Motivación: La fuerza interior que viene y va

Vic Blázquez
Motiv
Published in
5 min readFeb 7, 2018
Yo me la imagino así

¿Qué hace que el primero de enero o al volver de verano queramos hacer muchas cosas? Hay algo en nuestro interior, una fuerza, que tiene ganas de salir y cumplir objetivos.

Pasa el tiempo y esa fuerza se apaga. Ya no apetece ir al gimnasio, seguir con los buenos hábitos, hacer las buenas prácticas, ni nada, de nada, de nada. Esa energía inicial se apaga y parece que la culpa es nuestra. Si fuera culpa nuestra, esa fuerza ni siquiera aparecería.

Las personas, por naturaleza, queremos hacer cosas, cumplir, crear, conseguir, acabar y entregar. Está en nosotros, el cerebro nos premia haciéndonos sentir mejor y acabamos siendo más felices. Entonces, ¿por qué desaparece?, ¿por qué se queda silenciada?

Recordatorios, Ridículo, Resistencia

Odio cuando alguien habla de “las 5P para conseguir lo que quieres” y luego cada concepto empieza por P. Tardan más tiempo en que algo suene bien en vez de que funcione bien.

En este caso, y revisando mis notas, me he dado cuenta que las 3 empiezan por R. Así que ha dado la casualidad de que tengo mis propias 3R.

Recordatorios

Cuando quieres conseguir algo necesitas varios días, semanas o meses para conseguirlo. Tienes que fijar una hora, comprometerte y cumplirlo. Al principio te cuesta poco porque es la novedad, después te cuesta más porque se vuelve repetitivo y según pasa el tiempo cada vez es más fácil que tengas ganas de hacerlo.

Ese tiempo, el tiempo entre que te cuesta y que lo haces sin pensarlo, no son 21 días, ni 28 como siempre se había creído. Los últimos estudios del cerebro han demostrado que para fijar un circuito neuronal se necesitan 66 días.

Esto vale para todo. Pongamos que quieres aprender ruso. Cada día que aprendes sumas un punto. Cada día que no lo haces restas un punto. Y justo ahí está la debilidad. Cuando un día no cumples no solo restas un punto sino que tu cerebro ocupa ese hueco de ruso en otra información.

Las neuronas que se encargaban de fijar el hábito para aprender ruso como ven que están sin hacer nada se mueven y empiezan a usarse en otros proyectos. Si llevas pocos días haciéndolo, la fijación es tenue, y al día siguiente tu cerebro ni se acordará de decirte que tienes que aprender ruso o de algo peor, no te recordará por qué quieres aprender ruso.

Eso provoca otro día sin cumplir y poco a poco eso que querías hacer se desvanece. Tu cerebro como ve que no te lo tomas en serio se pone a hacer otra cosa.

Ridículo

Para poder sobrevivir llegó un momento que nuestros antepasados tuvieron que empezar a llevarse bien entre ellos. Y no solo llevarse bien sino a necesitarse. Necesitaban a otras personas para desarrollar ideas, para compartir sentimientos, para reproducirse, para protegerse…

Quien hacía el ridículo, el señalado, del que se reían, le echaban del grupo. Ahora debía pensar solo, compartir sentimientos solo, protegerse solo y por supuesto no poder reproducirse. Por eso el cerebro de manera innata le tiene tanto miedo al ridículo. Por su supervivencia debe convencerte de que no lo hagas.

Lo que pasa es que actualmente si tu amigo hace el ridículo tú no le vas a dar de lado. Si un familiar hace el ridículo tú no le vas a dar de lado. Y si un compañero del trabajo hace el ridículo tampoco le vas a dar de lado. Y si tú no lo harías, tampoco lo harían contigo. Aunque tu cerebro no lo entienda.

Contar a alguien que te has apuntado al gimnasio o de que vas a ir todos los días a la biblioteca o de que vas a apuntarte a clase de baile puede salir bien o mal. Todo depende de lo que hablamos el otro día sobre la memoria y los huecos:

Motivación neurocientífica: Memoria, motivación y huecos

Si a lo largo de tu vida cuando contabas que ibas a hacer algo nuevo la respuesta es negativa, ahora piensas que también lo será. Y cuando bajes la guardia, a los dos o tres días de empezar, algo en tu cerebro te dirá que es una tontería y que mejor dejarlo.

Que eres muy mayor, muy joven, que no es para ti, que tienes otras cosas que hacer, que más adelante mejor… Tu cerebro quiere que no lo hagas.

Resistencia

La resistencia tiene mucho que ver con lo que hablé sobre Real Artists Ship. Sí, hablo mucho de otras cosas que he escrito porque todo es un gran puzzle que poco a poco vas a ver cómo se une.

Motivación: Real Artists Ship II (Segunda parte)

Tu cerebro tiene estímulos constantes en tu día a día. Todos los estímulos que recibe los puntúa y crea un ranking sobre las cosas que más o menos apetece. Cuando ve la televisión apagada o el móvil vibrando o el libro que tienes que leer da una puntuación a cada uno de esos estímulos.

Después tú debes decidir si haces caso al móvil que es lo que más puntuación tiene, a la televisión que es lo segundo que más puntuación tiene o resistes y coges el libro que es lo que te habías propuesto. Cada día. Cada semana. Cada mes. Y es que las puntuaciones más altas son muy atractivas.

El algoritmo que utiliza tu cerebro tiene multiples variables bioquímicas combinadas con la información de millones de años y sobretodo con tu estilo de vida. Si jamás has probado la cocacola no podrás engancharte a ella. Si no te gusta está por casa no tendrás las mismas tentaciones de quien pasa todo el día allí. Al final, y ante todo, es tu forma de comportarte día a día lo que decide.

Conclusión

Si consigues recordar cada día lo que debes hacer, si te olvidas de la voz que te dice que vas a hacer el ridículo y si resistes otras tentaciones podrás hacer que tu fuerza interior venga pero no se vaya.

Cómo hacer cada una de esas partes depende de ti. Y que yo no te lo diga puedes cogerlo como excusa o como oportunidad para moverte.

--

--