Repaso por el coloquio sobre El futuro de la edición

A fines de Abril de este año, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, tuve la posibilidad de conversar en varias oportunidades con Trini Vergara (directora de V&R Editoras) respecto a las problemáticas que entendía, estaba atravesando el sector del libro. En ese momento, Trini ya estaba con la idea en mente de generar un encuentro, un espacio de debate para el sector en la Argentina, que pueda servir para analizar dos grandes ejes: la influencia de las nuevas tecnologías y sus efectos en el sector, y el enorme potencial que especialmente tienen las editoriales argentinas en materia de exportación. De aquellas conversaciones, nunca imagine que podríamos llegar a un evento con el tenor como el que vivimos ayer en Buenos Aires, el coloquio sobre El futuro de la edición, al que asistieron más de 200 personas físicamente (y cientos más de manera virtual). Un evento con expositores internacionales de gran peso, que dieron de manera muy abierta sus ideas, experiencias y visiones.

Uno de los aspectos centrales que atravesó desde el inicio a todo el coloquio es la falta de información acerca del sector, de manera global, y especialmente en la Argentina. Por dos grandes motivos: ineficiencia y cierta mezquindad histórica de la industria en no compartir datos. Aunque es cierto que existen estudios de mercado y algunas aproximaciones a las que suelen intentar llegar las cámaras sectoriales, en lo concreto sabemos poco y nada sobre la venta de libros en la Argentina. Por suerte, durante las diferentes exposiciones realizadas en el coloquio, asistimos a un real “bombardeo” de números: cifras de lectores, ventas, consumos, precios, de diferentes mercados y países.

La primera de las exposiciones del coloquio fue la de David Pemán, especialista de Bookscan, una empresa británica propiedad de Nielsen (que inventara el ISBN mucho tiempo atrás), que actualmente esta abriendo sus puertas en México para la auditoria del sector del libro en ese país (y David es el encargado de iniciar esta labor). David es español, reside en Ciudad de México, ha trabajado muchos años en el Grupo Planeta, y tuvo un largo recorrido y experiencia atravesando muy diferentes países y elaborando informes e investigaciones, mucho antes de su ingreso a Nielsen. David expuso de una manera muy interesante qué le estaba sucediendo a diferentes mercados como el de Estados Unidos, Inglaterra, España o Brasil, entre otros. Dentro de su exposición, destaco dos señales. La primera, es que resulta difícil encontrar cifras positivas sobre la venta de libros físicos a nivel global, y que cuando comenzamos a medir no solo cifras, sino los consumos, el libro pierde frente a la competencia de otras nuevas ofertas de contenidos y entretenimiento (redes sociales, Youtube, Netflix, videojuegos en smartphones, etc.).

Algo que rodeó a todo el coloquio fue la idea de la competencia por el tiempo de los lectores, una competencia hoy mucho más salvaje y hasta desigual en algún punto para la industria, que debe de hacerse con nuevas armas para conocer mejor al lector. Lo segundo que destaco en su presentación es un dato no menor. A nivel global, uno de los pocos sectores que viene creciendo en ventas es el sector del libro infantil. Ahora bien, en la misma medida, esos libros, ¿se leen? ¿o son compras que realizan los padres gustosos por el atractivo del diseño, la encuadernación, las ilustraciones y las historias, pero luego no son leídos? Si fuera así, estamos desde mi punto de vista ante una bomba de tiempo, con muchas editoriales que se han volcado a este género en los últimos años, pero un mercado que tendrá patas muy cortas ante la evolución de nuevos formas de consumo en las generaciones de lectores “Netflix” (como me gusta denominar a quienes han nacido ya con la existencia de una plataforma Netflix, que lleva a una matriz de consumo de contenidos muy particular).

La segunda de las exposiciones estuvo a cargo de Javier Celaya, reconocido consultor español en materia de estrategia digital para el sector cultural, dueño de dosdoce.com y responsable de Bookwire en España. Su exposición estuvo centrada en analizar y discutir las cifras del sector en materia digital, un sector que no ha parado de crecer (a pesar de que se quiera hacer creer lo contrario). Introdujo un tema que luego estuvo presente varias veces más en el coloquio: el de la autopublicación y sus efectos en la industria. Tema que luego fue abordado en el debate final (el cual tuve el honor de moderar), en un dialogo con todos los expositores , bajo la pregunta de ¿Qué hacemos con la autopublicación?. Definitivamente algo esta sucediendo en la industria con este tema, ya que resulto muy incomoda la pregunta y el análisis. Ejemplo de ello fue que finalizado el coloquio, muchos profesionales de diferentes segmentos y tamaños, se me acercaron a discutir fuertemente lo que se había expuesto: la importancia del trabajo del editor, la baja calidad de los contenidos que se publican en forma de autoediciones, la poca importancia de un mercado que se supone no compite con el editorial, etc, etc. Javier también intento llevarnos a un pequeño viaje al futuro, para presentar las tecnologías que hoy ya están presentes en otros sectores y que podrían comenzar a aplicarse en nuestra industria de manera muy positiva. ¿Podría la inteligencia artificial por ejemplo ayudar a un autor en mejorar la redacción de un manuscrito?

Y llego el turno de Blanca Rosa Roca, fundadora de Roca Editorial en España. Realizó una gran exposición que en primer lugar sirvió para conocer todo el recorrido de una editora en el desarrollo de un sello propio con prestigio internacional, y en particular las dificultades atravesadas (y superadas) con la crisis económica en España. Un aspecto desde mi punto destacable en la historia narrada por Blanca, y que se suele ver muy poco en otros editores, es haber estado muy abierta a escuchar respecto a los nuevos fenómenos que emergen en torno a la industria: los libros digitales primero, el desarrollo de nuevas estrategias digitales para visibilizar su catálogo (la idea del buscador emocional por ejemplo es magnifica: http://www.rocalibros.com/buscador-emocional)/, y los audiolibros en la actualidad. Al punto que hoy cerca del 20% de sus ventas provienen del libro digital, y que ella misma reconoció que le ha sido muy útil para enfrentar momentos económicos complicados para la editorial.

A continuación llego el turno de volver a América Latina con Carlo Carrenho (editor de Publish News en Brasil) que puso foco en varios aspectos. El primero, dar cifras sobre el mercado del libro en Brasil, lo cuál ha resultado sumamente útil para quienes hoy estén pensando en ingresar en ese gran “continente”. Y luego comento el paso a paso del desembarco de Amazon a Brasil (sobre lo cuál espero que hayamos aprendido mucho en Argentina para cuando esto también ocurra en nuestro país, y al menos no cometamos los mismos errores que en España o Brasil). Ante la posición de si es un demonio o un ángel, Carlos se inclino por la postura más polémica, la del ángel: al menos hasta ahora, Amazon significó una mejora en la profesionalización del negocio. Por ejemplo, resolviendo mucho de los problemas de logística y atención al cliente, y presionando hacia arriba en la calidad en este sentido. Dejo muy claro igualmente que ese era el primer efecto, pero debíamos estar muy alertas con el devenir futuro. Luego, en su exposición, Carlos señalo un proyecto muy destacable, Tag Livros (https://taglivros.com/), una apuesta por un club de lecturas por suscripción, donde los lectores reciben en su casa una edición especial de libros seleccionados por personalidades reconocidas, como Mario Vargas Llosa o Patch Adams. Hoy cuenta ya con más de 20.000 suscriptores y en ascenso.

Ya por la tarde, me toco el turno de presentar el Desafío 20–20, el proyecto en el que estamos trabajando con la Fundación Leer, junto a Patricia Mejalelaty. Proyecto sobre el que ya he hablado aquí, y que nos ha dado enormes satisfacciones porque en apenas 4 meses ya contamos con más de 20.000 chicos que ya leyeron más de 220.000 libros.

Y luego llego el turno de Javier López Llovet, director de Penguin Random House para toda América Latina, quien expuso su mirada sobre como pensar la exportación de libros desde Argentina en 5 mercados claves: Colombia, Perú, México, Chile y Estados unidos. Fue una exposición muy clara con muchos consejos de la experiencia, de aquellos que necesitamos escuchar para al menos no cometer los errores que otros ya han cometido. Creo que una de sus diapositivas más valiosas fue cuando presentó el análisis de cuantas librerías hay en cada país (según el registro que ellos mismos tienen como editorial), y cuántos ejemplares vendieron del libro más vendido en cada país, lo que da una temperatura muy precisa de cuánto se puede esperar vender de máxima en cada lugar. Destacó especialmente la evolución del mercado peruano, y la importancia en la definición del precio del libro en cada país. Como aspecto central en el debate final señalo: “Si yo tuviera un millón de dólares para invertir ahora mismo, lo haría en conocer a los lectores”, destacando la importancia clave de comprender los consumos de los lectores al modo en que Netflix lo hace con sus usuarios.

Como cierre previo al debate final, Diego Rabasa, fundador de Sexto Piso en México (editorial que para muchos es un gran modelo a seguir) expuso sobre dos aspectos centrales: en primer lugar, quién es el lector de México y cuál es el acceso a libros que hoy posee, en un mercado que tiene muchos contrastes y que parecería estar muy concentrado en lo que sucede en la Ciudad de México. Y en segundo lugar, desarrollo la historia de su editorial, que como en el caso de Blanca, sirven para ilustrar claramente los traspié que suele atravesar un editor. Lo hizo con una honestidad brutal, mostrando las impericias y la inexperiencia de un comienzo, y como la exportación y la llega a España los obligo a profesionalizarse en todos los sentidos, para llegar a la editorial consolidada hoy, 15 años después, y a su rol incluso como distribuidor de otros sellos en México. Uno de los puntos que me parece destacar es como también ha entendido que la editorial debe cumplir con otros servicios, siendo el negocio del libro el principal pero no el único.

En definitiva, una gran experiencia, de esas que necesitamos realmente en Argentina y en América Latina, para sentarnos al menos un día a repensar el sector y reflexionar sobre nuestro presente y futuro.

Nuevamente, felicitar a Trini Vergara y el equipo armado por tener la capacidad de gestionar este gran evento en tan poco tiempo.

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Daniel Benchimol
Proyecto: hacia el futuro de la industria editorial

Director de Proyecto451 (www.proyecto451.com). Desarrollo estrategias digitales para el sector editorial. Consultor y docente.