Meditación (II)

Jonathan Martell
Jonathan Martell
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4 min readJun 6, 2024

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Retiro Vipassana — Valle Sagrado, Cusco. Agosto 2022.

“Mira a la derecha y a la izquierda del tiempo y que tu corazón aprenda a estar tranquilo”.

Federico García Lorca, poeta español.

Lee la primera parte aquí.

Aquel día llegué entusiasmado, temeroso y, en verdad, expectante por lo que iba a suceder.

Había esperado tanto tiempo para que llegara este momento y finalmente llegó.

Conocí a un señor de más de 50 años que era de Inglaterra y el cual me dio una nueva perspectiva. Vivía en un país como Perú, dijo que había venido hace varios años, hablaba inglés y un poco de español, pero básicamente vivía solo en una cabaña en Cusco, en el Valle Sagrado. No tenía hijos y se había separado.

De una manera me inspiró por ser extranjero y por tener esa valentía, de no tener hijos y vivir solo. Hasta yo mismo me proyecté y pensé que sería como él en el futuro. ¿Por qué no? Siempre me había imaginado con ese futuro.

Entonces, realmente, el conversar con él me calmó, me inspiró y me entusiasmó para comenzar la hazaña de pasar 14 días meditando. Estaba ahí listo para estar encerrado por varios días meditando, probando o llevando al límite mi cuerpo y energías para ver qué sucedía.

También conocí un par de peruanos y un mexicano que también me inspiraron. Uno de Cusco que se dedicaba a la fotografía y otro de Lima que se dedicaba al coaching.

El mexicano había viajado por todo México y Latinoamérica. Al principio viajó con su novia, pero al pasar un tiempo, creo que un año, se dieron cuenta que viajar tanto tiempo juntos les hizo darse cuenta de que no eran el uno para el otro. O básicamente no pudieron soportarse o congeniar, pero finalmente terminaron y él siguió su camino solo.

Pero me gustó porque tuvo la valentía de salir, hacer algo diferente, explorar el mundo, en este caso Sudamérica y básicamente trabajar remoto. Ganaba mucho menos dinero que en corporativo, pero básicamente tenía esta libertad de poder irse a donde quisiera.

Y más aún me llamó la atención cuánto conocía de Cusco. De todas maneras más que yo. Me di cuenta que yo conocía muy poco de esta ciudad a pesar de ser peruano. Y me hizo cuestionar cuánto tiempo he pasado incluso en Lima o en otros lados, pero no conociendo realmente sobre diferentes ciudades en el Perú.

Me dejó reflexionando.

Pasados unos minutos, nos llamaron. Tuve que dejar mi celular y billetera en una caja. Había llegado el momento de adentrarme en el mundo de la meditación.

¿Por dónde comenzar? Pasaron muchas cosas en estos 14 días de meditación.

Aún intento acordarme, ya pasaron unos dos años e intento acordarme qué sucedió y los detalles de cada día y noche.

En general este mundo de la meditación, este retiro de meditación pues me cambió de alguna manera. O por lo menos hizo que se creara una nueva versión de Jonathan.

No lo recuerdo con claridad, pero sí recuerdo las emociones que sentía cada día que pasaba. Cada día descubría algo nuevo en mí, a nivel físico y a nivel mental.

Cada barrera era superada. El hecho de comer solo dos veces al día, levantarme a las 4 de la mañana, el de meditar todo el día, el de no hacer nada más que meditar, comer y descansar, terminó por cambiarme.

Era lo único que hacíamos día tras día. Pero eso no es fácil. No es fácil no hablar con nadie, no es fácil sentarse y meditar sin moverse, duelen las piernas o la espalda, la mente divaga, piensa en muchas cosas, hay muchos problemas.

No es fácil para nada, uno se acuerda de la familia, de la pareja. Pero cada día tenía algo especial.

Durante el retiro, por momentos uno quería rendirse o cuestionarse pero por la noche se generaba una reflexión que lo cambiaba todo. Había un maestro que nos hacía repensar sobre lo sucedido durante el día y era básicamente inspirador escucharlo y saber que justamente el problema que estabas teniendo podía tener una solución. Siempre había una solución. Y eso luego se trasladaría a la vida misma.

Realmente fue increíble cómo fui conociendo mi cuerpo y mente cada día, especialmente cuando aprendí la técnica Vipassana.

Lo que vendría a continuación me haría cambiar la manera de ver la vida.

Continuará…

“Llena tus ojos de ilusión. Ve al mundo. Es más fantástico que cualquier sueño real o imaginario. No pidas garantías, no pidas seguridad. Nunca ha existido algo así”.

Ray Bradbury, Autor y guionista estadounidense.

Publico nuevas historias, todos los miércoles y domingos. Léelas aquí.

¡Que tengas un buen día!

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