Ser positivo
“Es agradable ser feliz, pensó. Y saberlo mientras lo eres”.
Arturo Pérez Reverte, novelista y periodista español.
Suelo pensar que podemos tener días buenos y malos. Que nos puede pasar de todo. Pero hay algo en mí, una especie de brújula interna, que me impulsa a buscar siempre el lado positivo, incluso en los momentos más difíciles.
Aquel día me levanté de la cama, decidido a no dejarme consumir por la negatividad. Me serví leche de almendras y me senté en la silla junto a la ventana. Miré hacia afuera, observando el cielo gris.
Fue entonces cuando lo vi: un pequeño rayo de sol que se abría paso entre las nubes. Era tenue, casi imperceptible, pero estaba ahí. Esa pequeña muestra de luz era un símbolo para mí, un recordatorio de que incluso en los momentos más sombríos, siempre hay una chispa de esperanza.
Siempre el sol me da señales de esperanza.
Comencé a reflexionar sobre mi situación. ¿No era también una oportunidad para reinventarme? ¿Para encontrar una nueva pasión, tal vez algo que siempre había querido hacer pero nunca me había atrevido?
Esa tarde, decidí caminar. Caminar para reflexionar sobre mis experiencias, mis sueños, mis miedos. Busqué plasmar en ideas todo lo que sentía, y con cada palabra, sentía cómo el peso de la incertidumbre se aligeraba. Era mi forma de enfrentar la tormenta, mi manera de mantener encendida la luz del positivismo en mi interior.
Con el tiempo, he aprendido a ver cada desafío como una oportunidad. A entender que la felicidad no es la ausencia de problemas, sino la capacidad de encontrar la luz en la oscuridad mientras nos mantenemos en calma. Y aunque sé que vendrán más tormentas, también sé que todo estará bien de algún modo.
Muchas veces me han comentado que no son negativos sino que son realistas. Pienso lo contrario. La realidad la creamos nosotros mismos. Nos forjamos nuestras propias mentiras. Creamos nuestro mundo. Pienso que podemos vivir una tormenta con una sonrisa, o por lo menos, intentarlo. ¿No crees que es mejor?
Siento que nuestras energías están más alineadas con lo positivo que lo negativo. Claro, para mí. Quizás para otras personas el hecho de ser realistas o negativos les ayuda a estar en tranquilidad y ser felices. Si es así, genial. Si no es así, quizás puedan cuestionar ese enfoque para encontrar su propia calma.
En mi caso, esas energías positivas, ese acto de manifestar me han permitido lograr objetivos. Aún sigo en camino de seguir conociéndome y definiendo lo que haré, pero el recorrido se va disfrutando mucho más que antes.
“El camino está siempre marcado, pero no en un sentido fatalista. Cada instante, con la respiración, con la mirada, y con los días que se repiten, uno tras otro, se va decidiendo espontáneamente”.
Banana Yoshimoto, escritora japonesa.
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¡Que tengas un buen día!