262. El vino tinto y los vegetales

En más de una ocasióon he vistoo personas tristes, cabizbajas, buscando un vino para ensalada o vegetales, a veces porque es un componente de su menú, otras porque por razones de salud, religión o decisión de vida han adoptado dietas vegetarianas o veganas. Casi sin excepciones van directamente hacia los blancos, se alejan de los tintos como de la propia carne.

Es una verdadera lástima que en esos casos gane el prejuicio y no el mínimo sentido común. Muchos productos vegetales, por el mero hecho de cocinarse a la parrilla ganan una intensidad que sólo puede ser acompañada por un vino tinto y pensamos apenas en la zanahoria y la forma como despliega su dulzor.

Porque si uno se mueve hacia la berenjena o los champiñones es todavía más claromorosa la necesidad de un tinto y eso en preparaciones sencillas porque cuando uno piensa en berenjenas a la parmesana hay poco que discutir sobre la pertinencia de un chianti.

Pienso en las aceitunas negras, en los tomates confitados, en los pimentones rojos, en el resto de las setas frescas y secas más allá de lloos champiñones y veo, uno tras otro, tintos frescos o con algún paso por madera, de climas fríos y cálidos, elaborados en estilos tradicionales y también más modernos, concentrados y agresivos.

Una de las mejores cosas en el mundo del vino es que los “problemas” de armonías, casi sin excepción, no tienen una sino diversas soluciones correctas. Y exquisitas.

--

--

Esnobismo gourmet
La vuelta al 2017 en 365 notas sobre vinos

Vinos, destilados, cocteles, gastronomía, recetas, libros, viajes, pecados, cultura y estilo de vida. Esnobismo. Punto. http://t.co/AWY1EN1xUG