Lo que significa tener un buen trabajo

Y cómo a veces hay que decir “es suficiente”

Diana Luque Lavado
Photosynthetica
Published in
6 min readMar 20, 2018

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Un amigo me decía que ahora buscar trabajo es como ir a la parte de ofertas de los vestidos y escoger el menos feo y que mejor se acomode. Ahora con este artículo me doy cuenta que me niego a aceptarlo. Me niego a ponerme feos vestidos.

Ya había escrito sobre El costo emocional de buscar trabajo. Ahora voy a hablar de lo difícil que es tener un buen trabajo. Antes de empezar, hay algo que me parece importante dejar claro y es que estamos teniendo una visión deformada de lo que significa un trabajo y cómo creemos que aceptar cualquier trabajo es la solución a las inquietudes profesionales -y hasta cósmicas- del universo. Error. Aceptar un trabajo es solo un camino a seguir.

La diferencia entre dinero, trabajo y profesión

Voy a hablar desde mi experiencia. Cuando viví en México entendí el verdadero significado de una frase que popularizó aquel expresidente que no viene al caso decir quién es y quedarse en el tema político.

Trabajar, trabajar y trabajar

La visión que hay en el país es que trabajar es lo único importante. Por ejemplo, ser artista es una maldición porque eso “no es trabajo”. Otro aspecto de esto es que no tener trabajo está socialmente mal visto, es por eso que en mi país la tendencia de ser adicto al trabajo es muy alta, porque es lo normal y hasta admirado. Lo he visto en conocidos, yo misma era así.

Pues ojalá la vida fuera así. Pero también, no todo es dinero.

En México me cambió la perspectiva. Entendí que una cosa es el dinero, otra el trabajo y otra la profesión. Y que además, la vida debe tener otros aspectos diferentes a estas tres áreas que he nombrado.

  • El dinero es este asunto capitalista en el cambiamos papelitos por cosas o servicios.
  • El trabajo es esa labor que haces a diario, a veces te pagan por ello, a veces no.
  • La profesión es eso que construyes día a día y que comienza con la carrera que estudiaste y puede tener diferentes rumbos.

Alguien puede ganarse la lotería y acabar los problemas de dinero, pero no tener profesión. O trabajar y estar muy endeudado. O ser un éxito en su profesión, no considerarla como un trabajo y no ganar un peso… a lo Van Gogh. En nuestra mente relacionamos las tres cosas cuando no, no necesariamente lo están. Por ejemplo, uno de mis mayores problemas en México era de dinero, no de trabajo, porque allá mi profesión es muy aceptada y además me ofrecieron trabajo… no remunerado. ¿Ven? Además, ¿dónde me dejan a los que tienen dinero, trabajo y profesión, como los famosos y su vida personal es un desastre?

La verdadera búsqueda

En esta nueva etapa de mi vida decidí que no quiero vivir exclusivamente para trabajar y que además me interesa mucho construir una profesión, que es donde está mi corazón creativo. Sí, necesito dinero y no puedo negar que he fantaseado con que llegue un jeque árabe y me lleve a Dubai pero he descubierto que puedo manejar de una manera decente el no tener tanto dinero (no nos digamos mentiras, sin dinero nadie vive en esa sociedad) pero no puedo manejar el no hacer cosas creativas.

No es un asunto de tener un trabajo perfecto, pero cuando uno no le empieza a ver lo bueno al trabajo…

Además decidí agregarle otro componente: no quiero vivir para trabajar. Estas decisiones han hecho la vida un poco complicada. Por ejemplo, las empresas con el asunto del trabajo bajo presión viven fascinadas con los ‘workaholics’ y en un ambiente en el que todos anhelan cualquier trabajo por dinero, muchos lo toman la actitud de “tranquilo, detrás suyo hay 10 más”.

He llegado a la conclusión que buscar trabajo, desde esta perspectiva que está más ligada a la profesión y el estilo de vida, se parece más a buscar una pareja. Sí, no es que a uno se le declaren y uno ya se case -estos son casos raros y es más raro aún que funcione-. Hay una declaración de amor y a veces, solo interés, que lleva a un noviazgo que generalmente tiene inicios dulces, pero después hay problemas y esto lleva a a terminar o a matrimonio.

Sé que esta es una versión resumida, pero en términos generales así funcionan las relaciones. Y así deberían funcionar los trabajos: uno debería ver si las cosas funcionan o no y decidir si quedarse vale la pena. Así nos hayan vendido otra idea, porque uno entra a un trabajo y al parecer la sociedad te dice que debes quedarte ahí pase lo que pase.

Pero, ¿qué sucede si el trabajo no cumple con las expectativas?

“Voy a renunciar”.
Esta frase me la he dicho en varios trabajos. Jamás lo hice.
Esta frase me la dije los últimos meses. Y no supe qué hacer, más después de estar una larga temporada sin trabajar. Pero lo más difícil es que nuestra cultura hace sentir que irse de un trabajo es un fracaso. Un fracaso mayúsculo. Y es que te quedas sin trabajo, sin dinero y “aguántate mientras consigues… de qué vas a vivir…” pero la más impactante de todas es “fijo no puede ser tan malo…”

¿Por qué no? Hay momentos donde el dinero no lo paga todo.

“Acabo de renunciar”.
Me niego a creer que la vida se reduce a trabajar para vivir y tener dinero. No quiero quedarme en un trabajo que no me hace feliz. Eso es como quedarse en una relación con una persona que a uno no le gusta. Así, tal cual.

Esta mentalidad de que debemos aceptar el primer trabajo que aparezca no es la mejor. Pero la mentalidad de que debemos quedarnos en un trabajo pase lo que pase, nos está matando. Eso es lo que hace que las empresas paguen poco porque siempre habrá alguien que acepte y que piense “esto es mejor a nada”. Eso es lo que hace que las personas se queden aguantando años y años de maltrato laboral solo por temor. Eso es lo que hace que cuando una persona sea clara en lo que quiere las empresas se asusten en vez de ver su potencial.

Todos tenemos derecho a buscar el trabajo que nos haga sentir cómodos y felices

Es suficiente

Es por eso que renunciar a un trabajo porque no te satisface o no cumple tus expectativas, aún cuando la empresa sea buena, no debería ser motivo de verguenza, todo lo contrario: el que lo hace es valiente.

Obvio que hay temor. Mucha gente se arrepiente de dejar sus trabajos y después no consigue. Además está el asunto de volver a pagar el precio emocional de buscar trabajo… Pero, ¿cuál es la diferencia? Le tengo más miedo a sentirme insatisfecha y después preguntarme…

Estas son todas experiencias y no me da verguenza tener muchos trabajos en mi hoja de vida. Me daría más duro tener un solo trabajo y preguntarme después: ¿qué hice con mi vida?

Tener un buen trabajo… ¿qué es? Para mi es el equilibrio entre el dinero, el trabajo y la profesión.

No es fácil. Para nada. Hay momentos en que siento que lo que estoy haciendo es besando muchos sapos tratando de encontrar al príncipe. Pero aún se puede, jamás es tarde. Esa es mi apuesta.

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Diana Luque Lavado
Photosynthetica

Escritora | Content | Planner | Creativa. Vivo de contar historias. Semidiosa llorona. La vida son los descubrimientos inesperados y de eso es mi blog.