Por qué no me gusta el fútbol
El fúmbol y yo somos archienemigos naturales, como Holmes y Moriarty o Aristóteles y la placa de metal con pinchos. Mi odio no viene de una pose intelectualoide (conozco tipos muy inteligentes y cultos que memorizan los ángulos de los goles del Barça) ni de un afán…