Regresé de aquel mar
con un lunar
Fue efímero el instante. Nuestro instante.
Nadie entiende este capricho
Sucede que la vida te da sorpresas. Algunas buenas, otras no tan buenas.
Sucede que a veces la noche te encuentra llorando como una criatura, acurrucada en el rincón más oscuro de la casa.
En los días soleados como este alguien muere. En este mismo instante una luz se apaga y se eleva hacia un lugar sin remitente.