LIVINK Offsite #6 — Sobre sillas, sentarse y fumar

Arquitectos, objetos icónicos, ergonomía, salud, la oficina y la muerte

Manuel Zafra
LIVINK Offsite
6 min readAug 5, 2020

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Sillas

La silla es (ha sido y sigue siendo) el objeto con el sueñan arquitectos y diseñadores.

Esto lo aprendí de una novia arquitecta. No tengo claro si la silla ya era, por sí misma, un objeto con cierto misticismo, y esto hizo que arquitectos famosos decidieron trabajar sobre ella, o fue al revés; que el hecho de ver a arquitectos reconocidos diseñando sillas, que devinieron en iconos, convirtió la tarea en hito a lograr.

Sí sé que arquitectos y diseñadores fantasean con diseñar una silla que pase a la historia y que se convierta en un objeto mítico; como la silla Barcelona de Mies van der Rohe, la colección LC de Le Corbusier (et al) y muchas otras.

Silla Barcelona — Mies van der Rohe
Silla Barcelona de Mies van der Rohe

Si te cruzas con uno, sácale el tema. Es especialmente divertido confundir, a propósito, nombres de sillas y diseñadores. Esto les genera ligero escozor interior que suele dar pie a una buena conversación. 😬😜

A pesar de su aparente sencillez la silla es un invento relativamente moderno. Me refiero a la silla común, accesible, omnipresente en nuestras estancias. Antes de mitad de siglo XIX los únicos que se sentaban eran los miembros de las clases altas. Las sillas no eran sillas, eran sillones o, más bien, tronos. Fabricar objetos en los que sentarse no era fácil, ni barato, ni rápido. Sigue siéndolo de hecho.

“Diseñar y fabricar una silla es bastante más complejo de lo que parece”, dice mi amigo Daniel (Woodendot); “y es de los últimos elementos que las marcas incorporan a su catálogo”.

Todo cambió con el descubrimiento o invención, por parte de Thonet, de la técnica para curvar madera con vapor. La silla Thonet fue la primera que se fabricó de forma industrial y esto permitió que fuera barata y accesible.

Imagina cuál fue mi sensación al descubrir, después de verlas y usarlas durante muchos años sin tener ni idea de su significado, que en casa teníamos unas cuantas de estas sillas.

Sillas modelo Thonet

Con Thonet empezó la tarea inacabada de diseñar y fabricar objetos en los que sentarse: sillas, sillones, butacas, chaise-longs, pufs; de plástico, metal, madera, cartón; apilables, baratas, imposibles y cómodas.

Si te ha gustado el tema, te recomiendo este maravilloso documental hecho por Vitra (una marca suiza de “objetos de diseño”) sobre la museo-colección de objetos para sentarse que han creado y construido. Simplemente fantástico.

Es agradable llegar un lugar nunca visitado y encontrarte con una silla convertida en icono. En nuestro penúltimo AirBnB nos encontramos varias sillas Panton de Vitra y una silla que recordaba a la Silla Roja y Azul de G. Rietveld. Fue una muy buena forma de empezar la relación con nuestro anfitrión y a partir de ahí todo fluyó bastante.

Todo esto es para decirte que me fascinan las sillas (en realidad tengo una relación amor-odio que te cuento más abajo), que las observo continuamente y que, sobre todo, intento entenderlas; entenderlas como elementos únicos y como parte del contexto en el que se encuentran; entenderlas según su función que siempre es sentarse pero que nunca es simplemente sentarse: sentarse a trabajar, a leer, a comer, etc.

Sentarse

Vayas donde vayas te van a ofrecer una silla para sentarte ¿verdad?; queda claro, por tanto, que es un objeto de debe ser minuciosamente elegido por la relación entre el precio, su función, las calidades de los materiales y las horas de uso.

Cuando entro en un lugar (cafetería, restaurante, bar, oficina o casa) me fijo en las sillas y juego a inferir la personalidad de quién las compró y por qué las eligió; intento entender si durarán mucho o poco; si había buena intención pero poco presupuesto o todo lo contrario; si son simplemente aparentes para esconder una mala calidad; si están elegidas con cariño o con la idea de que estés sentado poco rato (¿Las banquetas altas y planas e insoportables de los bares? ¡Exacto!).

Obviamente, voy siguiendo el mercado de los coworkings y estoy atento a cuando aparece uno nuevo. Y por supuesto observo; voy a las fotos y me fijo en las sillas que han decidido ofrecer; e intento entender todas esas cosas que he comentado en este párrafo anterior: ¿han ido a lo más barato?; ¿han sido elegidas a conciencia?; ¿ha predominado su forma o ha predominado su función?. Según han elegido las sillas me puede dar pistas de otras muchas cosas.

En LIVINK tenemos, por casuística del negocio, sillas de varios tipos (tenemos sillas de 600€ y sillas de 100), y esto es lo que he aprendido observando a la gente sentarse:

  • La postura habitual a la hora de sentarse es horrible pero es lógico, no es una postura natural para nosotros y el cuerpo se rebela. (más info abajo)
  • Las sillas de oficina tienen múltiples funcionalidades (cuánto más cara más funcionalidades) que nadie sabe usar.
  • Un porcentaje altísimo de las personas no sabría decir cuál es la más cara y la más barata.
  • Es casi imposible reparar una silla. Están diseñadas explícitamente para que esto no sea posible y los fabricantes, además, no te venden repuestos. Concretamente la que yo siempre recomiendo, es reparable.
  • Nos gusta la sensación de poder elegir nuestra propia silla. Esto es interesante a la hora de montar una oficina de cero, porque se comete a menudo el error, según mi experiencia, de elegir un único modelo (desarrollaré esta idea en otro texto).

Conclusiones:

  • No todas las sillas tienen todas las funcionalidades (respaldo ajustable, asiento ajustable, altura ajustable, reposabrazos ajustables, cabecero ajustable, 💤 💤) recomendadas por la “ergonomía”. Antes de comprar averigua qué funcionalidades son imprescindibles para ti.
  • No hay un tejido mejor que otro (dentro de unos niveles) y cada cual tiene sus preferencias. Prueba y elige el tuyo: piel natural, piel sintética, tejido sintético, mallado..
  • Salvo que compres una silla de 400, 500 o 600€ busca una que se pueda reparar. Se te va a acabar rompiendo alguna tontería y te frustrará tener que comprar una silla nueva al completo.
  • ¿Tienes parqué en casa y no quieres estropearlo? Analiza bien las ruedas. Unas buenas ruedas hacen bien el trabajo de rodar y no estropean (al menos no dos meses) el suelo. Una malas ruedas te destruyen el suelo. Aquí afecta mucho también tu peso. Si pesas mucho necesitarás prestar atención a esta característica.

La teoría bien pero la práctica es que, de repente, hay que encerrarse y trabajar desde casa, produciéndose auténticas historias de horror con las oficinas domésticas improvisadas como protagonistas.

Una última y polémica conclusión:

La ergonomía está sobrevalorada

Y aquí te conecto con el siguiente apartado.

Fumar

Por último, piensa un momento la respuesta a esta pregunta:

¿Cuántas horas pasamos sentados a lo largo del día?

No hagas cuentas porque la respuesta correcta es: ¡demasiadas!.

La oficina (luz artificial, aire acondicionado, sillas ergonómicas, pantallas) nos están envejeciendo y debilitando a una velocidad de vértigo; y estar sentado es una parte principal de ‘estar en la oficina’.

Sitting is the new smoking; que dice algún gurú del fitness

Los humanos no estamos diseñados para estar sentados, mucho menos para estar sentados 8 o 10 horas al día y muchísimo menos para estar sentados en una silla. Como animales que somos llevamos miles de años sin sillas y aproximadamente 200 con sillas. ¿Qué crees que deberíamos estar haciendo? Te la respondo yo también: ¡Cambiar todo el rato de postura! Añadir variedad postural a nuestra jornada.

¿Cuál es el problema? Que las sillas de oficina nos acomodan tan bien que no nos incentivan a levantarnos, movernos o cambiar de lugar. Te lo voy a repetir:

Hazle esto 🖕 a la ergonomía y trabaja desde el suelo

¿Desde el suelo? Sí, desde el suelo.

¿Interesado? Te lo cuento en otro post.

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