El plan de autoprotección en los bienes de interés cultural: El Protocolo Hércules.
Una sistemática para la gestión integral de los riesgos en el patrimonio cultural.
En el año 2014 recibimos el encargo de confeccionar el plan de autoprotección de la Torre de Hércules de A Coruña: museo arqueológico, faro romano y la señal marítima en activo más antigua del mundo que fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 2009 por la decisión 33COM8 B27 de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO por sus siglas en inglés.
Durante su confección, el equipo redactor tomó conciencia de las dificultades inherentes a la intervención y gestión en un Bien de Interés Cultural, en adelante BIC, especialmente si este ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad. Fue en ese momento, con la inestimable colaboración del equipo gestor de la Torre de Hércules, en el que se decidió afrontar dichas dificultades desde la perspectiva de la seguridad y mediante el desarrollo de la estructura del plan de autoprotección, lo que supuso el nacimiento del Protocolo Hércules.
Se puede definir el Protocolo Hércules como la metodología de trabajo que, con una estructura similar a la de un plan de autoprotección, desarrolla en su completitud los objetivos de protección de las personas, bienes y actividades, de una forma sostenible. En el caso de que ya exista un plan de autoprotección se revisa y actualiza según la recomendación de protección civil incorporándolo después al protocolo.
Nuestra especialización nos permite afrontar con más garantías los peligros que afrontan los bienes declarados Patrimonio de la Humanidad algunos de los cuales pueden considerarse particulares de este tipo de bienes y que se podrían clasificar en tres grandes grupos:
- Los que producen organizaciones contrarias a nuestra civilización que pretenden destruirlos dado su carácter simbólico.
- Los que generan organizaciones que no quieren perjudicarlos pero que debido a ese carácter simbólico que posee el bien pretenden utilizarlos como marco de cualquier actividad, alguna de las cuales puede ser muy dañina.
- Las propias de una instalación que recibe de forma masiva visitantes de múltiples nacionalidades que están disfrutando de su tiempo de ocio.
Un aspecto que nos gusta destacar es que, además de la seguridad de personas y cosas, se contempla también la afectación de las actividades que se realizan en la instalación. Es habitual que un bien declarado Patrimonio de la Humanidad tenga asociadas otras actividades además de la puramente turística. En muchos casos, son lugares dedicados al culto religioso o se desarrolla otro tipo de actividad, que no debe ser afectada y que también debe perdurar en el tiempo.
El Protocolo Hércules ofrece una respuesta al desafío de la gestión de un bien declarado Patrimonio de la Humanidad y garantiza su perdurabilidad.
Desde 2014 lo hemos implantado en un número relevante de bienes culturales españoles con plena satisfacción de sus gestores, lo que sin duda puede calificarse como una tarea «hercúlea».
Jesús Belenguer dirige un equipo especializado en la elaboración e implantación de planes de autoprotección en bienes culturales españoles declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y comparte sus ideas en Medium desde abril de 2015.
