Un nuevo lugar
“Los nuevos lugares siempre nos ayudan a ver la vida de manera diferente”.
Joan Bauer, escritora estadounidense.
Una mirada: me mira, la miro. Baja la mirada. Yo también la bajo. Es una mirada fascinante. Ojos oscuros y un sutil rimel.
Pienso qué pasará por su cabeza en ese momento. Ella toma unas notas y comienza a escribir. Se toma unos 10 segundos. Luego dirige su mirada hacia su alrededor. Señala con sus dedos, como si de contar se trataría. Vuelve a escribir.
Sigo mirándola.
Se coge el cabello, arregla un poco y procede a guardar sus notas. Reposa sus dos manos en sus piernas. Ella está sentada casi sin moverse. Se queda mirando a un punto fijamente por unos segundos. Luego se mueve, me mira, mira a otro lado. Vuelve a mirarme.
Vuelvo a pensar qué debe estar pasando por su cabeza en ese momento. Cuán diferentes podríamos ser. Ella, de una cultura muy opuesta a la mía, ¿podríamos encontrar puntos en común? Si nos conociéramos ¿podríamos encontrar el punto medio?, ¿o sería muy difícil?
Suena una alarma. Ella se desabrocha el cinturón y se para. Comienza a caminar para hacer las actividades que le correspondía.
Yo, me quedo sentado sin moverme. Me quedo pensando si realmente el tema cultura es muy importante para conocer personas. Rápidamente viene a mi mente lo bien que la pasé con Lucía. Gran historia. Ella de Corea, yo de Perú.
En retrospectiva, realmente todo avanzó muy bien y encajamos sin problemas. Claro, hasta que sucedió ese incidente durante Halloween que fue el punto de quiebre para tomar caminos diferentes. Fallé. Pero pienso que fue parte del proceso.
¿Hubiera podido funcionar? Aún pienso qué hubiera pasado si aquel día hubiera actuado diferente, si no hubiera tomado tanto o si me hubiera puesto en su lugar y listo. Para ser sinceros, en esa época yo solo quería explorar. El dejar de salir con ella, no me pareció mal. Es más, creí que era lo mejor para que cada uno pueda seguir conociendo más personas.
Pero con el tiempo, y la experiencia, uno se va dando cuenta que solo con algunas personas llegas a encajar bien. Y pasas de una noche de diversión a continuar conociéndose para formar algo más.
Ese proceso de aprendizaje no es fácil. Se requieren caídas y, sobre todo, tener las ganas de seguir aprendiendo. Usualmente uno elige a una persona y va con todo. En mi caso, preferí conocer diferentes perspectivas antes de conocer a profundidad a una sola.
¿Ahora? No lo sé. Estoy en otra etapa de mi vida. Me conozco más, sé lo que quiero, lo que necesito y también que — mi estilo de vida nómade — requiere de personas con bastante flexibilidad.
Sin embargo, hace poco Claudia me dijo: “Pero si te enamoras de verdad. Harías de todo por esa persona. Hasta quizás te quedes en un solo lugar”. No lo sé. Antes pensaba que no, ahora le doy algo más de chances, podría ser posible.
A pesar de ello, siento que debo seguir caminando y explorando. Seguir viviendo experiencias, inspirarme por otros puntos de vista y cuestionar lo que pienso o siento.
Estoy abierto a maravillarme y ese lugar, por los siguientes meses, será Bangkok. Lugar en el que quería vivir desde hace un buen tiempo.
Veremos las historias que se escriben y los aprendizajes que se crearán. Por ahora, solo queda disfrutar del presente.
¿Cuál es tu siguiente destino?, ¿para qué viajarás?, ¿por qué no intentas algo diferente? un lugar que te saque de tu zona de confort, que desafíe tu manera de pensar, que te permita cambiar y que no vuelvas a ser el mismo. Que te permita fluir. ¿Lo intentas?
“Siempre hay nuevos lugares para ir a pescar. Para cualquier pescador, siempre hay un nuevo lugar, siempre un nuevo horizonte“.
Jack Nicklaus, golfista profesional.
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¡Que tengas un buen día!
