Atrasar mil años.
Gastando recursos que no nos sobran.
Hace ya unos meses en Políticamente Incorrecto publicamos una comparación entre las dos aplicaciones para celulares que cambiaron el transporte urbano en CABA, Uber y Cabify. Similitudes, diferencias y la forma en que trabajan en el país.
Ahora el Gobierno porteño a través del Ministerio de Modernización esta a punto de lanzar un refrito de ambos, una app para taxis con el objetivo de contentar al gremio. Mi opinión personal: No va funcionar y se ha gastado mucho dinero en una aplicación movil que no aporta nada a la ciudadanía.
¿Por qué desarrollar una aplicación que ya existe? La presión de los taxis y la oportunidad de bancarizar ese sector fue demasiado para algunos. Lamentablemente ese tiro está destinado a salir por la culata. En primer lugar porque existían aplicaciones como EasyTaxi en el país y no eran la gran cosa. Es más nunca pude utilizarla porque la app no paraba de colgarse.
En segundo lugar, no son propuestas superadoras a las dos aplicaciones con la que quiere competir. Cabify ofrece autos modelos 2012 o menos, también cuenta con un servicio con autos más grandes, su modelo de negocios esta apuntado al sector empresarial corporativo. Por otro lado Uber se destaca en precio y es el elegido por los turistas cansado de que los timen. El gobierno de la ciudad el cual nunca se pudo establecer como marca quiere competir de igual a igual con una empresa como Uber que esta en 500 ciudades del mundo.
Esto es lo que en la calle se conoce como Kirchnerismo con buenos modales, yo prefiero decirle kirchnerismo con tenedor para ensalada, pero son gustos. Es decir se reproduce el modelo económico de la gestión saliente (a nivel nacional, claro). Esto en lineas generales es: Yo copio lo que hay afuera (con los pocos recursos que tengo) y ahora me podes comprar a mi que soy nacional y popular. Todo muy lindo, pero el problema es que cuando pones la lupa hay un sin fin de errores estructurales y BuenosAiresTaxi no escapa de esto.
Evoluciona o Muere.
Los taxis están destinado a desaparecer a menos que hagan un gran cambio en su estructura. Tendrían que haberlo hecho antes (como 4 años antes cuando sabían que Uber tarde o temprano iba a llegar al país). Durmieron.
Se acabó el peón de taxis, el cual era un negocio para los dueños de las licencias, en negocio turbio que movía una rentabilidad inigualable debido a su condición monopólica. El que tenga un taxi lo va tener que trabajar él. Acá esta la razón principal para oponerse a Uber, qué peón de taxi va poder ser seducido si tenes una compañía a la que no le tenes que pagar previo a que vos hagas plata…
El taximetro y el sistema de fichas es casi del medioevo, no tiene sentido alguno no tener una lectura por gps que marque el camino más directo (cruzando información de transito con Wase). Los márgenes de ganancia son altísimos porque se contempla que trabaje un peón (donde un 50% de lo que gana va para el dueño de la licencia).
Ahora, el principal problema de los taxis, es el costo de la nafta. Acá es donde deberían haber mejorado su aspecto, muchos aprovecharon el gas y se pasaron a GNC, lo cual es una buena movida económica. Sin embargo ante el ingreso inminente de autos eléctricos (e híbridos) en el país, ahí reside el talón de Aquiles y la inoperancia de taxis, sindicatos y gobiernos…
¿Cómo vas a competir cuando aparezca un Uber con motor eléctrico?
En la Argentina creemos que innovar es copiar lo que esta de moda en el primer mundo. Nada más alejado de la realidad. La innovación en los taxis tiene que ser a través de una mejora sustancial de los costos. Autos eléctricos o híbridos, ahí es donde los sindicatos tienen que cobrar fuerza… El problema del sindicato de los taxis es que Viviani es un mafioso.
General Motors tiene el Chevy Volt, Fordo el C-Max Energi, Toyota el Prius, todas estas compañías tienen fábricas en la República Argentina, ninguna desarrolla sus modelos híbridos en la Argentina. Ahí es donde el sindicato tiene que hacer presión para conseguir estos modelos a buen precio (ya que comprarían de a varios cientos).
El futuro depende de la innovación y la capacidad de resolver problemas.
