Halloween y los pederastas

El carnaval ha sido tradicionalmente una fiesta peligrosa desde el punto de vista de la violencia sexual. El anonimato que favorece el disfraz y la propia dinámica de la fiesta donde son habituales las bromas, el ruido, los gritos y las carreras permiten actuar a los agresores con mayor eficacia.

La fiesta de Halloween no deja de ser un carnaval anticipado y temático, aunque su característica principal es que se trata de una fiesta para niños donde se rompen ciertas reglas: actividad nocturna, cierta independencia y un consumo elevado de azúcar que potencia el estado de excitación y nerviosismo. El hecho de que el eje central sean grupos de niños requiriendo y recibiendo golosinas de extraños aumenta el abanico de recursos para los delincuentes.

En EUA cuna de la fiesta son bien conocidas estas debilidades que se toman muy en serio y tanto las familias como las autoridades toman medidas estrictas de autoprotección y prevención que desgraciadamente no han acompañado a la costumbre de celebrar la fiesta en otros países. Algunas de ellas son comunes a la de los carnavales como por ejemplo la seguridad del vestuario, el uso de disfraces confeccionados con materiales plásticos y sintéticos pueden convertir al niño en una antorcha y en Halloween, a diferencia del carnaval, es habitual usar velas y otras fuentes de llama y calor que incrementan el riesgo. Respecto al vestuario también es necesario contemplar el riesgo de caída al pisar los faldones u otros elementos colgantes, la toxicidad de maquillajes, colorantes y accesorios así como pensar si es necesario usar algún elemento reflectante.

Una medida muy adecuada es personalizar el disfraz con un elemento que lo individualice y podamos distinguir a los menores a nuestro cargo incluso en la lejanía. También es necesario llegar a un pacto para desechar las golosinas que no estén envueltas y se debería supervisar el consumo del resto, una buena medida es incorporar una cantidad razonable de la golosina favorita para el consumo durante la salida y dejar el botín para una posterior revisión.

Las mascotas, especialmente perros y gatos deben estar apartados y encerrados para evitar que los disfraces o la excitación propia de la fiesta provoquen una reacción defensiva que puede tener graves consecuencias. Aunque lo más peligroso de Halloween es interactuar con extraños, deben establecerse los límites en familia, tanto temporales como el radio de acción y es en este aspecto en el que la sociedad tiene un papel importante.

En EUA los delincuentes sexuales, aquellos que han reconocido un delito sexual de cualquier índole o han sido condenados por uno de ellos, están fuera de la fiesta de Halloween. Es lo que se conoce como la ley “No Candy”. Las normas varían de un estado a otro pero en general, tienen prohibido participar en la fiesta, no se pueden disfrazar, no pueden decorar sus casas, incluso pueden estar obligados a apagar la luz exterior y colocar un cartel indicando que no hay golosinas en la casa.

Las fuerzas de seguridad pública pueden convocar los días previos a los delincuentes sexuales de su zona a charlas informativas, el día de la fiesta pueden tener que acudir obligatoriamente a sesiones de motivación o terapia en grupo o recibir llamadas telefónicas para comprobar que están en casa. En algunos lugares como Nueva York se organiza lo que se conoce como «Operation Boo» en la que agentes especializados visitan los domicilios para comprobar que se cumplen las normas: El simple hecho de abrir la puerta con unas bolsa de golosinas puede suponer una condena a prisión de tres años, multas de hasta 250.000 USD y escalar de la lista de delincuentes sexuales a la de delincuentes sexuales de alto riesgo con todas sus consecuencias.

Quédese con el dato, en España tenemos muchas fiestas, toda localidad tiene al menos dos y las vivimos en la calle, piense si no necesidamos una ley «No Fiesta». El reciente suceso de Lardero debería hacernos reflexionar y pensar si no debemos dotar de recursos adecuados a las fuerzas de seguridad pública para que puedan hacer su trabajo con eficacia. De usted depende.

Se añade un video sobre la “Operation Boo” en la que se puede ver cómo detienen a un individuo en la lista de delincuentes sexuales por tener un contenedor de golosinas al lado de la puerta y a otro localizado por GPS en un domicilio distinto al suyo en el que hay un menor. El seguimiento o el registro GPS de los delicuentes sexuales es un medio muy eficaz de vigilancia. En el caso de Lardero, días antes, una niña había denunciado que un hombre había tratado de atraerla a su casa, de haber dispuesto de localizador la identificación hubiera sido inmediata. Otra cosa hubiera sido qué hacer en esa circunstancia con la legislación actual. Lo dicho, depende de usted.

Jesús Belenguer dirige el programa de seguridad personal para adolescentes y sus familias creado en el año 2020 como respuesta a la situación social posterior a la pandemia. Si quiere conocer más sobre el programa puede hacerlo a través de este enlace o escribiendo a: team@personalsecurity.es. Compartiendo ideas en Medium desde abril de 2015.