Ya sabes, si quieres las tomas y si no, las dejas
Así son las lentejas, aunque por aquí no ha sobrado ni una y es que los días nublados (que no son muchos en Alicante, la verdad) parece que apetece un platito caliente.
Si el otro día cuando en el post de la salsa española os comentaba que, al contrario que a la mayoría de los niñ@s, cuando era pequeña no me gustaba la pasta, ahora os digo que al revés que la mayoría de los niñ@s que odian las lentejas a mi hijo le encantan.
Es una gozada que venga del colegio y te diga “mami, ¿hay lentejas? ¿con chorizo? Ummm!!” y se mete un plato entre pecho y espalda que cuando termina siempre dice “voy a reventar, necesito reposar” :-)
La verdad es que es una suerte que le gusten tanto porque el consumo de legumbres está indicado, sobre todo, para aquellos que realizan un trabajo muscular duro (¡y di que no se mueven los músculos de los “enanos”!)y para jóvenes o adultos que realizan un esfuerzo mental ya que aportan energía y fósforo.
Yo suelo utilizar siempre lentejas pardinas y, aunque las lentejas no necesitan remojo, yo las pongo en agua mientras preparo todo el sofrito para que tarden menos en cocer.
Los ingredientes utilizados para esta receta son:
- 1 taza de lentejas
- 1 tomate maduro
- 1 diente de ajo
- 1 cebolla
- 1 hoja de laurel
- 1 cucharadita (de las de café) de pimentón dulce
- 2 patatas medianas (en casa somos tres y a mi hijo la patata en las lentejas no le gusta)
- chorizo ¡¡ojo que no sea picante!!
- Aceite, sal y agua
La elaboración es bien sencilla:
- En primer lugar ponemos las lentejas en un bol con agua.
- Picamos la cebolla muy fina, cubrimos el fondo de la cazuela con aceite y doramos el diente de ajo y la cebolla picada.
- Incorporamos ahora el tomate rallado.
- Ponemos la cucharadita de pimentón y removemos para que no se nos queme.
- Añadimos el chorizo, yo lo pogo en trocitos no muy grandes para que se haga más facilmente.
- Incorporamos las patatas peladas y damos una vuelta a todo para que se mezclen bien los sabores.
- Escurrimos las lentejas y las añadimos dándole también unas vueltas.
- Por último cubrimos con agua, ponemos la hoja de laurel y sal. Dejamos cocer a fuego lento.
Os recomiendo que lo hagáis a fuego lento por dos motivos, uno porque la comida hecha con tiempo sale mejor y otro porque si subís el fuego corréis el peligro de que se os consuma el agua y acaben las lentejas pegadas al fondo de la cazuela…. os lo digo por experiencia, ayer me tocó hacer dos veces la comida :(