Vipassana

Jonathan Martell
Jonathan Martell
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4 min readJun 26, 2022

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Cajamarca, Agosto 2021.

“La única conversión involucrada en Vipassana es de la miseria a la felicidad, de la esclavitud a la liberación”.

S.N. Goenka, maestro indio de meditación Vipassana.

Miércoles por la noche de junio y recibo el siguiente mensaje:

“Estimado Jonathan,

Nos complace aceptar su solicitud para el curso de 10 días del 27-julio-2022 al 7-agosto-2022 en Cusco. Ya que se abrió un espacio en el curso”.

Mi ojos se expanden con rapidez para comprobar que el mensaje era real. No salgo del asombro. Finalmente, el objetivo que me había trazado desde el año pasado, había sido cumplido: meditar por varios días para encontrar un nuevo significado a la realidad que había creado.

¿De qué trata?, ¿quién me envió el correo?, ¿cómo así postulé?, ¿qué es lo que haré?

Comencemos por el lugar

La organización que me envió el correo es una ONG llamada Dhamma el cual cuenta con 230 centros a nivel mundial donde se enseña la técnica de Vipassana. Navegando por internet, leyendo libros y por referencia de un amigo, llegué al Centro en Perú.

¿Qué es Vipassana?

Según la descripción del mismo Centro, Vipassana significa ver las cosas tal como realmente son. Es una de las técnicas más antiguas de meditación de la India. Fue redescubierta por Gotama el Buda hace más de 2,500 años y fue enseñada por él como un remedio universal para males universales.

Es un proceso de auto-transformación mediante la auto-observación. Se centra en la profunda interconexión entre mente y cuerpo, la cual puede ser experimentada de manera directa, por medio de la atención disciplinada dirigida a las sensaciones físicas que forman la vida del cuerpo, y que continuamente se interconectan con la mente y la condicionan. De esta manera, se logra adquirir una mente equilibrada, llena de amor y compasión, detalla el Centro.

¿Cuáles son los beneficios?

Bhargava y Srivastava (2019) realizaron un análisis de diferentes estudios para determinar los beneficios de la meditación Vipassana, llegando a concluir que:

1. Es claramente evidente que la meditación Vipassana mejora la estabilidad de la mente, la fuerza de voluntad, y ayuda a que la persona esté menos ansiosa, deprimida, enojada y tensa.

2. Ayuda a lidiar con el dolor y a desarrollar habilidades para afrontar diferentes situaciones, lo que hace que una persona sea más fuerte y resiliente.

3. Facilita la atención plena, el pensamiento positivo, la perspectiva objetiva, el refinamiento intelectual e incrementa los niveles de felicidad.

4. Mejora la concentración, atención, cognición y habilidades para la toma de decisiones.

5. Reduce el estrés y los síntomas depresivos.

6. La persona se siente más satisfecha con la vida.

7. Reduce las ansias y el consumo de sustancias.

¿En qué consiste el curso?

Son 10 días seguidos donde estaré incomunicado del entorno. Si bien antes había estado incomunicado por 7 días. Esta vez, era algo totalmente distinto. Estaré en silencio, sin conversar más que con el maestro, prácticamente meditando el día completo. Las actividades comenzarán a las 4:30 a.m. y terminarán a las 9:30 p.m.

El Centro menciona que el curso requiere trabajo duro y serio. De la misma manera que empleamos los ejercicios físicos para mejorar la salud del cuerpo, Vipassana puede ser utilizada para desarrollar una mente saludable. El entrenamiento tiene tres pasos.

El primer paso es abstenerse — durante el periodo del curso — de matar, robar, tener actividad sexual, mentir y usar intoxicantes. Este sencillo código de conducta moral sirve para calmar la mente, que de otro modo estaría demasiado agitada para realizar la tarea de la auto-observación.

El siguiente paso es desarrollar algún dominio sobre la mente, aprendiendo a mantener la atención enfocada en la realidad natural del siempre cambiante flujo de la respiración, tal como entra y sale de las fosas nasales.

En el cuarto día, la mente está más calmada y concentrada, más capaz de emprender la práctica de la propia Vipassana: observar las sensaciones en todo el cuerpo, comprendiendo su naturaleza y desarrollando la ecuanimidad, al aprender a no reaccionar ante ellas.

Finalmente, en el último día completo del curso, los participantes aprenden la meditación de amor benevolente o buena voluntad hacia todos, en la cual, la pureza desarrollada durante el curso es compartida con todos los seres.

¿Se imaginan meditar todo un día?

¿Estando en contacto con tus pensamientos en todo momento sin hacer más?, ¿en grupo y solos? Aún lo pienso y me suena fascinante. Pero por otro lado, es estar conectado con el cuerpo y mente por más de una hora y media, luego tomarse unos minutos para comer, luego otra vez una hora y media de meditación en grupo, luego solos, luego en grupo hasta que llegue la noche.

He leído que no es para nada fácil. Algunas personas se retiran porque simplemente no soportan las diferentes dificultades que aparecen. Yo soy de los que se empeñan por lograr objetivos.

No creo que me llegue a retirar pero siento que me encontraré con mis diferentes personalidades, con heridas del pasado, con temores, con deseos, con objetivos, con sueños, con ilusiones. Encontraré el mundo que he creado en todos estos años pero siento que será destruido en esos 10 días. Destruido para construir uno nuevo, lleno de nuevas perspectivas y, sobre todo, de una tranquilidad para asumir los años que se vienen.

Sin duda, es el desafío personal más grande que voy a vivir en estos casi 34 años de vida. Pronto, escribiré la historia contando mi experiencia.

¿Regresaré siendo el mismo? En unas semanas lo sabremos.

“La meditación Vipassana no es solo ver las cosas del interior. Es también ver al vidente”.

— Amit Ray, autor y maestro espiritual indio.

Referencias

Bhargava, Ayushi & Srivastava, Shweta. (2019). Effectiveness of Vipassana in Improving Mental Health: A Review Paper. 4. 142–146.

¡Que tengas un buen día!

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