Problemas e incomodidades

Jonathan Martell
Jonathan Martell
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3 min readMay 2, 2024
Bangkok, Tailandia. Marzo 2023.

“Estamos aprendiendo, siempre estamos aprendiendo…No tengas miedo de equivocarte mientras vivas. Recuerda: estás viva y eso te da la opción de corregir. Corregir es un regalo, ¿Sabes? Pocas personas son capaces de apreciar su valor”.

Ángela Becerra, escritora colombiana.

Las experiencias que he vivido en las últimas semanas me han dejado pensando. ¿Por qué? Básicamente porque siento que me he dejado afectar más de lo usual por lo que ocurre en mi entorno. No es lo que aspiro, pues el agradecimiento debe ser parte de mi vida. Sin embargo, la incomodidad ha llegado y se ha manifestado en cambios de emociones y a través de palabras o textos.

¿Raro? Quizás sí, quizás no. Pero sí me deja pensando, especialmente porque sentí que alcancé un nivel de tranquilidad diferente cuando terminé de realizar mis retiros de meditación. Ya han pasado tres años desde que comencé. Este año voy por el cuarto, y siento que de alguna manera me ha ayudado a encontrar tranquilidad y a clarificar lo que quiero hacer a futuro.

Estar completamente solo, en silencio, sin hablar, es un gran alto en el ajetreo del día a día. Todo se estabiliza, los problemas desaparecen al encontrarse soluciones y realmente uno encuentra la famosa “paz”. Es un estado en el que el cuerpo se conecta con la naturaleza y nada más importa.

El gran “problema” es lo que sucede luego. Al volver a la realidad y estar con más personas, todo cambia. Esa estabilidad desaparece, se mezcla con la problemática de los demás. Temas de trabajo, de pareja, de salud de personas cercanas vuelven a generar inestabilidad. Quizás uno se lo puede tomar con tranquilidad, pero tarde o temprano todo vuelve a estallar.

Esto me hace reflexionar sobre cómo alcanzar la tranquilidad real. Porque estar solo por tanto tiempo no es factible, ¿o sí? Estar con más personas es lo natural. Pero también se siente natural agobiarse por problemas, sentirse incómodo e inestable.

¿Raro, no? Si buscamos siempre la felicidad y la tranquilidad, ¿por qué siempre andamos con problemas, quejas e incomodidades? Tómate unos minutos para analizar y recuerda alguno de tus últimos problemas. Incluso quizás hasta hoy mismo tuviste problemas. ¿Por qué ocurren?

Siempre están ahí, merodeando. Cuando uno se siente más tranquilo, algo nuevo aparece. Por algo los estoicos nos decían que debemos prepararnos para esos momentos de dolor o incomodidad.

Pero me he preparado. He estado 14 días sin hablar, pero siento que aún así no es suficiente. Aún me afectan las emociones o problemas de los demás. Aún me desequilibro.

Claro, ya no como antes, he cambiado mucho. Ahora sé que es parte de un proceso. Sé que tarde o temprano pasará y todo estará bien. A nivel práctico, lo aprendí y lo viví con la meditación. Lo experimenté. Nadie me lo contó; yo pude sentir cómo el dolor en mi cuerpo pasaba y solo sentía energía positiva. Fue mágico y real.

Entonces, todo lo que ocurre a nuestro alrededor simplemente pasa, simplemente fluye. Lo que ahora busco es que no me afecte, pero quizás ese no es el camino. El camino real es saber que me afectará, pero pasará rápido.

Es como mirar desde dentro del cuerpo, sentir las emociones y saber que es así. Recuerdo que hace un tiempo me pasó con una exnovia; lloré de tristeza, pero mientras lloraba, me sentía bien. ¡Hasta lo disfruté! Sabía que debía ser así y que era un aprendizaje que debía pasar.

Quizás deba tomarme así todos los problemas e incomodidades, saber que tienen que pasar. Quizás no podré evitarlos, pero tendré la fortaleza de saber que de algún modo me ayudarán.

¿Algún día podré controlar mis propias emociones? Sería el siguiente paso en la evolución que he tenido con el tiempo. Y es una evolución que agradezco y aprecio.

Hasta el siguiente artículo, que estés bien.

“Cuando los buenos tiempos que estaban por venir llegaron, resultó que imitaban en todo lo posible a los días del pasado”.

Sylvia Townsend Warner, novelista y poeta inglés.

Publico nuevas historias, todos los miércoles y domingos. Léelas aquí.

¡Que tengas un buen día!

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