Mis construcciones asiáticas

A mis ojos, los cinco edificios/complejos asiáticos más impresionantes

David Fuentes
Siguiendo a Marco Polo

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Publiqué hace nada en “Época de listas” mi intención de, poco a poco, adaptarme a la moda de poner todo con un número por delante, y bien anuncié que sería éste, el de hoy, el título de la primera de ellas.

Creo que queda claro, pero por si acaso, expongo que aquí voy a proceder a enumerar (con estricto orden) las cinco mejores (a mi humilde parecer) construcciones humanas de todo el continente asiático, no sin antes anunciar cuáles fueron las nominadas a entrar a esta lista, pero que no tuvieron la suerte de recibir este preciado galardón:

Borobudur, el Palacio de Potala en Lhasa, Petra (sin duda la mayor candidata a entrar en esta lista), la plaza de Naqsh-e Jahan en Isfahan y la gran mezquita Sheikh Zayed en Abu Dhabi han sido las que más cerca se quedan de mi lista; no obstante, si al visitar cualquiera de ellos (excepto Borobudur, que ya lo he visitado, y aún así no entra), u otro que no esté aquí mencionado, considero que desbancan a los aquí presentes, entonaré el mea culpa, y escribiré un artículo para redimirme y actualizar la lista.

Cinco: Prambanan

Prambanan es, sin ninguna duda, el máximo exponente de la arquitectura religiosa hinduísta indonesia. Se encuentra en el centro de la isla de Java,cerca de la ciudad de Yogyakarta, y muy cerca del nominado Borobudur.

Prambanan, by Zsoolt

En mi caso, antes de tener la suerte de conocer estos dos lugares, esperaba algo más de Borobudur que de este; y no es que me decepcionase, pero Prambanan simplemente le pegó una adelantada muy rápida por el exterior. Son, probablemente los dos sitios en los que he estado a los que peor justicia les hacen las fotografías. Si haces una foto global, Prambanan impresiona mucho más que Borobudur, y si buscas el detalle, Borobudur gana por goleada, pero no hay manera de combinar las dos. Y desde luego es una lástima.

En Prambanan, la calidad de las tallas es espectacular, algo que uno no se espera por las miles de fotos “de lejos” que ve antes de ir. Los templos se tapan unos a otros, con lo cual en ninguna foto se puede apreciar bien la cantidad que hay; muy injusto. No puedo recomendar más la visita, uno de la lista y un nominado, todo en una ciudad… demasié.

Cuatro: Plaza del Registon, en Samarqand

Como ya dije en “Los suburbios de Samarqand”, creo que no hay ningún lugar en el mundo que plasme mejor el espíritu viajero que Samarqand, en el corazón de Uzbekistán. Pues no sólo plasma el espíritu, es que deja pasmado a cualquiera que llega.

Registan, by Muzaffar Bukhari

Pues si Samarqand es el lugar, la plaza del Registon es el centro de Samarqand, por aquí han pasado desde Genghis Khan hasta Stalin, pasando por Marco Polo. Las tres madrassas de la plaza son absolutamente espectaculares y el placer de sobornar a un policía para subir a uno de los minaretes (de prohibido acceso), reconfortante; aunque sea por las vistas.

Aunque parece casi de juguete por su colorido, e incluso forma, las dimensiones engañan muchísimo; no tiene altísimas bóvedas en su interior, ni magníficas salas, pero los pórticos de entrada son absurdamente enormes (sólo hay que fijarse en las pequeñas personas que aparecen en la fotografía, en el edificio central, que es el más pequeño) y los patios interiores… como para jugar un partido de fútbol.

Tres: Bagan

La antigua capital del reino de Pagan, lo que ahora es Myanmar (o Birmania), comenzó a construirse en el Siglo VII alrededor del río Irrawaddy y fue abandonada aproximadamente en el XIX. En ese período se construyeron en la ciudad más de 13.000 templos.

Lo que hoy queda, tras más de cien años de abandono y terremotos (muchos terremotos), son 2229 templos que se amontonan en una llanura de superficie fácilmente cubrible en bicicleta.

En la foto (de Justin Vidamo) se aprecia que los templos realmente “se amontonan” unos con otros; sólo nos queda imaginarnos cómo habría sido esto con seis veces más templos de los que hay ahora.

Aunque no hay ningún templo que por sí mismo entrara en esta lista, aunque sí que hay templos principales, evidentemente; la cantidad absurda de templos, stupas, altares y pagodas que te encuentras a cada metro del camino, es una sensación increíble. Todo regado, además, con la humildad y hospitalidad del pueblo birmano; sin duda, de lo mejor que se encuentra por ahí.

El puesto de bronce es, también otro de los grandes perjudicados por la fotografía, aunque los atardeceres naranjas desde cualquiera de los templos altos compensan la falta de fotogeneidad.

Dos: Taj Mahal, en Agra

Este es de los fijos en cualquier lista, obviamente. El gran mausoleo de mármol blanco es la estampa típica de Agra, si no de la India entera (y con razón. Fue mandado construir por el emperador Shah Jahan a mediados del Siglo XVII como mausoleo para su tercera esposa y, desde entonces, se mantiene en unas condiciones impecables.

Si tengo que ser sincero, el día en que fui a ver el Taj Mahal (foto de Ming Tong), me las daba yo muy de experto, pensaba que me iba a defraudar. Habiendo estado en lugares increíbles como el Vaticano, Santa Sofía, la catedral de Viena, París, Budapest, el resto del norte de la India (esto fue de lo último de mi viaje por allí), pensé que un simple edificio me iba a dejar un poco frío.

Pues frío me quedé, sí; pero de los sudores de impresión. Para empezar; es mucho, no mucho, muchísimo más grande de lo que parece, y además es todo perfecto; todo está bien pensado, la orientación para que tenga buena luz, los estanques para que refleje, el río al otro lado para que no haya construcciones de fondo. Te acercas y ves algo que en las fotos no aparece: las paredes están engarzadas con piedras preciosas y mármol negro para las inscripciones coránicas, o tallas impecables con el más mínimo detalle.

En fin, una absoluta maravilla… pero esto ya lo sabía todo el mundo.

Uno: Angkor

Y por fin llegamos al número uno. La antigua capital del imperio Khmer entre los Siglos IX y XV, fue, en su momento, y con muchísima diferencia la ciudad más poblada del planeta: Se habla de aproximadamente un millón de personas cuando fue abandonada debido a la guerra del imperio contra Siam en 1431. Para dar orden de magnitud a esta cifra, Londres en esa fecha tenía aproximadamente 50.000 habitantes, Roma en su época de máximo esplendor imperial, unos 700.000, Constantinopla, menos de medio millón; y Babilonia nunca alcanzó los 200.000.

Iguala en calidad y en detalle al Taj Mahal, aunque hay que reconocer que en estado de conservación se ve superado, no obstante, ocurre como con Bagan: se trata de una enorme explanada, en el medio de una tupida selva, repleta de increíbles templos. Evidentemente no son tantos como en Bagan, hablaremos de unos 50-60 templos, a ojo, pero que, en este caso, sí que todos espectaculares. Varios de ellos (Angkor Wat y Bayon, seguro, y quizás alguno más) estarían en esta lista por sí mismos… así que si hablamos de agrupación; tienen el primer puesto absolutamente ganado.

La típica imagen (foto de Trey Ratcliff) de esta gran zona arqueológica es el templo central, Angkor Wat, pero hay muchos, muchos más, que os invito a buscar (o a esperar a que le dedique un artículo sólo a ello), de hecho, para nada es mi favorito. Pero ya hablaremos de ello otro día.

Mi gran amigo Fer, del que los habituales ya habréis leído un par de veces, visitó Angkor poco menos de un mes antes que yo, y me dijo que debería invertir allí no menos de dos días completos… y yo pensé que estaba exagerando una barbaridad (a veces es un poco exagerado el crío, y su fama le precede), pero me tuve que tragar mi pensamiento con patatas. Dos días enteros, de principio a fin, en Tuk Tuk, y aún así sentí al irme que otro día no habría estado de más.

Y hasta aquí mi lista. Si alguno tenéis alguna opinión sobre los ganadores, o sobre los nominados, me encantaría leerlas, especialmente si consideráis que estos cinco deberían incluir alguna que no esté ni entre las diez… que probablemente sea por desconocimiento.

En cuanto a mi opinión, espero ir pronto a Jordania y salir de dudas con Petra, hasta entonces, os quedáis con mi selección de hoy.

Y ya sabéis; si os gustó: Compartidlo. Y si os gustó muchísimo: Meneadlo

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David Fuentes
Siguiendo a Marco Polo

Pachorro, viajero, despistado, Molone, pensador, ingeniero, coherente, baterista, madrileño, cervecero, rayista, seriéfilo, comidista, chanante y submarinista.