NFT de Bitcoin: ¿Los Maximalistas de BTC Tienen Razón Sobre los Ordinales?
Los NFTs han suscitado más controversia que cualquier otra forma de activo digital. La última ola de protestas proviene de un lugar inesperado: los maximalistas de Bitcoin.
Hasta hace unas semanas, los NFTs solo estaban disponibles en blockchains como Ethereum que admiten contratos inteligentes. De forma predeterminada, Bitcoin no presenta contratos inteligentes en su capa base. El programador y artista generativo Casey Rodarmor ha cambiado esa dinámica con la introducción de Ordinals en la blockchain de Bitcoin.
¿El comienzo de un caso de uso nuevo y próspero?
¿Qué son los Ordinales?
En los términos más simples, los ordinales pueden considerarse NFTs implementados en Bitcoin. Estos han requerido una serie de consideraciones especiales debido a las limitaciones de la red Bitcoin.
Un bitcoin se puede dividir en 100 000 000 satoshis o sats. Las personas que ejecutan nodos de Bitcoin pueden inscribir datos en cada satoshi utilizando la implementación de Rodamor, creando así ordinales. Es importante destacar que los contratos inteligentes se pueden inscribir en sats.
Sin embargo, Rodarmor rechaza el apodo de NFT. Él denomina obras de arte inscritas en Bitcoin como artefactos digitales.
Esto se debe a una diferencia clave entre los ordinales y otros NFTs: la inmutabilidad. La mayor parte del arte digital NFT en Ethereum y otras blockchains de capa 1 se aloja en el Sistema de Archivos Interplanetarios (IPFS). En otras palabras, los metadatos se almacenan fuera de la cadena, lo que significa que los creadores pueden modificarlos en cualquier momento.
Por el contrario, los artefactos digitales en bitcoin se graban en piedra una vez que se han inscrito. Incluso los creadores no pueden modificar los metadatos de un proyecto NFT con este diseño.
Si bien esto puede parecer prohibitivo a primera vista, bloquear los metadatos es vital para garantizar la procedencia de una obra de arte. Algunos incluso pueden afirmar que, en este contexto, los ordinales están liderando la innovación de NFT al reducir la dependencia de la infraestructura fuera de la cadena.
Bitcoin Maxis molestos
La introducción de Ordinals ha visto un retroceso masivo por parte de la comunidad Bitcoin en general. En un giro fascinante de los acontecimientos, los libertarios más ardientes del espacio han estado pidiendo que se censuren los ordinales en Bitcoin.
Uno puede entender la frustración de los leales a BTC hasta cierto punto. Después de todo, los Ordinales han causado una congestión significativa en la red desde su lanzamiento. Los Ordinales han sido en parte responsables de aumentar la tarifa de referencia para las transacciones de BTC en un 400%, al mismo tiempo que aumentan el tamaño medio de las transferencias de red.
Sin embargo, varios otros factores también han contribuido a este aumento. La caída de FTX y la represión de la SEC sobre los servicios de staking ha hecho que los criptoinversores acudan en masa a BTC. Además, la deslumbrante carrera de BTC hacia $25K naturalmente ha causado una ráfaga de actividad.
Desafortunadamente, los maximalistas de Bitcoin en las redes sociales no han logrado entretener ninguna apariencia de matiz.
La postura de línea dura adoptada por los leales se vuelve menos lógica cuanto más se profundiza. Si bien muchos citan la congestión como la razón por la que se deben sofocar los Ordinales, está claro que los maxis de BTC en gran medida desprecian los NFTs, independientemente de la implementación.
Una píldora dura para los puristas
Los detractores Ordinarios parecen pensar que esta es la primera vez que se utilizan NFT en Bitcoin. Como sea, este no es el caso. Bitcoin ha sido un semillero de innovación NFT desde el lanzamiento de Coloured Coins, que es anterior al propio Ethereum.
La idea de que la tecnología blockchain descentralizada creada por un codificador anónimo debería ser censurada es risible.
Bitcoin no está gobernado por ninguna entidad, que es precisamente el propósito. A pesar de sus contribuciones, los principales desarrolladores no tienen derecho a imponer sus preferencias en una red construida para servir a personas de todo el mundo.
También es importante considerar que la narrativa clave de Bitcoin como reserva de valor se ha disipado desde la reducción de 2022. El fracaso de BTC para mantener el valor frente a la inflación desenfrenada ha debilitado su atractivo general. Esto es especialmente cierto a la luz de los sectores florecientes de DeFi y NFT en otras blockchains.
Si se tiene en cuenta el sentimiento del usuario y la actividad de la red, los Ordinales probablemente llegaron para quedarse. Y aunque los puristas pueden seguir rechazando esta nueva tecnología, ignorar su potencial para aumentar la adopción es una tontería.
Hal Finney, el colaborador más venerado de BTC, reconoció este potencial en 1993. Aparentemente, algunos en este espacio todavía están tratando de ponerse al día con su visión.
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