Publicidad en Instagram — No es todo tan malo.

Pilar Retamero
Psicología del Lenguaje — ugr
2 min readJan 15, 2020

Estoy segura de que si habéis entrado en Instagram esta Navidad habréis podido observar la gran cantidad de stories de famosos anunciando productos que nos “aconsejan” regalos para esta Navidad. Todo ello acompañado con su típico mensaje de “les encantará” o “seguro que aciertas” y sin que falte el “a mí me va genial”. Todo mentira, o al menos, no del todo cierto. Ya nos hemos dado cuenta de que todos estos mensajes van dirigidos a un público concreto: los seguidores, y con un objetivo concreto: aumentar las ventas.

Las marcas se aprovechan de estas fechas en las que todos derrochamos consumo innecesario para dar mas promoción a sus productos pero, ¿es todo malo en esto del marketing influencer? Yo no lo creo.

Creo que este es un buen mecanismo de publicidad que aunque lleva funcionando unos años, sigue siendo innovador. Por una parte, es beneficioso para los famosos, que se asocian con una marca y ganan dinero promocionándola. Por otra parte, es beneficioso para la marca, que llega a un mayor número de personas y de una forma más rápida y sencilla sin la necesidad de gastar miles de euros en la producción de un anuncio de televisión. Así, también se allana el camino a las marcas pequeñas que comienzan en un sector y que quieren hacerse un hueco en el mercado. Pero, ¿y los consumidores? ¿tenemos ventajas con este tipo de publicidad? Yo creo que sí. Gracias a este nuevo método, conseguimos estar al día y saber de muchas marcas que, de otra forma, ni siquiera conoceríamos. Estos anuncios nos sirven, además, para conocer la experiencia personal y real (aunque no siempre) de personas que ya han probado el producto.

Por supuesto, no son todo ventajas. Es obvio que este tipo de publicaciones son en ocasiones muy pesadas y agobiantes, sin contar con que, este tipo de publicidad, al ser tan relativamente nueva, aún no está regulada por la ley (podéis leer más sobre esto en mi post anterior: “Publicidad donde menos te lo esperas”).

Ante la evidencia de la era digital que nos acompaña, creo que aún queda un gran auge y popularidad de las redes sociales y que, por tanto, aún nos quedan muchos anuncios que ver en Instagram. Nos queda confiar en que el desarrollo de este nuevo método publicitario vaya acompañado de las regulaciones y leyes oportunas. Mientras tanto, tendremos que conformarnos con poder elegir a las cuentas que seguimos y, así, guiados por nuestro instinto, seguir solamente a aquellas personas que sepamos que nos dan una información (más o menos) veraz de la realidad.

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