Robert Gerhard y las estatuas
No veo mal que las calles lleven números o letras en vez de nombres. Mejor un seis, un 21, una A y hasta una Ç, que algún arzobispo o ingeniero desconocido, de méritos cogidos con pinzas, de esos de decir ‘vete tú a saber quién fue’. Es más práctico y conlleva menos…