Haciendo consultoría (I)

Jonathan Martell
Jonathan Martell
Published in
4 min readJan 23, 2022
Tata Consultancy Services, Londres. Septiembre 2022.

“Son los pequeños detalles los que son vitales. Las pequeñas cosas hacen que sucedan grandes cosas”.

John Wooden, entrenador estadounidense.

Hace poco Claudia me preguntaba qué haría con mi futuro, hacia dónde iría y por qué no volvía a Europa. ¿Su razón? Seguir aprendiendo, inspirarme por otras personas, ganar más experiencia y claro, ganar más dinero.

Ella desde hace muchos años se preocupó por las decisiones que tomé. Incluso cuestionó el haber querido volver a Sudamérica. De todas formas, estuvo ahí para apoyarme. “Piénsalo, estudiaste en RCA, puedes aprovecharlo más”.

Mi plan estaba claro, ya que cada vez estoy más seguro de dedicarme al diseño de relaciones y apoyar a las personas a percibir otros puntos de vista sobre la vida para que estén más tranquilas. Pero también me gusta apoyarlas en lo profesional, en que logren sus objetivos y metas. Ahí encaja muy bien el diseño de servicios: mejorar o crear servicios desde otra perspectiva para resolver efectivamente los problemas y necesidades.

Sumado a mis otros objetivos, busco estar en contacto con personas de otros países, con otros pensamientos y de otras culturas. Aquellas que desafían nuestros pensamientos, aquellas que cuestionan nuestra manera de resolver problemas, aquellas que nos causan incomodidad, aquellas que, luego de ser analizadas, nos brindan una grata satisfacción. ¿Por qué no volver a sentirlo?

¿Una salida? Volver a trabajar full-time en una organización del extranjero. Tendría estabilidad económica, trabajaría con personas de diferentes países y podría seguir viviendo experiencias conociendo personas. ¿Lo negativo? Quizás sea por el poco tiempo que me quede para explorar otros proyectos profesionales: seguir con la enseñanza en la universidad, escribir, realizar proyectos con otras empresas y apoyar a las pequeñas empresas (deuda que aún tengo pendiente).

¿Entonces qué salida podría tomar? Aquella que tenga la suficiente flexibilidad para permitirme seguir con mi vida diaria y seguir probando diferentes escenarios. Una posible salida es comenzar a trabajar como consultor internacional a part-time o por horas. Siento que puede ser el camino que alinee todas las oportunidades y necesidades que tengo actualmente.

Si bien, antes lo intenté, el reto era diferente. Era Lead y responsable de todo el proyecto. Pienso que ahora puedo tomar otro tipo de labor: asesoría, trabajar solo e incluso asumir proyectos más grandes pero con un equipo que yo conozca y en el que pueda confiar. Afortunadamente, he conocido diferentes personas al trabajar colaborativamente en diferentes proyectos en los últimos años, las cuales valoro su opinión y perspectiva. Siento que podría apoyarme en ellos en cualquier momento.

Entonces, ¿en qué me baso para ofrecer consultoría?, ¿en qué baso mi perspectiva?

  • Conozco algo de tecnología. Estudié ingeniería informática en la PUCP. Por lo que puedo entender cómo funciona la tecnología.
  • Conozco algo de negocios. Trabajé en empresas del sector financiero (BCP, Pacífico Seguros y Scotiabank) por 9 años. Por lo que puedo entender cómo se manejan las políticas dentro de las grandes empresas.
  • Conozco algo de diseño de servicios. Estudié una maestría por dos años en el Royal College of Art de Londres. Por lo que puedo entender el poder que tiene el diseño para generar cambio.
  • Enseño diseño de servicios. A estudiantes de pregrado de la PUCP. Por lo que puedo entender cómo compartir y seguir aprendiendo sobre la disciplina de diseño.
  • Realizo consultoría independiente. A grandes y pequeñas empresas. Por lo que puedo entender cómo aplicar el diseño de servicios en diferentes escenarios.
  • Escribo sobre la naturaleza humana. Todos los miércoles y domingo desde abril del 2020. Por lo que puedo entender mejor el comportamiento de las personas.

Siento que puedo agregar valor a diferentes organizaciones. ¿Por qué? Porque les ayudaría a analizar los problemas desde otra perspectiva, a replantear los problemas, a considerar diferentes restricciones, a alinearlas con tendencias, a conocer lo que otras organizaciones realizan, a clarificar la visión y habilidades de los socios y buscar maneras de obtener información de diferentes fuentes, a superar conflictos y, sobre todo, a crear una estrategia que soporte todas las actividades a realizar.

¿El resultado? Una organización que sea sostenible en el tiempo económicamente pero también donde las personas que las proveen estén satisfechas, contentas. Solo así se pueden generar cambios reales.

Claro, no todos los proyectos crearán un gran impacto con el entregable final pero yo sí busco crear impacto en las personas con mi manera de ver la vida y con lo poco o mucho que pueda influenciarlas, el cual me dejaría contento.

Mi gran reto, además, es cómo ayudar a las pequeñas empresas que no tienen el dinero ni el tiempo para tener una consultoría tradicional. El armar paquetes estándar es una opción. Idea que siempre he dado vueltas pero quizás esté llegando el momento de ponerlo en práctica.

El mundo de la consultoría es muy interesante pero debemos tener en cuenta el impacto que podemos lograr, la ética y sobre todo tener skin in the game. Es decir, hacernos responsables por los consejos que brindamos, ya que de no ser así, simplemente se convierten en palabras o textos que quedan en al aire.

Siento que se viene un camino interesante por explorar, el cual me brindará diferentes aprendizajes pero no solo a mí, sino a las personas que están a mi alrededor. Los amigos y amigas son fundamentales en este proceso y estoy muy agradecido por las palabras, las puertas que me abren o las manos que me dan, para salir juntos adelante. El poder del nosotros es mucho más grande que el hacerlo en solitario.

“Un consultor para ser digno debe dar juicios honestos, no necesariamente los que cree que a los clientes les gustaría escuchar”.

Andrew Thomas, político estadounidense.

¡Que tengas un buen día!

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