El todo es más que la suma de las partes: la importancia de colaborar con una visión.

Cómo un cambio de perspectiva nos enfoca a trabajar mejor.

Sabrina Serra Fulles
NNIDO
3 min readMay 28, 2020

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En nuestra vida como estudiantes y profesionales aprendemos y trabajamos en conjunto. En casi todas las asignaturas hicimos trabajos grupales. ¿Quién no ha escuchado: “ahora se van a juntar en grupos de 3 o 4 personas”, o “la presentación es grupal” o el tan temido “divídanse en grupos y comiencen”? Sin embargo, no se nos invita a pensar en cómo formar un objetivo particular y trabajar como un sistema. Parecemos, simplemente, ser individuos que sólo tienen en común un trabajo práctico, una entrega, una nota al final del cuatrimestre.

Seguramente alguna vez te preguntaste ¿por qué cuando quiero participar en el grupo no puedo? O: ¿por qué recae sobre mí hacer todo el trabajo, si somos un grupo? O su contrapartida: Tengo un montón de ideas, ¿por qué no me puedo integrar al grupo para aportar? Yo seguro lo hice.

Todas estas preguntas tienen una respuesta de raíz: un cambio de enfoque puede ser el ingrediente secreto. Y hoy la invitación es a pensar en colaborar: proponernos un objetivo, trazar un camino a seguir, y dar pasos claros. La invitación es a trabajar en equipo y está abierta todes, desde quien busca conseguir su primer trabajo en UX hasta quienes lideran áreas en grandes organizaciones. Entender la diferencia es clave para lograr trabajar en la industria del diseño sin perder el entusiasmo y la energía en el intento.

“La invitación es a pensar en colaborar: proponernos un objetivo, trazar un camino a seguir, y dar pasos claros.” Imagen creada con Open Peeps de Pablo Stanley.

Colaboración diseñada: Alineación con una visión

Quienes trabajamos diseñando experiencias lo hacemos sí o sí colaborativamente: para nosotres el trabajo en equipo es fundamental. La definición de la palabra así nos lo indica: “Grupo de personas organizado para realizar una actividad o trabajo.” Y en donde los individuos de ese grupo comienzan a sumar más que el total de lo que ese grupo representa, ganando confianza en sí mismos y en los demás integrantes.

Para determinar el éxito podemos asegurar que nuestro equipo tenga un desafío atractivo que requiera de la colaboración multidisciplinaria y que logremos adueñarnos en conjunto tanto del proceso como del resultado. Esto es solamente posible si colaboramos con una visión.

Cuando los equipos trabajan, lo hacen más allá de los aspectos individuales de sus participantes, lo hacen mediante procesos que alientan la decisión colectiva, los acuerdos y el comenzar por sobre estar en lo correcto. Tenemos a nuestro alcance un sinfín de recursos que, dependiendo el desafío, nos permiten trabajar sobre el proceso y los resultados.

Una colega me dijo una vez que colaborar en equipo no sólo es pertenecer, si no que es abrirse, hacer preguntas, lograr entenderse en un lugar y asumir ese desafío. Si bien es importante tener una buena metodología de base como el Design Sprint para apoyar y guiar nuestro camino, sólo es cuestión de confiar y arrancar.

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