Extrañando una relación

Jonathan Martell
Jonathan Martell
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5 min readMay 16, 2021
La Molina, agosto 2014.

“Que alguien entienda tu mente es un tipo de intimidad completamente diferente”.

- Faraaz Kazi, autor indio.

Tomo las llaves de mi auto, el celular y mi billetera. Me siento. Presiono el botón para abrir el portón de la cochera. Tan pronto se termina de levantar, pongo el cambio en R y procedo a salir verificando que no exista ningún obstáculo. El celular se termina de conectar por bluetooth y elijo un playlist random en Spotify. Me miro por el espejo retrovisor, sonrío. Tomo el celular y escribo “Estoy en camino (L)”.

Manejo toda la Av. Primavera, luego La Encalada, El Polo y me dispongo a cruzar el cerro por Rául Ferrero. Ya arriba — antes de bajar- aprecio por unos segundos la gran vista de Lima. “En algún momento me pararé acá a tomar una foto con alguien”, pensé. Bajando el cerro, sigo todo Raúl Ferrero, paso por Moli Plaza y doy un giro a la derecha en la Av. Los Fresnos. Por alguna razón, esa calle, llena de árboles y menos casas, siempre me ha generado sensaciones positivas. Ya en el Óvalo los Cóndores, levanto la mano saludando al vigilante, la tranquera se abre dejándome pasar. Avanzo unas cuadras y giro a la derecha. Casi hasta llegar a la pared , veo que hay un espacio para cuadrarse. No fue necesario ir al parque que estaba al frente. “Estoy abajo”, escribo. Salgo del auto.

Me reciben con una gran y bella sonrisa. Un fuerte abrazo y beso. Me sonríe, le sonrío. Volvemos a sonreír hasta que pasamos a su casa. Vamos a la cocina por unos piqueos. “Hoy tomemos un vino de los de la reserva de mi papá”, me comentó entre risas. Sacamos un vino de la cava y nos dirigimos al jardín pero pensamos que comenzaría a hacer algo más de frío. Decidimos ir al segundo piso a ver una película. Abrazados bajo la manta y -mientras veíamos la película- veía su rostro alegre. Comencé a apreciar cada detalle de ella, sus risas que iban y venían de manera natural y las cuales sintonizaban con las mías, sus ojos brillosos y el rímel que hacía más sutil su mirada. Su calor corporal era perfecto para seguir abrazándola. Cerré los ojos por un momento y solo disfruté aquel momento.

La mañana siguiente me despierta un bostezo pero no cualquiera, era una mezcla entre un sonido tierno pero sexy a la vez. ¿Será que mi percepción estaba sesgada por el amor, o es que su bostezo realmente era melodioso? Nos abrazamos y con un cálido beso en la mejilla le dije que la quería. “No te vayas”, me dijo. Tenía que volver ya que me esperaba un día lleno de actividades. Nos despedimos, y con un último pico me retiré.

Ya en el carro, agité los brazos despidiéndome. Con la música a todo volumen y los lentes de sol puestos, comencé a manejar.

¿Extraño este tipo de situaciones? Seguro que sí y mucho. Paso a enumerar las razones del porqué se pueden llegar a extrañar:

Creas nuevas experiencias

El solo acto de ver a alguien te permite crear nuevas historias, momentos y recuerdos que siempre recordaremos, especialmente los positivos. Claro, eso sucede con cualquier persona pero en una relación de pareja, tiene una sensación diferente. Quizás porque ambos están alineados hacia el mismo objetivo, comparten mucho más tiempo y, por su puesto, la intimidad, por su liberación de oxitocinas que incrementan el apego.

Tienes ayuda extra

En caso de problemas, siempre puedes recurrir a esa persona. Das una llamada o un mensaje e inmediatamente recibirás ayuda. Quizás esa persona te conozca muchos más que tu entorno, conozca los problemas que tuviste antes o detalles que nadie más conoce. Por lo tanto, su opinión puede ser más específica y acertada.

Puedes ser sorprendido

En cualquier momento. Ya sea con un postre preparado por ella o él, un viaje inesperado, un regalo o simplemente apareciéndose en nuestra casa.

Lo fabuloso de la intimidad

Inevitablemente el sexo tiene muchos beneficios y realizarlo con la persona que quieres, es llegar a un nivel máximo, muchas veces inalcanzable en un encuentro esporádico. Claro, este punto es discutible pero veámoslo desde un punto de vista más espiritual o psicológico y menos carnal.

Tienes más amigos

Tu círculo es su círculo, y viceversa. Tener acceso a más amigas y amigos que luego podrán quedarse en nuestra vida para siempre. ¿Sigues hablando con algún amigo de tu ex? Nos permite ampliar nuestra red de conocidos lo que implica tener diferentes beneficios.

Tienes a alguien a quién apreciar

El placer por ver a alguien bello y por el que tienes mucho cariño. Sentir esa atracción física que no la sientes con nadie más porque simplemente es diferente y es recíproco. Verse a los ojos por muchos minutos y solo apreciar la belleza de sus facciones y movimientos generan sensaciones irrepetibles. El gusto del disfrute.

Tienes una guía

Inevitablemente admiramos a nuestra pareja de alguna manera, así sea en un aspecto pequeño. Será esa cualidad la que nos permitirá avanzar en la relación y la que nos ayude a orientarnos si ocurren problemas. Nos servirá como punto de referencia para seguir mejorando.

Te genera placer

Si están en una gran relación, la química será espectacular. Ese match permitirá entrar a un estado diferente donde la química, literalmente, hará su papel en nuestro cuerpo. Buscaremos estar más tiempo juntos y, como consecuencia, generamos un refuerzo positivo en nuestro cerebro que nos causará satisfacción, el cual buscaremos repetir.

Haces nada

Poder buscar a alguien y simplemente hacer nada, tener esa confianza de estar junto a alguien que realmente te conoce (en teoría) y pasar juntos el tiempo sin que lo demás importe. ¿Lo hemos intentando?

Este es un listado de los beneficios de estar en una relación, luego debería listar las negativas o quizás las positivas de no estar en una relación. Por ahora, ¿qué otros beneficios tienes en mente?, ¿tu pareja los conoce?

PD: Hasta ahora no he logrado tomarme una foto con la gran vista en el cerro. Supongo que el momento o la persona adecuada, llegará para que eso suceda.

“Nada es perfecto. La vida es complicada. Las relaciones son complejas. Los resultados son inciertos. La gente es irracional”.

Hugh Mackay, investigador social.

¡Que tengas un buen día!

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