CUBA EN EL V CLÁSICO MUNDIAL DE BÉISBOL
Asere, ahora es que esto empieza
Los treinta beisbolistas demostraron cómo limar asperezas por el bien común, cómo tocar la unidad con los dedos. El Team Asere es el camino
Por Ernesto Arturo Santana García del Busto
El día derrochado por un palpitar que inhibía la razón. No lograba concentrarme en mis responsabilidades docentes. Solo contemplaba el sonido imperturbable del reloj hasta que llegara el momento en que mi Isla tomara forma de pelota. Llegaron las siete, las plazas llenas de charcos y sobre los charcos, gentes.
La gravilla del terreno está áspera al pisado. Cuba-Estados Unidos, más que un conflicto centenerario resulta el juego que agita a un pueblo en la noche del 19 de marzo del 2023. Al derredor del diamante cohabitan diversas manifestaciones del pensar. El V Clásico Mundial desarrolla la primera semifinal en el estadio LoanDepot Park de Miami y transcurre el partido más interrumpido del evento. La noche en Miami resultó hostil para los defensores de Cuba sobre el terreno: 14 a 2 en contra.
Pero, hablemos de esta selección representativa, con la que se identifican los enclavados en la isla y los que viven lejos. El equipo reunió a los peloteros que usualmente pisan esta tierra con los que guardan un poco de ella en las vitrinas de sus lejanos hogares. Los treinta beisbolistas demostraron cómo limar asperezas por el bien común, cómo tocar la unidad con los dedos. El Team Asere es el camino. Fíjese, por sobre todas las cosas, la comulga de cubanos, resulta lo verdaderamente trascendental de la primera experiencia de convergencia entre federados y legionarios.
Ahora lo segundo, alcanzamos el resultado más importante en el deporte nacional después de 17 años: el cuarto lugar en un torneo que sin dudas nos sonrió; lo demuestran esa primera fase donde se suscitaron cada uno de los resultados favorables para avanzar como primeros de grupo, y así evitar a Japón en cuartos.
Una alineación estadounidense de All-Stars y ganadores del premio al Jugador Más Valioso anotó carreras contra los sietes pícheres cubanos que arribaron a la lomita. Trea Turner, el campo corto de los Phillies de Philadelphia, desapareció la pelota en dos ocasiones y produjo 4 carreras para los norteamericanos. Resulta pertinente destacar que Turner ocupa el noveno puesto en la tanda. Para el entrenador Mark DeRosa, siete peloteros cuentan con más probabilidades de conectar buenos batazos que el short stop.
Cuando se pierde por tal carreraje (14) se disipa el análisis en las cuestiones del juego donde el equipo perdedor falla. Considero que este tampoco resulta el texto para ello. Más bien anhelo que en usted permanezca la capacidad de estos antillanos para regocijar a un país. Ya habrá tiempo para hacer zoom en las cuestiones del juego.
Indeleble es la huella de la derrota, después de tanto soñar. Pero divisar a tantos cubanos odiando a cubanos, destroza más aún. No hablo de los de allá, o los de aquí, narro lo que ocurre; sin tomar porqués, piense en ello, en el hecho. No convoco a culpables, ni a los vividores del cuento que tras un cartel esconden su macabro afán de poder. Lo que realmente lacera es la fragmentación de la Patria de Martí. Todos debemos aprender del conjunto Cuba Clásico.
La gente en la calle aupando a la selección vibran ante cada abanicada de los antillanos. Contraen los dedos cuando después de fallar dos veces Mike Trout levanta el bate sobre home. Los instantes generados por nuestros semifinalistas dejan las primeras estampas en la dura carrera de aficionado de muchos niños.
Ayer recogimos el primer fruto de lo que trascenderá como una etapa más exitosa en nuestro béisbol. Ayer sin saberlo, transcurrió un gran día. Ojalá el béisbol una lo que no ha sabido unir el hombre. Asere, ahora es que esto empieza.
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