La saga de los condones

Redacción Alma Mater
Revista Alma Mater
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9 min readFeb 26, 2020

En Cuba no se hacen preservativos. Ante la escasez de este anticonceptivo masculino de alta demanda, Alma Mater indaga en los inicios del desabastecimiento y las razones que lo provocan. Y escucha las historias de quienes persiguen este producto imprescindible.

Autores: Lisandra Gómez Guerra, Claudia Bravet, Laura Patricia Ruiz, María José Figueroa y Yoandry Avila Guerra

Claudia tuvo miedo. Por primera vez en su vida, desde que comenzara a tener relaciones sexuales, sintió temor de un embarazo no deseado. El encuentro con Fabián, su último ex, le nubló el juicio en aquella fiesta. Ambos todavía se tenían ganas y terminaron «enredándose» y sin condón, pues ni ellos ni ninguno de sus amigos cercanos tenían un preservativo encima.

Al día siguiente la mamá de una amiga le resolvió dos cajas de Levonorgestrel (conocida como la píldora del día después) y luego ella hizo un periplo por varias de las farmacias de La Lisa para comprar condones: no encontró. A dos meses de tamaño susto sigue sin encontrarlos.

A mediados de enero, Ricardo participaba junto a algunos colegas de todo el país en un evento de arquitectura y patrimonio cultural en Camagüey. En uno de los recesos del encuentro, algunos de los participantes de la central provincia se le acercaron a él y al resto de la delegación habanera, preguntando si tenían preservativos y los querían vender.

Les explicaron que los profilácticos andaban tan escasos en la Ciudad de los Tinajones, que en el mercado negro, con cierto nivel de presencia, se cotizaba una unidad a 20 CUP, mientras que la caja de tres a 50 CUP; y en 10 CUC, la grande de 24 cajas de tres unidades.

Ilustración: Víctor Carralero

La saga

«No, no llames a ninguna que no hay». «El condón está perdido. Hace como dos meses que no tenemos». «Desde la semana antepasada; a nosotros nos entran los medicamentos los miércoles, no sé si esta vayan a entrar». «Llama a la piloto a ver». «Si eso no lo hay ni en los centros espirituales». «Acabo de vender el último, no sé si haya en el almacén». «Uh, hace como un millón de años que no hay, entraron unos pocos».

Estas fueron algunas de las respuestas brindadas al equipo de Alma Mater que durante el pasado fin de semana se comunicó con 106 farmacias (Especializadas, de Turno Permanente, de Turno Especial y de Turno Normal) de 75 municipios del país, incluyendo al municipio especial Isla de la Juventud, para evaluar la magnitud del desabastecimiento de condones que refieren no pocos usuarios cubanos en las redes sociales desde el último trimestre del año 2019.

El sondeo telefónico reflejó que solo en dos de dichos establecimientos había presencia del producto, en el municipio de Jaruco (perteneciente a la provincia de Mayabeque) y en el habanero Cerro.

Sin embargo, esta realidad de poca o ninguna existencia es reiterativa. En el año 2014, el diario Granma publicaba el artículo «Qué pasa con los condones», en el cual algunos funcionarios de instituciones médicas o comercializadoras de productos de salud, explicaban las razones del notable desabastecimiento de preservativos en la red de farmacias nacionales y otros puntos de venta en ese momento; asimismo, ofrecían datos estadísticos respecto a su uso.

En el referido trabajo periodístico, Rafael Pérez de la Iglesia, coordinador de la línea de condones del Centro Nacional para la Prevención de ITS y VIH SIDA, esclarecía que «los condones con los que se contaba, los cuales habían sido comprados en el año 2009, arribaron a Cuba con la fecha de vencimiento por tres años, a pesar de que estaban concebidos en el contrato y por el fabricante para su uso por un periodo de cinco años».

Compartía Pérez de la Iglesia que al concluir el plazo de vida útil consignado por los datos de la cubierta se enfrentaban a la contradicción de tener profilácticos en buen estado, aptos para utilizarse, pero con supuesta fecha de caducidad cumplida. Al no poder distribuirse — relataba — se siguió el camino establecido por las entidades regulatorias para verificar su calidad, arrojando que la viabilidad de los mismos todavía estaba latente.

Respecto al tema, Dulce María Martínez Pereira, del Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos, apuntaba que una vez certificada la calidad, las autoridades cubanas definieron un refechado para el cambio de la etiqueta con fecha de vencimiento de julio de 2012. Fue este un proceso realizado manualmente, y no con la suficiente velocidad para evitar el desabastecimiento. Ello conllevó a la emisión de la circulación NF8, que autorizaba la distribución y comercialización en la red de farmacias de los preservativos con fecha tope de diciembre de 2014, lo cual favorecía su disponibilidad.

Sobre el mismo asunto, Juventud Rebelde en el trabajo «Sin condón… ¡Ni pensarlo!» brindaba declaraciones del doctor Francisco Javier Medina Feijóo, director de la Empresa de Suministros Médicos (Emsume):

«En 2012 Cuba consumió aproximadamente 59 millones de unidades de condones y pronosticamos que este año termine con un consumo cercano a los 70 millones. Por ello, aunque todavía tenemos un volumen considerable de condones Momentos, con fecha tope en diciembre de 2014, ya estamos inmersos en el proceso de compra y certificación de 49 millones de unidades procedentes de Malasia y la India, que con la marca de Vigor, cubrirán la demanda de este año, la del siguiente y la del primer trimestre de 2016», refería.

El directivo acotaba que era el grupo de planificación del Ministerio de Salud Pública quien elabora los planes de distribución y que Emsume, su empresa, era un distribuidor mayorista para clientes como el Ministerio de Comercio Interior y la Empresa Nacional de Medicamentos, Gastronomía y Comercio. «No debe haber ningún problema que obstaculice el abastecimiento de este producto en las diferentes entidades del país, pues ahora está asegurado y los ciclos de arribo se están cumpliendo», compartía.

Sin embargo, el 2018 se sumaba a la saga de desabastecimiento: el portal digital Cubadebate compartía «Menos ITS, ¿menos condones?», trabajo del periódico cienfueguero Cinco de Septiembre, el cual reflejaba que en abril de ese año la comercialización en la provincia se redujo en cerca de 176 905 unidades, lo que representaba alrededor de un 23 por ciento menos de lo vendido durante el primer cuatrimestre de 2017.

Juan Marrero Reyes, especialista del Grupo Empresarial de Comercio en Cienfuegos, señalaba que el decrecimiento obedecía a la falta de abastecimientos por parte de Emsume y la morosidad de algunas entidades del sector en la adquisición de los mismos. Mientras, Iván González Solís, director de Emsume en el territorio, exponía que, pese a problemas de facturación con los contratistas, la entrega se mantenía estable a la empresa comercializadora y a clientes terciarios.

2020 en la saga

El espirituano Roberto Ramírez Labrada anda aún preocupado por lo vivido durante el último fin de semana del mes de enero. Tras recorrer varios centros pertenecientes al sector de la Gastronomía y el Comercio de la ciudad del Yayabo, cercanos al área recreativa más visitada por la juventud, no encontró preservativos. Lo que con anterioridad jamás faltaba en las tablillas de ventas, esa noche resultó –prácticamente- un tesoro enorme y bien escondido. Recuerda que caminó más de dos kilómetros para hallarlo en una de las farmacias pilotos.

«Mi pareja y yo estamos adaptados a protegernos, pues no queremos hijos en estos momentos. Para eso hay tiempo. Nos preocupa mucho el tema y hemos escuchado que en otras provincias aún se encuentran menos», acentúa el joven con demasiada solemnidad para sus 21 años de vida, quien labora en la Empresa Provincial de Transporte Sancti Spíritus.

De acuerdo con estadísticas de Emsume en la tierra del Yayabo, en los primeros días del pasado mes de enero se distribuyeron a la Empresa de Base Comercial Mayorista de Medicamentos espirituana, entidad encargada de abastecer a la red de farmacias y centros del sector de la salud, 84 526 cajas con tres unidades cada una.

«El 20 de enero se puso a disposición 14 400 nuevas cajas y, para este mes, se conoce que habrá disponibles 23 000, de acuerdo con la información de la empresa central», dijo Guillermo García, vicedirector comercial de Emsume en el territorio.

Y aunque las cifras son significativas y los especialistas de la referida entidad demostraron sorpresa al conocer algunas de las inquietudes de los espirituanos, un recorrido por varias farmacias de la urbe del Yayabo arrojó una realidad diferente. Sus administradoras reconocieron que ha existido baja cobertura del condón, por lo que ha estado ausente de los anaqueles durante más de dos días.

«Con respecto a otros periodos nos han dado menores cifras». «Es un producto que siempre es buscado por personas de diferentes edades». «Hoy 3 de febrero hay bastante, debe alcanzarnos para toda la semana según los estudios de mercado realizados», fueron algunas de las respuestas recibidas al dialogar con las encargadas en las farmacias espirituanas.

Las tierras pinareñas también exhiben escasez de profilácticos. En «Nuevamente, déficit de condones», trabajo publicado en la web de Radio Guamá, Héctor Rodríguez Chávez, funcionario del departamento de medicamentos de la Dirección Provincial de Salud Pública manifiesta que durante el pasado año se expendieron 595 760 unidades, lo que representó un 79 por ciento del plan anual.

Rodríguez Chávez explicaba que de enero a octubre los condones estuvieron disponibles en la red de farmacias comunitarias y, a partir de ese propio mes, la cobertura empezó a decrecer, alcanzando solo para 18 días. Igualmente, señalaba que en noviembre disminuyó a tres días la existencia, con presencia en solo 29 de estos establecimientos; y a inicios de diciembre escaseó totalmente hasta la fecha.

«El pronóstico que tenemos de entrada de este producto a nuestro país es para finales del mes de enero. En esta primera vuelta la disponibilidad no cubrirá la demanda, solo alcanzará para aproximadamente 10 días», contaba Rodríguez Chávez en Radio Guamá el pasado 20 de enero.

Mercado paralelo, indicadores e interrogantes

Cuba no produce preservativos. Los profilácticos que entran al país o bien son importados y van a las farmacias (fundamentalmente desde países asiáticos, en los que la Isla negocia la fabricación de marcas como Momentos, Vigor y Vigor +, y con estándares requeridos por el mercado nacional), o provienen de donaciones de organismos e instituciones internacionales de salud, los cuales se distribuyen en las consultas y programas de ITS.

«La población cubana usa el condón. Los jóvenes, aunque son un grupo dinámico y con facilidad de adquirir patrones de cambio más rápido, emplean muchos condones. En conjunto, los distintos grupos de población han ido mejorando sus indicadores de uso y comportamiento a través de los años. En la última encuesta nacional los indicadores se acercaban en casi todos los grupos al 75 por ciento de utilización del condón. Lo ideal es que llegue al 90 por ciento.

«Nuestra función no es de abastecimiento. No intervenimos en la logística de los condones, eso lo hace el Minsap a través de las empresas aseguradoras. La parte que nos toca a nosotros es promover su uso, motivar para que vayas a la farmacia a comprarlos o utilices los que repartimos en actividades de promoción», subraya Rafael Pérez de la Iglesia, coordinador de la línea de condones del Centro Nacional para la Prevención de ITS y VIH SIDA

El especialista considera que la situación existente limita la labor que realizan desde su institución, pues resulta contraproducente demostrar lo útil del condón y que este no se encuentre en las farmacias.

Una de las alternativas al desabastecimiento es el mercado paralelo de preservativos existentes en el país: ofertas aparecen con frecuencia en la plataforma digital Revolico y en grupos de WhatsApp y otras redes sociales. No obstante, y a pesar de poseer plus como el sabor o la textura, el factor precio tiene un gran peso. La caja de condones que se comercializa en las farmacias se vende a un monto subvencionado con respecto al valor que abona el país a los fabricantes, mientras que el costo de la unidad con estos vendedores alternativos lo supera con creces.

Lo cierto es que febrero termina y en la mayoría del país el condón sigue en falta en las farmacias. Habría que preguntarse si finalmente llegará el capítulo final de esta saga. Habría que preguntarse, también, si ante la escasez y la imposibilidad para muchos de practicar sexo seguro, se impuso la abstinencia y los cubanos tuvieron menos relaciones sexuales en este periodo.

Sobre estas y otras interrogantes en torno al tema volverá Alma Mater en una segunda entrega la próxima semana.

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La saga de los condones: segundas partes

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