Desastre!!!!!

En mi primer Post, conté una pequeña historia ridiculizando un poco la enorme cantidad de literatura barata que habla acerca de la gesticulación en la seducción o en situaciones de atracción, lo de “tocarse el pelito” y todo lo demás… para que nos entendamos. Muchas de las cosas que leía me parecía que tenían sentido y otras no, así que el siguiente paso, como es obvio, era dejar de criticar y ponerme manos a la obra.

Tal y como hice en mi primer Post (https://medium.com/psicolog%C3%ADa-del-lenguaje-ugr/lenguaje-no-verbal-y-si-quiero-ligar-esta-noche-b457fb8ec810 por si no lo habéis leído), escribiré todos aquellos pensamientos que me asalten, mientras escribo, en cursiva y entre comillas, “de esta forma” (para que no os perdáis los más lentitos como yo). Así en lugar de pararme a pensar en si estoy escribiendo lo que debo o no, escribo que es más productivo.

Una vez me puse manos a la obra, me percaté que lo primero que debía hacer era diseñar el experimento… ¡QUÉ DESASTRE!. Con todas las alarmas que podrían haberme saltado mientras diseñaba mi experimento, “como la de descargar imágenes eróticas en la biblioteca, con el consecuente ridículo que sentía”, no me saltó ninguna. Bueno, mejor antes de criticarme os explico lo que diseñé.

Pensé que si mostraba imágenes de hombres y mujeres atractivas a mis compañeros, durante la hora de práctica, éstos gesticularían de una forma que nos mostrase que sentían atracción por dichas personas… “y con mis santos huevazos, voy yo, y me lo creo…”. Así que mi experimento, tan sencillo como desastroso, fue montarme una triste presentación de Power Point en la que se presentaban aquellas imágenes que os mencioné antes… (“si queréis pasar vergüenza descargaos imágenes de ese tipo en una biblioteca”).

La presentación alternaba chicos y chicas semidesnudos y con potencial suficiente para activar el umbral de excitación de mis compañeros, “es decir, que a mi parecer, tanto los chicos como las chicas de las imágenes estaban buenorros y buenorras”. Esta presentación fue expuesta a dos compañeros voluntarios (GRACIAS), durante la hora de prácticas. Además otras tres compañeras me ayudaron a recabar una información sencilla acerca de la gesticulación que presentaban dichos sujetos durante la exposición de la presentación, y es aquí donde viene el DESASTRE absoluto. Yo, con la inocencia de un niño, esperaba que hubiese un amplio abanico de “gesticulación sexual” en mis dos supersujetos, “ni de coña fue así”. Obviamente si en un entorno de incomodidad, se les presentan unas imágenes de este tipo a dos personas, su lenguaje no verbal será totalmente nulo ,“próximo al de dos estatuas humanas”. Pero aún así, como joven y neófito experimentador, creo que debo sacar buenas conclusiones, porque todo experimento, te aporta información o al menos te genera más preguntas. En mi caso me llevó a pensar unas cuantas cosas. Como buenos humanos que somos, sabemos mentir, y es posible que mis compañeros estuvieran mintiendo con su lenguaje no verbal para no ser juzgados “desgraciadamente el sexo es un tema tabú, y por tanto todo lo que indica deseo sexual solemos reprimirlo en público” . La mentira requiere un esfuerzo consciente (Llilian Glass, s.f.) de lo que expresamos para evitar delatarnos, y qué mayor esfuerzo en la gesticulación que mantenernos rígidos. Esa podría ser una de las interpretaciones que podría hacer de mi fracaso, mis compañeros mentían, “y yo soy super guay y la culpa es suya”. Otra, posiblemente la que mejor lo explica, es que el diseño era horrible y por tanto no sirve para probar aquello que quiero. Y también, como nueva hipótesis, es que el lenguaje no verbal no sea tan exacto y que se base en probabilidades que expliquen nuestra gesticulación automática. Lo que queda claro es que sigo totalmente perdido con el tema, “por lo menos ya sé tanto como Sócrates”. Sigo teniendo mil preguntas, ¿el lenguaje sexual no verbal sigue unos patrones? ¿podemos identificar si le gustamos a alguien únicamente fijándonos en sus gestos? ¿puedo trasmitir el mensaje, aún sin quererlo, de que alguien me atrae? ¿Cuánta verdad hay en los miles de artículos de internet? “a saber Rafita… a saber”.

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