Trabajar para ti no es libertad

El mito de la buena vida al emprender

Newpreneurs Staff
6 min readFeb 25, 2019

Contenido

Hablando con algunos de los fundadores que he conocido en los últimos 6 meses, encontré que la gran mayoría querían emprender para tener más libertad y obtener un buen balance de trabajo y vida personal.

Puedo ver cómo esto resulta atractivo. Es un estilo de vida que suele vanagloriarse por los mismos emprendedores que publican fotos en Instagram, con frases como «mi oficina del día» en una foto de una playa en Tailandia.

En mi experiencia, emprender no es así. No es un estilo de vida fácil ni libre de preocupaciones. Es lo opuesto de estar libre de presiones. Y no dejas de tener una persona odiosa como jefa. Trabajar para ti es la carrera profesional más difícil que puedes elegir.

Si estas creando una empresa por que quieres obtener un balance en tu estilo de vida y libertad total, te tengo una mala noticia: no va a suceder.

Empecemos con el dinero.

Cuando trabajas para otra persona, trabajas por un cheque. Puedes empezar cada mes y planear tu presupuesto, un plan de todo lo que vas a hacer con tu dinero. Tienes una idea muy clara de cuándo y cuánto dinero te pagarán y puedes tomar decisiones entorno a esto.

Trabajas X numero de horas, y recibes Y cantidad de dinero. Es una ecuación sencilla. Pero cuando inicias tu propio negocio, y dependes de él como tu principal fuente de ingreso, la ecuación se vuelve mucho más complicada.

Si estás iniciando con pocos recursos (bootstrapping), estás trabajando desde tu CRM viendo cuánto dinero está en el embudo de ventas, qué tratos puedes cerrar y cómo se ve el flujo de efectivo. Comparas esto con tus números a final de mes e intentas ver cuál es la forma más inteligente de financiar tu vida.

Esto es lo que hago con mi empresa Creatomic.

Al inicio, una empresa que se lanza con pocos recursos vive al día. Esto no es fácil pues es complicado planear tu vida a futuro, y tu calidad de vida sube y baja de la mano de la rentabilidad del negocio. Es inevitable, necesitarás tomar buenas decisiones respecto al dinero.

A estas alturas, o empiezas a gastar menos en tu vida personal para financiar tu negocio, o empiezas a recortar gastos en tu negocio para financiar tu estilo de vida. La primera opción es la correcta pero es difícil. La segunda es fácil pero te llevará a la ruina.

Si tu empresa cuenta con inversión, la historia es un algo distinta. No intentas arañar un poco de dinero de tu sueldo, ya sabes de dónde vendrá. Lo que intentas es dar a tu negocio suficiente gasolina para que despegue, pero esa es otra historia.

Por cierto, si tu empresa recibió dinero de inversionistas, ya no eres tu propia jefa. Y te darás cuenta de ello tan pronto quieras tomar decisiones con las cuales ellos no están de acuerdo.

Sé que esto suena algo deprimente. Si te quieres sentir bien, ve directo al final del articulo. Te prometo que no todo es triste.

Sobre el tiempo

¿ Vale, sigues conmigo ? Hablemos sobre el tiempo. Escucho todo el tiempo que los fundadores dicen que son emprendedores para poder tomar control sobre su tiempo personal, y tienen mucho de sobra. De nuevo, lo siento, pero de eso no se trata construir un negocio.

Para la gran mayoría de las personas, el recurso más importante que necesitas tener es tiempo. Es un recurso muy riesgoso. Nunca tienes tanto como crees, y desaparece cada día. Pero es todo lo que realmente tienes. Durante los primeros años de vida de tu empresa, vas a invertir horas y horas a tu negocio.

Cuando te tomas un tiempo, y quieres desconectarte, podrás darte cuenta de todo lo que no se termina por hacer. Consiente de todo lo que hay pendiente por hacer, los clientes a quienes no se está atendiendo, y los productos que no se están mejorando, no importa que tanto te esfuerces, no lograrás desconectar tu mente. Esto rara vez sucederá.

Y ya que es el único recurso que no se acabará, sin importar que tan baja esté tu cuenta de banco, tienes que preocuparte todo el tiempo por no querer darte por vencida.

En serio, si te quieres sentir bien respecto a emprender, ve al final del artículo. Ya casi terminamos.

¿Aún sigues aquí? ! Genial ! Sólo nos queda una cosa más. Eso de “ser mi propia jefa y trabajar para mí misma”. Si crees que trabajar para ti misma será mejor que trabajar para alguien más, te vas a decepcionar.

Todos los que hemos trabajado para otra persona nos hemos encontrado dos tipos de malos jefes:

  • Un idiota. Ya sabes. Son esos que están con reloj en mano tomando nota de a qué hora alguien entra a la oficina, pero también dan una montaña de trabajo el viernes a las 5:00 de la tarde, justo antes de salir. Son los que se niegan a dar un aumento o ascenso y nunca recuerdan tu cumpleaños — o tu nombre.
  • Los que no les importa. Los que no te retan, los que no les importa si haces tu trabajo, nunca te dan retroalimentación y de los que nunca logras aprender nada. La mayoría del tiempo, se siente como si no les importará si llegas a trabajar o no. Lo que a su vez, te hace sentir que tu trabajo no importa.

Cuando creas tu propia empresa, cada día corres peligro de convertirte en uno de esos dos tipos de jefe. No hay un punto medio. Te vas a relajar demasiado y no lograrás completar el trabajo, o te sobre explotaras de trabajo hasta el punto de hacerte explotar.

Vas a aprender a tratarte a ti misma en una forma que nunca trataste a tus empleados. Te vas a gritar, criticar, juzgar y mal tratar de una forma en la cual cualquier empleado te demandaría si lo tratases de esa forma. Cuando inicié mi empresa de consultoría, me sorprendía todos los días, susurrándome a mí mismo que era un fracaso.

No es sano, y no es algo bueno, pero más que nadie en tu empresa, estarás consiente de la presión y del tiempo que se escapa y todo lo que se necesita hacer para mantener el negocio a flote. ¿El resto del equipo? Ellos sólo tienen un trabajo. Tú eres la persona que está arriesgando todo.

Las buenas noticias

Si estás leyendo hasta aquí, te tengo buenas noticias. No importa lo difícil que sea crear una empresa, vale la pena. Crear tu empresa, vale la pena. Crecer tu empresa, vale la pena. Tienes la oportunidad de crear algo grandioso y único para el mundo que vino de ti.

Tienes la oportunidad de tomar control de tu carrera y la responsabilidad de tu destino. No hay cantidad suficiente de fracaso y trabajo o tiempos duros que te puedan quitar eso de ti. Cuando estas haciendo algo para ti misma — créeme, se siente mucho mejor que hacerlo para alguien más.

He estado en este viaje mucho tiempo, y no me arrepiento. Podría hacer cualquier otra cosa, y aún así elijo ser un emprendedor. Trabajar todos los días para crecer mi negocio y crear.

Si entras al mundo del emprendimiento con plena conciencia de que será un camino difícil, que tomará años de tiempo e innumerables noches largas, que es lo más difícil que harás en tu vida, pero sobre todo, que estarás bien, podrás abrazar todas estas partes difíciles y apreciar todo lo bueno.

Y sólo entonces, con mucho esfuerzo y con mucho trabajo, podrás algún día estar en la playa, tomando cocktails y manejar tu negocio a tu manera.

Si crees que al emprender estás por adoptar una vida de libertad y despreocupaciones, te vas a llevar una gran decepción.

  • Texto por Joan Westenberg 🌈, ha publicado en Business Insider, Inc. TIME y docenas de otras publicaciones. Escribe sobre emprendimiento e innovación. Es el fundador de Creatomic, una firma de comunicaciones globalmente reconocida. Publicado en Inglés en The Mission.
  • Foto de Trent Szmolnik, fotografo basado en Sydney, Australia.

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