La cárcel de lo inmediato

Reina Granados
Psicología del Lenguaje — ugr
9 min readJan 12, 2022
Recuperada de https://miguelarino.com/2019/01/17/inmediatez/

Parte 5 (final)

Estamos inmersos en un tiempo donde la inmediatez es la norma que guía nuestras vidas. Un claro ejemplo es nuestra relación con las redes sociales. En ellas, se apiñan cantidades colosales de información, dada de la forma más rápida y resumida posible, consumida y olvidada a la misma velocidad. Todo es una amalgama sin sentido, sin texto. Es decir, reina lo superficial, hasta el punto que nos deshumaniza.

Al igual que una recua de caballitos de mar, nos dejamos llevar por la corriente. No nos conocemos, ni siquiera nos lo preguntamos, no le damos importancia, o nos respaldamos en el convencimiento de que no tenemos tiempo para ello. Somos el reflejo de lo que nos dicen que debemos ser, pero no somos nosotros mismos. Estamos respondiendo automáticamente de acuerdo a lo que hemos aprendido (Mañas-Mañas, 2009). Por ello, en un futuro no tan lejano, ¿llegaremos a dejar de pensar? ¿Alcanzaremos una automatización (casi) total? ¿Responderemos como lo haría un robot? ¿Hay alguna solución para este posible devenir?

Conocernos a nosotros mismos es más importante de lo que podemos imaginar; saber quién soy en realidad, qué me angustia, qué espero, cuáles son mis prioridades, debilidades, y fortalezas, si me gusta como soy, qué me hace sentir bien, ¿la empatía me acompaña?, entre otros, supone una sabiduría que impulsa tanto nuestro desarrollo y relación individual, como social (Pacheco-Sanz et al., 2018). En este sentido, una habilidad que permite el autoconocimiento, el estar con y ser uno mismo de forma profunda es el Mindfulness. Esta técnica ayuda a reducir ese “reaccionar” automático manteniendo una actitud equilibrada (Mañas-Mañas, 2009). Su entrenamiento, puede ayudar a detectar estas respuestas o conductas mecánicas y erráticas, distinguiendo de forma más consciente las sensaciones, emociones y cogniciones (Holas y Jankowski, 2012).

A este respecto, en la Parte 4 de este trabajo sobre la evaluación del orgasmo (véase Granados, 2021), cuando se preguntaba a diferentes personas “¿qué es un “orgasmo” para ti?”, respuestas recurrentes fueron “no sé cómo decirlo”, “es difícil de explicar”, “no se puede describir”. Quizá a ti, que estás leyendo este post, te ocurra algo similar ante esta pregunta. Más aún, si en una entrevista o en un cuestionario nos consultan sobre esto, sin nosotros conocernos de forma plena, ¿estaríamos contestando nuestra realidad o como un autómata más? Si nos conociéramos mejor en este aspecto (i.e., sexualidad/orgasmo), ¿seríamos capaces de describirlo de manera más concreta? Según Merino-Villeneuve (2015), el Mindfulness nos transforma en “observadores de nuestro mundo interior” (p. e291), lo que nos permite identificar y ser conscientes de lo que nos ocurre. Asimismo, cabe mencionar el Focusing que va a permitir centrarnos en la sensación sentida del cuerpo (Gendlin, 1996; Gendlin, 1999; Gendlin et al., 1968; Rogers, 1951), para establecer una relación de dialogo y conocimiento. La unión entre Mindfulness y Focusing puede ser útil para trabajar con nuestras experiencias (Medina y Mead, 2020; Muñoz, 2014), en este caso con la vivencia del orgasmo.

Con todo ello, a continuación, se proponen ejercicios cimentados en Mindfulness y Focusing, que no solo serán relevantes para nuestro autoconocimiento, sino también aplicables a la hora de realizar cuestionarios/entrevistas clínicas.

Ejercicio 1 — “Un tiempo para recuperar la paz”, basado en la técnica de meditación descrita por Boroson (2012). Esto puede hacerse como rutina cuando sea necesario o justo antes de realizar un cuestionario/entrevista.

Desarrollo: colócate en una posición cómoda y en un lugar donde no haya distracciones. Se recomienda cerrar los ojos. Durante este tiempo, intenta centrarte en tu respiración. Aunque cueste hacerlo, no pasa nada, vuelve a intentarlo.

Características: el evaluador avisará de cuándo empieza y termina esta meditación. En este caso, se propone entre 1 y 2 minutos.

Comentarios: este ejercicio puede hacer que la persona antes de contestar a las preguntas del evaluador, esté menos dispersa y más calmada. Esto podría contribuir a una respuesta más auténtica.

Ejercicio 2“¿Cómo fue tu último orgasmo?” Esta actividad nace de la revisión de instrucciones de cuestionarios sobre sexualidad, específicamente sobre orgasmo. En algunas ocasiones, se pide a los participantes que piensen cómo fue su último orgasmo para con esto, comenzar con las preguntas. Pero, ¿es suficiente? En este sentido, se plantea el siguiente ejercicio.

Desarrollo: se puede hacer con los ojos cerrados, como continuación del ejercicio anterior y guiado por el evaluador de forma oral; o se propone también hacerlo mediante escritura guiada (instrucciones dadas por el evaluador de forma oral o escrita, según el caso). Pasos:

1. Mantén los ojos cerrados e intenta centrarte en tus sensaciones.

2. Ahora, busca tu último orgasmo, ¿qué sientes? Utiliza tus sentidos, partes del cuerpo, sensaciones sentidas, no hay respuestas incorrectas.

3. Si ya tienes esa sensación, ¿qué palabras te vienen a la cabeza? ¿Esas palabras describen tu sensación sentida?

4. Si es así, estas sensaciones se pueden reconocer y aceptar.

Comentarios: Puede ocurrir que a la persona le cueste realizar esta descripción. En ese caso, se podría profundizar preguntando por qué cree que no puede describirla, etc.

En este punto, cabe señalar y recordar que estos ejercicios son solo propuestas, las cuales deberían ser probadas para determinar su posible validez. Con ello, se espera que el uso de estas técnicas contribuya a disminuir el automatismo en las contestaciones y, por tanto, estos resultados tendrían un valor añadido. Además, si bien es algo que puede resultar utópico de conseguir, no es imposible, comenzando su implantación en terapias individuales y en grupos pequeños de participantes en investigaciones.

Resumen: conclusiones y líneas futuras

Hemos podido observar que las búsquedas de usuarios en Internet sobre orgasmo están relacionadas con imágenes de rostros de mujeres, fruta y flores. Esta fue la causa del planteamiento de este trabajo, ya que esos resultados no correspondían con las definiciones usadas por la comunidad científica sobre lo que es un orgasmo.

A través de un breve recorrido histórico sobre la investigación en sexualidad humana, se ha podido observar la importancia de los tabúes presentes en los marcos relacionales de los potenciales participantes de este tipo de estudios y cómo esto repercutió(te) en la recolección de datos de forma cifrada que sigue en la actualidad.

El orgasmo puede evaluarse como parte del funcionamiento sexual o de forma individual, con instrumentos específicos para ello. Estos últimos se dividen en los que se centran en la respuesta física y en la experiencia psicológica. Tanto en hombres como en mujeres, entre los autoinformes que evalúan el orgasmo como parte de la respuesta sexual, se suele utilizar de forma indistinta orgasmo, eyaculación, clímax y, también, relaciones sexuales como sinónimo o no de coito. Este hecho puede generar confusión a la hora de cumplimentar un cuestionario. Por ello, se plantea incluir en las instrucciones de los mismos, las definiciones o “a qué se refieren” los evaluadores cuando utilizan cada una de esas palabras/expresiones. Asimismo, de forma general, los ítems se centran en la frecuencia y problemas para alcanzar el orgasmo. En cuanto a las diferencias entre géneros, los ítems referidos a hombres están enfocados en la eyaculación, y en ningún momento se menciona la eyaculación femenina, aspecto casi desconocido y que puede tener gran relevancia en la salud sexual de las mujeres. Por esta razón, se anima a continuar con el estudio de la eyaculación femenina, no solo de forma fisiológica sino desde la perspectiva psicológica. En el caso de las mujeres, la palabra orgasmo tiene mayor peso, ya que no se utilizan otros “sinónimos” para evaluarlo. Además, en estas cuestiones desarrolladas para valorar a mujeres, se incluyen ítems sobre “satisfacción” con el orgasmo siendo esto obviado en el caso de los hombres. De ahí, se propone su evaluación cuando no esté presente la satisfacción.

Por otro lado, los métodos desarrollados específicamente para medir el orgasmo, lo describen en mayor medida. Cabe señalar que aquellos que se centran en la respuesta fisiológica necesitan del contexto del orgasmo para poder estudiarlo y no confundirlo con sintomatología de un problema de salud. Como se esperaba, se puede concluir que existen diferencias en la respuesta fisiológica del orgasmo en hombres y mujeres. En esta línea, el Bodily Sensations of Orgasm Questionnaire recoge en gran medida las similitudes y diferencias fisiológicas para la evaluación tanto de hombres como de mujeres. Además, y teniendo en cuenta la vivencia psicológica del orgasmo, la Orgasm Rating Scale parece ser la escala más completa. Al comparar sus ítems con la descripción de perfumes se puede concluir que el léxico olfativo y el orgásmico coinciden en sus cualidades de imprecisión, inestabilidad y dificultad para ser explicados. Ahora bien, al examinar a personas que dan una descripción de su orgasmo lo hacen por medio de comparaciones, metáforas, recuerdos, imágenes, etc. Aun así, estas descripciones se podrían categorizar por medio de los adjetivos de la Orgasm Rating Scale aunque muchos matices quedarían obviados. Por este motivo, y teniendo en cuenta el objetivo de la evaluación que se quiera realizar, se plantea usar otros métodos para que la representación del orgasmo sea más completa.

Asimismo, se propone la inclusión del Midfulness y del Focusing para aminorar las respuestas automáticas a la hora de realizar cuestionarios de sexualidad o de otro ámbito de estudio. En futuras investigaciones se podría comprobar la validez de estas técnicas en el contexto de la evaluación.

“La lengua es una razón humana que tiene sus razones y que el hombre no conoce.” Claude Lévi-Strauss

Ilustración de Ella Baron, recuperada de https://www.the-tls.co.uk/articles/platos-cave-cartoon/

Para finalizar…

La alegoría de la caverna de Platón sigue vigente en nuestros días. Así, podríamos decir que cada vez nos parecemos más a los prisioneros que viven en el fondo de la cueva, creyendo reales las sombras que se reflejan en la pared, es decir, suponiendo como auténtico aquello que no existe. Esta “ficción” hace desvanecer la esencia individual y social del ser humano, volviéndonos incompresibles incluso para nosotros mismos. Cada vez nuestro autoconocimiento y el de los demás es menor, preferimos quedarnos en la superficie, viviendo en una especie de realidad virtual, compartiendo una “humanidad sin humanos”.

Es claro que este devenir también influye en el ámbito de la sexualidad como parte intrínseca de nuestra especie. Entonces, ¿estamos ante un cambio en la forma de comprender y vivir la sexualidad? ¿Preferimos las relaciones con avatares? ¿Ser elegidos o rechazados con un simple toque en una pantalla al visualizar una imagen? Parecemos más unidos a lo creado por los humanos que a aquellos que lo fabricaron. Ya hemos pasado de organizarnos en tribus y en familias, quizá el siguiente paso sea existir en relativa soledad. Paradójicamente, queremos que la tecnología tenga apariencia humana y, al mismo tiempo, huimos de nuestros semejantes.

Como sociedad debemos plantearnos hacia dónde vamos y qué queremos. Mientras lo superficial parece escalar posiciones, diferentes ramas de la ciencia trabajan por el conocimiento más profundo de las personas (las mismas que miran las sombras de la caverna). Estamos ante una lucha de titanes que a día de hoy no sabemos quién ganará. Hagan sus apuestas.

Referencias

Boroson, M. (2012). One-Moment Meditation: Stillness for the people on the go. eBookIt.

Gendlin, E. (1996). Focusing-Oriented Psychotherapy. Guilford Press.

Gendlin, E. (1999). Implicit entry and focusing. The Humanistic Psychologist, 27(1), 80–88. https://doi.org/10.1080/08873267.1999.9986899

Gendlin, E. T., Beebe, J. III, Cassens, J., Klein, M. y Oberlander, M. (1968). Focusing ability in psychotherapy personality, and creativity. En J. M. Shlien (Ed.), Research in psychotherapy (pp. 217–241). American Psychological Association. https://doi.org/10.1037/10546-012

Granados, R. (10 de diciembre de 2021). ¿Qué significa “orgasmo” para ti? Blog de Psicología del Lenguaje en Medium. https://medium.com/psicolog%C3%ADa-del-lenguaje-ugr/qu%C3%A9-significa-orgasmo-para-ti-83cd5ed05ff6

Holas, P. y Jankowski, T. (2012). A cognitive perspective on mindfulness. International Journal of Psychology, 48(3). http://dx.doi.org/10.1080/00207594.2012.658056

Mañas-Mañas, I. (2009). Mindfulness (Atención Plena): la Meditación en Psicología Clínica. Gaceta de Psicología, 50, 13–29.

Medina, A. M. y Mead, J. S. (2021). An Exploration of Mindfulness in Speech-Language Pathology. Communication Disorders Quarterly, 42(4), 257–265. https://dx.doi.org/10.1177/1525740120942141

Merino-Villeneuve, I. (2015). Una nueva “vacuna”: la del autoconocimiento. Autoconocimiento a través de la neurociencia, la inteligencia emocional y el mindfulness. Revista de Pediatría de Atención Primaria, 17(68), e289-e293. https://dx.doi.org/10.4321/S1139-76322015000500018

Muñoz, S. (20 de junio de 2014). Taller: Psicología Budista IV — Mindfulness y Focusing. Instituto Mindfulness. http://www.institutomindfulness.cl/taller-psicologia-budista-iv-mindfulness-y-focusing/

Pacheco-Sanz, D.I., Canedo-García, A., Manrique-Arija, A. y García-Sánchez, J. N. (2018). Mindfulness: atención plena en educación infantil. Revista INFAD de Psicología. International Journal of Developmental and Educational Psychology, 2(1), 105–114. https://doi.org/10.17060/ijodaep.2018.n1.v2.1177

Rogers, C. (1951). Client-Centered Therapy. Houghton Mifflin.

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