella pelea podría terminar de dos maneras. Una, donde ambos terminen durmiendo molestos. Otra, donde se dejen llevar por su lado sexual y terminen por dormir en un par de horas más. Sin embargo, en ambos casos, es probable que haya quedado un sin sabor por la no tan grata experiencia.

¿Posible solución? Comenzar a utilizar lo que acabamos de aprender: comprensión, empatía, comunicación, amor y solución (CECAS).

Veamos cómo cambia la situación si lo aplicamos:

— “Amor, estoy segura(o) que te provoca hacer muchas cosas ahora mismo porque hemos hablado del tema todo el día. Lamento contarte que ahora mismo me estoy sintiendo muy mal y no voy a poder satisfacer las expectativas sexuales que nos generamos a lo largo del día e incluso de la semana. Me encantaría hacerte algo pero realmente no puedo moverme. Sabes… seguro no será lo mismo pero ¿te parece si juegas contigo mismo pensando en mí? Me encantaría que lo hicieras, fantasea conmigo, prueba algo diferente. ¿Está bien? Y mañana en la mañana, si estoy mejor, recuperaremos el tiempo perdido. Te amo, espero comprendas”.

¿Acaso no sería genial? Claro, es muy fácil decir ‘no quiero’ o ‘no puedo’ y pedir que uno debe respetar los límites pero no estaríamos aplicando lo que acabamos de aprender. No solo basta con la comprensión para que las cosas funcionen, se necesita empatía, comunicación, soluciones y amor. Con todas ellas, podemos comunicar el mensaje anterior y no un simple ‘no quiero, espero que me comprendas’ que es muy frío. Que claro, de vez en cuando no estaría mal. La norma, según mi manera de ver la vida, debería ser aplicar el CECAS siempre.

¿Otro caso para ilustrar mejor esta manera de solucionar los problemas?

Caso 2. Las tardanzas

Uno de ellos, llega a las 8pm a la casa. La persona que la recibe, está molesta. Es la tercera vez en la semana que la otra persona llega tarde ante una hora previamente pactada. “Discúlpame pero llegué tarde”, “pucha en verdad te pasas, otra vez tarde”, “pero he estado trabajando todo el día, ¿qué quieres?, comprende que no he estado tonteando”.

¿Cómo lo ven?, ¿quién tiene la razón?, ¿realmente alguien tiene la razón? Quizás no pero podríamos cambiar el tono de la conversación aplicando algo más de cariño. Veamos cómo sería la situación si se aplica el CECAS:

— “Amor, sé que te cambié de hora mil veces. En verdad debes estar muy fastidiada(o), yo estaría peor. Pero sabes… vamos a hacer dos cosas. Primero, estoy llegando a tu casa en una hora. Acabo de pedir esos pokes acevichados que nos encantan, hoy yo invito por las molestias. Llegará en 45 min. Así que lo recibes y yo llego a los minutos. Y segundo, estoy organizando mejor mi agenda para que todos los martes y jueves pueda estar libre a las 5pm y podamos vernos temprano. Así, en el futuro nos evitamos problemas. ¿Qué te parece amor? Lo siento de nuevo pero busco que esto avance mejor. Te amo”.

¿Notan la diferencia? De nuevo. Es fácil decir ‘compréndeme’ o ‘ponte en mi lugar’, sin comunicar más detalles, sin plantear soluciones, sin amor, y sin pensar lo mal que la otra persona la podría pasar.

De nuevo, no siempre tiene que ser así. Pero la mayoría, pienso yo, sí debería ser así. O por lo menos es lo que yo espero y siento que debo hacer ante casos donde uno puede generar incomodidad en otra persona. Es mi mundo y así es como quiero vivirlo. ¿Estás de acuerdo?, ¿tienes otra manera de solucionar los problemas?, ¿cómo quieres comunicarlo?, ¿has diseñado tu manera de vivir?

Continuará…

“Una relación en la que juntos pueden ser raros, es su mejor opción”.

— Paulo Coelho, letrista y novelista brasileño.

¡Que tengas un buen día!

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