Imágenes por satélite: un (preocupante) misterio cubano

El nuevo radomo en Cuba no tiene precedentes. ¿Quién está detrás?

Victor Robert Lee
Satellite Image Analysis
6 min readJun 15, 2018

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Radomo recién construido en la instalación de señales de inteligencia de Bejucal en Cuba. 15 de febrero de 2018. Imagen de Victor Robert Lee y DigitalGlobe.

Reportaje de Victor Robert Lee

8 de junio de 2018

Las imágenes por satélite de febrero y mayo de 2018 muestran un radomo recién construido en la base de inteligencia de señales cercana a Bejucal (Cuba). Su domo de protección y su base elevada lo convierten en el primero de su género entre las numerosas antenas tradicionales sigint en Bejucal que se han utilizado para interceptar las comunicaciones electrónicas de los Estados Unidos.

La nueva antena parabólica dirigible y su receptáculo esférico (denominados en conjunto como radomo) fueron construidos en un terreno adyacente a otras conocidas antenas de vigilancia cubanas al sur de la ciudad de La Habana, cerca de la ciudad de Bejucal entre marzo de 2017 y febrero de 2018. No se pueden apreciar las funciones de la nueva antenna en las imágenes por satélite actuales, pero se han usado antenas similares para interceptar señales, detectar misiles, enlaces ascendentes y descendentes a satélites, comunicaciones por radio, dar seguimiento a objetos en el espacio y, en algunos casos, para alterar las comunicaciones por satélite. El radomo, de aproximadamente 6 o 7 metros de diámetro, se asienta sobre un edificio cuadrado de aproximadamente 11 o 12 metros de ancho. Si la antena se puede inclinar en posición horizontal — un rasgo común — su posición elevada podría también permitir comunicaciones directas con buques en altamar o con otras fuentes de señales en el horizonte.

Secuencia temporal de la construcción del radomo que contiene la antena parabólica en la instalación Sigint de Bejucal (Cuba). Imagen de Victor Robert Lee, DigitalGlobe y Google Earth.

La sede de señales de inteligencia de Bejucal tenía un número relativamente estático de antenas parabólicas — aproximadamente dos docenas — desde 2010 hasta 2016, y solo una de ellas, considerablemente más pequeña que el nuevo radomo, estaba cubierta, aunque tales prácticas son comunes en muchas otras naciones, particularmente en instalaciones con funciones militares o de inteligencia. Dichas cubiertas especiales ofrecen protección de la intemperie y el desgaste, pero además ocultan la orientación y, por lo tanto, los posibles efectos de la antena en el interior.

Las imágenes por satélite de la base de inteligencia de señales cerca de Bejucal también muestran que se instalaron dos pequeñas antenas parabólicas dirigibles de abril a mayo de 2017, el mismo período del inicio de construcción del nuevo radomo. Estas antenas, ubicadas a 460 metros al sur del radomo recién construido, están vinculadas con conductos sobre rasante con otras dos antenas instaladas recientemente en mayo de 2016.

Vista parcial de la instalación de señales de inteligencia de Bejucal en Cuba donde se muestran las ubicaciones del nuevo radomo y las antenas más pequeñas agregadas recientemente. Imagen de Victor Robert Lee y DigitalGlobe.

La diferencia en el tamaño y la arquitectura de la estructura de la antena del nuevo radomo en comparación con las instalaciones parabólicas independientes presentes en los últimos diez años en Bejucal, indican un nuevo nivel en la inversión en este tipo de instalaciones. Si bien el origen del mismo no está del todo claro.

Tanto el gobierno de Rusia como el de China han señalado recientemente su intención de aumentar las inversiones económicas y militares en Cuba. En 2014, el presidente ruso Vladimir Putin canceló aproximadamente el 90 % de los 32.000 millones de dólares adeudados por Cuba durante la era soviética. En el mismo año, un miembro del parlamento ruso declaró que Rusia restablecería el mismo tipo de colaboración con Cuba que había mantenido con la sede de inteligencia de señales de Lourdes ubicada al sur de la ciudad de La Habana durante la Guerra Fría (Lourdes se cerró en 2001). La administración rusa lo negó poco después, pero en 2016, un alto funcionario de Defensa ruso sugirió que Rusia estaba estudiando la posibilidad de reabrir una base militar en Cuba. El buque de inteligencia de señales ruso Viktor Leonov atracó en el puerto de La Habana en 2014, 2015, 2017 y, más recientemente, en marzo de 2018, tras una patrulla de reconocimiento a lo largo de la costa sudeste de los EE. UU., que incluyó una excursión alrededor de 20 millas náuticas de la base submarina de Kings Bay en Georgia. En 2017, Rusia finalizó una nueva estación terrestre de comunicaciones por satélite no lejos de Cuba, en Nicaragua, supuestamente para señales de tipo GPS, pero no se puede descartar que fuera para otros fines.

Ejemplos de antenas parabólicas dirigibles ubicadas en el interior de los radomos.

China es el mayor acreedor internacional y socio comercial de Cuba. Recientemente le ha prestado 120 millones de dólares para el desarrollo de un puerto de contenedores en Santiago de Cuba. En los últimos tres años, varias empresas chinas han anunciado inversiones en instalaciones de producción e investigación en Cuba, así como una propuesta de 460 millones de dólares para construir un campo de golf cerca de La Habana. Tras esto, el presidente de China Xi Jinping hizo una visita a Cuba en 2014, donde se reunió con el entonces presidente Raúl Castro, así como con el enfermo Fidel Castro. El primer ministro chino Li Keqiang realizó una visita en 2016 y se reunió con ambos hermanos Castro para firmar 20 acuerdos de cooperación entre los dos países. Se produjeron visitas recíprocas de líderes militares chinos y cubanos de alto nivel del 2015 al 2017. Existen escasas evidencias públicas de que Beijing esté detrás del nuevo radomo en Bejucal, pero el senador estadounidense Marco Rubio, miembro del Comité del Senado de Relaciones Exteriores así como del Comité Selecto de Inteligencia, ha identificado que China en 2016 estaba desarrollando activamente la vigilancia electrónica de EE. UU. con base en Cuba al referirse públicamente a “esta estación china de escuchas situada en Bejucal”. Tal como se informó en The Diplomat, China también ha construido recientemente una estación de seguimiento espacial en Argentina, operada por el ejército chino. Según dicen los expertos, podría tener tanto fines civiles como militares y de inteligencia y, además, está alineada longitudinalmente con los satélites geosincrónicos estacionados en la costa oriental de EE. UU. que controlan las comunicaciones civiles y de defensa.

Modernización de la base Sigint cubana en Bejucal con ubicación propicia para interactuar con las comunicaciones militares y civiles de los EE. UU. Imagen de Victor Robert Lee y Google Earth.

Se ha tenido noticias de que el gobierno cubano ha vendido los datos interceptados de las comunicaciones con EE. UU. a terceros, especialmente adversarios militares de los EE. UU. Asimismo, en 2003, se denunció que las transmisiones por satélite en idioma persa por la Voice of America y la red de televisión NITV de la oposición iraní fueron bloqueadas por interferencias de señales provenientes de Cuba.

La nueva instalación en la base de Bejucal sugiere un aumento en la capacidad de interceptar e interrumpir las señales por parte de Cuba, China, Rusia o una combinación de estos gobiernos autoritarios, a través de una instalación a menos de 550 kilómetros del comando central estadounidense, que se encuentra en una ubicación idónea para interceptar las señales de los satélites geosincrónicos que dan servicio a toda la costa oriental de los Estados Unidos.

This article was first published in English in The Diplomat on 8 June 2018.

Victor Robert Lee escribe sobre la región del Asia-Pacífico y es autor de la novela de espionaje Performance Anomalies.

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