Trabajando remoto desde Asia
“El esfuerzo, el éxito y las conexiones profundas, no están definidas por una ubicación. Estas surgen cuando personas excepcionales con valores compartidos, trabajan juntas hacia los mismos objetivos”.
Brian de Haaff, empresario estadounidense.
¿Crees que puedes tener reuniones hasta las 2am?, ¿o coordinar proyectos de trabajo hasta las 3am?, ¿o qué tal tener reuniones los viernes por la noche hasta que acabe el día?, ¿te suena bien? Si no es así, te diré que quizás no estás apto para trabajar remotamente desde Asia.
A finales del año pasado, decidí mudarme a Bangkok por unos meses para seguir viviendo experiencias, aprender, equivocarme, reflexionar y, claro, también trabajar remotamente. ¿Fue una decisión fácil? Hacia los demás no. Internamente sí estaba muy seguro. Digo hacia los demás porque estaría a 12 horas de diferencia con Latinoamérica. Sí, 12, un número bastante alto. Lo que me podría colocar en una posición incómoda para realizar proyectos.
A pesar del potencial riesgo, sabía que era necesario y que tenía que hacerlo. Sería cuestión de organizarme.
Y así lo fue. Tan pronto llegué, mi horario de trabajo aproximado era de 9 am hasta las 2 am de lunes a viernes. Entre reuniones, avanzar proyectos y leer alguna información extra.
¿Cómo lo hacía? Me despertaba tarde, claro está. Dormía mis 7 horas. Es decir, me solía levantar a eso de las 10 am. Entre arreglarme y desayunar, podía comenzar a trabajar a eso de las 12 pm hasta el almuerzo. Un par de horas bien enfocado para luego estar libre.
Grab, mi app favorita por estos lares, me traía la comida a mi casa a eso de las 2:30pm. Comía mientras veía Netflix por alrededor de una hora. Descansar, un baño, algunos ejercicios y ya estaba listo para salir.
A veces 3:30pm, a veces 4:30pm. Pero tenía que salir sí o sí para recargarme de energías. La ciudad y las personas se encargaban de eso. Cada salida fue una nueva experiencia. Cada interacción, una perspectiva nueva. Cada día, una nueva aventura.
Regresaba a mi casa a las 8 pm o a las 9 pm, dependiendo si comenzaba alguna reunión.
¿Tenía sueño? Quizás los dos primeros días pero luego todo fluyó. Es más, recuerdo que comencé durmiendo a las 12 pm y 1 am. Pero luego de una reunión a las 3 am, comencé a dormir a las 2 am y luego 3 am. Finalmente el trabajo te lleva hacia esos horarios. En mi caso, lo disfruté. Quizás porque mi cronotipo es intermedio, de acuerdo a mi ritmo circadiano.
¿Energía? A tope. Una buena alimentación, más ejercicio, más horas de descanso lo hacen posible. Mi acompañante preferido fueron mis batidos de proteína, sin lactosa, que venían ya listos para ser tomados. Comencé a ingerir uno o dos por día cuando me di cuenta que estaba comenzando a bajar de peso por caminar tanto y no comer la suficiente cantidad de proteínas.
Luego todo se alineó y me permitió siempre estar bien. Incluso no me enfermé en estos meses.
¿Mi equipo core de trabajo ? Andre y Mica simplemente dijeron que lo mejor que les había pasado es que me fuera a Tailandia. Coordinaban y hacían los trabajos durante las mañanas de Perú, mis noches en Bangkok. Luego estarían casi libres. Si bien el trabajo que hacemos es por objetivos, tenemos varias reuniones para avanzar los proyectos con los clientes. En este caso, se intentó hacer todo en ese horario. Además, las dos son brillantes, lo que hace que todo avance sin problemas. Así de simple.
¿Los clientes? Algunos con dudas iniciales, otros solo me alentaban a conocer la ciudad. ¿Saldo final? Positivo. Finalmente, no afectó el horario y los proyectos fueron entregados con la misma calidad de siempre.
¿Y las personas que me contratan? Siempre tuvieron confianza en mi trabajo. Y creo que esa confianza se vio reflejada en las actividades que realicé estos meses. En la consultora PPM todo marchó muy bien, incluso con todo el equipo de trabajo. Encontré bastante flexibilidad con los horarios y disponibilidad.
Solo tuve algunos inconvenientes con la PUCP al momento de coordinar ciertas actividades previas al inicio de clases. Ahí no supe adaptarme totalmente a su forma de trabajo para unos proyectos extra que surgieron. Quizás también porque no lo tenía priorizado en mi mapa de actividades diarias. Queda como tarea para una siguiente vez.
Entonces, ¿se puede trabajar remotamente con doce horas de diferencia? Claro que sí pero necesitas realizar diferentes sacrificios, rodearte de personas que confíen en tu trabajo y tener un equipo altamente capacitado para dar soporte en caso no estés. Además, si tu corazón dice que puedes, sencillamente, podrás.
“Me estoy convirtiendo en una nómada profesional y disfruto de esa parte de mi vida”.
Dar Williams, cantautor estadounidense.
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¡Que tengas un buen día!
