¡Va de retro Internet! (Parte 3/3)

Una visión crítica de la evolución de la Internet desde la sociedad civil

Daniel Pimienta & Luis Germán Rodríguez Leal, junio 2020

pimienta@funredes.org & luisger.rodl@gmail.com

Este artículo está dedicado a los integrantes de la comunidad virtual MÍSTICA, que desapareció del ciberespacio en 2007, y a Michael Gurstein quien dedicó su vida a empoderar ciudadanos en las redes comunitarias y con quien compartimos partes de esa reflexión en los corredores de una reunión poco antes de su desaparición física en octubre 2017.

RESUMEN:

Partiendo de un análisis de las diferencias entre comunidades virtuales y redes sociales se desarrolla una descripción crítica de cómo la Internet ha evolucionado en los últimos 20 años hacia una situación marcada por el fin del diálogo y la promoción obsesiva de las visiones centradas en intereses egocéntricos. Se identifica la singularidad histórica a partir de la cual se desencadenó esta situación en la decisión de Google, a inicio de los años 2000, de hacer de la publicidad el foco de su estrategia de negocio y de cómo transformó, con la ayuda de las otras Gigantes Tecnológicas (GT), a los usuarios en usuarios-productos y luego en agentes de su propio mercadeo, mediante el uso de su egomación. Se indaga sobre el papel jugado por la sociedad civil especializada en los temas de sociedad global de la información, en donde ha presentado poca resistencia a los cambios surgidos en el camino. Además de representar un divorcio con las utopías iniciales compartidas, esta evolución es una amenaza con importantes repercusiones en el mundo no virtual que incluyen el debilitamiento de los fundamentos democráticos de nuestras sociedades. Después de mostrar algunas perspectivas distópicas, se proponen algunas pautas concretas de trabajo para cambiar el rumbo, destacando la medida más importante: la de declarar una emergencia digital que contemple programas masivos de educación para insertar a los ciudadanos en los desafíos éticos, potencialidades y riesgos de la sociedad global del conocimiento, y especialmente en lo que significa la alfabetización informacional.

Palabras claves: Internet, comunidad virtual, redes sociales, gigantes tecnológicas, ética, emergencia digital, alfabetización informacional, sociedad global del conocimiento, multi-stakeholder, egomación

Contenido

Introducción
El fin del diálogo
¿Como hemos llegado hasta aquí?
La sociedad de la opinión y la “contaminación social” vía la Internet
El papel de la sociedad civil
Gobiernos o GT: el sesgo cognitivo
La emergencia digital
Conclusiones

(En esta parte del artículo se cubren los títulos señalados en negritas)

Aquí puede acceder a la Parte 1/3

Aquí puede acceder a la Parte 2/3

La emergencia digital

Estamos en un ambiente complejo donde visiones simplistas, como el modelo causa-efecto, se quedan cortas para abordar la volatilidad, ambigüedad e incertidumbre (VUCA[1], por sus siglas en inglés) que arroja el entorno sobre los habitantes de la sociedad global del conocimiento.

Los efectos de desatender una actualizada alfabetización informacional van más allá del mero funcionamiento del mundo digital y de su dominio técnico. Sus repercusiones contagian los espacios públicos introduciendo distorsiones como las generadas por la manipulación de la información recogida por las GT y los gobiernos no democráticos, sin el consentimiento de los ciudadanos.

¿Por qué consideramos tan aguda esta necesidad? Porque la situación tiende a empeorar. Un estudio de terreno (ver [3]) mide que el nivel de alfabetización informacional de jóvenes alumnos va decreciendo en el tiempo y eso debería preocuparnos seriamente por sus efectos ante el futuro del planeta. Una cosa es que las nuevas generaciones muestren habilidades en el uso de las herramientas digitales[2], y otra es el proceso de metabolizar la información y transformarla en conocimiento. Los ciudadanos de hoy, y los jóvenes más aún, están sometidos al flujo de información de volúmenes sin precedentes mientras la capacidad de discernir lo cierto de lo falso, la validación de las fuentes y la apreciación para detectar manipulaciones requiere competencias que no están incluidas en los currículos académicos de los sistemas educativos formales; la carencia de consideraciones éticas se ha convertido en una amenaza patente para la humanidad.

En uno de los artículos citados (ver [4]) se habla de brecha paradigmática para explicar las dificultades que tienen los tomadores de decisiones en el ámbito digital para comprender que no estamos ante problemas técnicos sino de cambios en la representación del mundo, dentro de un contexto digital que maneja otra realidad (otros espacios, otros tiempos, otra interactividad, otra modalidad participativa, etc.). En este nuevo paradigma la relación triangular gobiernos (global, nacional y local) — sociedad civil — sector privado y los modelos de innovación y disruptivos para apropiarse socialmente de la tecnología son de otra naturaleza. No identificar este hecho y no tomarlo en cuenta conduce fácilmente a decisiones desacertadas.

El fondo de la estrategia implica llegar a todos los ciudadanos en sus respectivos y diversos roles y hacerles una atractiva propuesta para que adopten comportamientos disruptivos que permita crear una cultura digital alternativa. Claramente el sistema educativo formal[3] ha de ser puntal en el cambio de enfoque. La tarea es comprender los hilos que mueven nuestro entorno y desarticular los elementos éticamente perniciosos. Implica apropiadas intervenciones curriculares a todos los niveles, desde el pre-escolar hasta la educación superior, pasando por los diversos grados de formación profesional. Obviamente no es una tarea trivial y requiere decisiones políticas para construir los consensos necesarios.

En un trabajo reciente (ver [7]) desarrollamos con más detalles los riesgos que existen por el hecho que las instancias burocráticas nacionales, regionales, internacionales, multilaterales y mundiales que se ocupan actualmente de la promoción y asimilación de los desarrollos tecnológicos recojan principalmente tendencias optimistas y complacientes, con poca o ninguna intención de visibilizar los cuestionamientos que ya se advierten y por los que se recomienda tomar acciones prontamente. La iniciativa de declarar una Emergencia Digital serviría también para promover una comprensión más amplia de los recursos basados en IA y despojarlos de ese carácter inexpugnable con el que se presentan. Impulsaría un esquema educativo disruptivo para humanizar la sociedad global del conocimiento a lo largo de la vida. En otras palabras, es más que sólo mejorar lo que se está haciendo a la fecha en este sentido.

Un esfuerzo educativo de la magnitud señalada concierne a muchos actores sociales, pero en primer lugar a los responsables de políticas públicas quienes deben velar por el bienestar de sus ciudadanos y por el buen funcionamiento de los organismos bajo su gestión[4]. En segundo lugar, corresponde a los profesionales de las TIC y del campo de la información velar porque la calidad de los servicios que se pongan al alcance de los ciudadanos cumpla con los cánones éticos y de transparencia que garanticen los derechos de información y expresión, sin supeditarlos a intereses pecuniarios o subalternos.

Una responsabilidad mayor se le ha de exigir a las empresas tecnológicas de todos los tamaños y particularmente a los desarrolladores de los componentes de la plataforma digital que nos envuelve. Es momento de requerirles que hagan de conocimiento público los modelos lógicos que subyacen en los algoritmos que implementan en sus herramientas. Los usuarios tienen el derecho a demandar la transparencia de esos algoritmos a efectos de resaltar los sesgos y salvaguardarse el derecho de vetar conceptualizaciones que encierren, por ejemplo, perspectivas racistas, xenófobas, antisemitas, homófobas, sexistas o incitadoras al odio. Por el lado de las empresas se ha de demandar que expliciten el uso de la información que captan de los usuarios, particularmente de aquellos que toman de las RRSS. Esto podría verse como un paralelismo con las regulaciones explícitas para proteger los datos personales lo que en nuestra visión ratifica que esos cuidados son indispensables y que falta por conseguir mecanismos firmes para hacer cumplir estas medidas.

Un aspecto primordial, que demanda atención específica es el del liderazgo de los técnicos y tecnólogos que apuntalan los desarrollos en el mundo digital. Han logrado erigirse como una categoría aparte dentro de la sociedad civil y no quieren soltar control a pesar de que los problemas, como advertimos, no son principalmente técnicos.

Al lado de esa demanda a los desarrolladores deben crearse mecanismos éticos para combatir el anonimato en las redes que permite esconder los ataques de toda clase de delincuentes y difamadores que se amparan bajo esta figura.

La alfabetización informacional también involucra incidir en la cultura del funcionario público, del político, del empresario, del emprendedor y del ciudadano de a pie. En repensar el relacionamiento de cada uno con los otros actores sociales para sanear una dinámica que está consolidando serias anomalías y asimetrías. Se hace tarde.

Conclusiones

La 4ta. Revolución Industrial está signada por una convergencia tecnológica sin precedentes donde se funden las TIC junto a la nanotecnología, la biotecnología y las ciencias cognitivas. Ello crea una armazón que hace viable que más temprano que tarde los humanos estemos integrados cibernéticamente a lo que llamamos la Internet de las Cosas[5]. Las características adoptadas por las GT, con el visto bueno y aportes de gobiernos y de la sociedad civil, para incidir en la conducta de la ciudadanía describen una ruta hacia el capitalismo de vigilancia que parece indetenible y que presenta enormes desafíos éticos.

El entramado tecnológico tiene intrincadas dependencias con los aparatos productivos y militares de los países que dominan la economía mundial. De allí que luce complejo cambiar radicalmente el modelo de negocio preponderante que, como describimos anteriormente, funciona con base a un usuario-producto que es objetivo para las estrategias de mercadeo digital. Sin embargo, creemos que teorías como la del caos, al actuar sobre sistemas tan complejos, pueden destapar sorpresas capaces de acabar con lo que hoy parece irreversible; la condición necesaria para tales cambios es sin embargo la existencia de una ciudadanía debidamente educada sobre los riesgos que hemos identificado.

En buena medida el alcance logrado en el desarrollo del capitalismo de vigilancia se sustenta en la lógica del negocio tecnológico impuesto a partir de ese “pecado original” de Google que luego se institucionalizó en el ámbito de las otras GT y del amplio mundo de las aplicaciones digitales. Los usuarios mordieron el anzuelo y han inundado las plataformas digitales con elementos para fortalecer ese esquema de negocios. La egomación circula a raudales y con ello ha mermado el diálogo y la construcción colaborativa de conocimiento, que tantas expectativas había creado alrededor de la Internet en sus comienzos. Fue el esquema de pagos por publicidad colocando resultados de los sitios que pagan por encima en los resultados de las búsquedas y, posteriormente, presentado primero los sitios que generan los mayores beneficios publicitarios.

El rendimiento económico distorsionó y sacrificó el diálogo, la interacción entre los usuarios para colaborar y generar nuevos conocimientos. Se privilegió la “popularidad” de los contenidos y se puso por encima de la calidad. Se premia a quienes se mercadean mejor: el buzz, palabra que sirve para calificar al origen un ruido parásito en equipos de sonidos y la viralidad, un contagio patológico extremo, son hoy en día las dos virtudes supremas de ese mercadeo planetario tóxico y el norte del nuevo avatar del Homo sapiens, el Homo mercadens. Son necesarios más estudios y conseguir soluciones ante el consecuente aumento de la entropía total de la Web, así como el estrechamiento de la parte del Web a la que el usuario promedio tiene acceso porque en el presente se mantiene encerrado en nichos cada día más reducidos por las aplicaciones más utilizadas.

Poco interés han mostrado los usuarios-producto en salirse de la pauta impuesta por las GT. La misma sociedad civil ha tendido a seguir batallando contra las regulaciones acordadas por los gobiernos y ha bajado la guardia frente a otros actores involucrados en los mecanismos multisectoriales de gobernanza de la red. Y la caravana avanza.

Creemos que la sociedad civil organizada debe revisar y cambiar su paradigma de funcionamiento frente a la evolución de la sociedad global del conocimiento considerando que las consecuencias de decisiones del sector privado tienen más impacto en la realidad que dichas políticas en los regímenes democráticos. Ponderar eventuales alianzas con los gobiernos es una manera válida de inducir o forzar comportamientos éticos en el sector privado o en los organismos internacionales.

El gran impacto de la 4ta. Revolución Industrial demanda esfuerzos ampliamente concertados, sin imposiciones de ninguna de las partes. De allí que nuestra recomendación principal es destacar la urgencia de abordar estrategias integrales de sensibilización y formación de ciudadanos digitales con una sólida cultura informacional arraigada en consideraciones éticas. En otras palabras, creemos en una estrategia que deber asumirse desde ya y hacer un llamado a declarar una Emergencia Digital, similar a la existente con respecto al cambio climático. El tiempo para recomponer las cargas y atacar las asimetrías se agota. La falta de acciones favorece los efectos indeseables.

Aquí puede acceder a la Parte 1/3

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NOTAS:

[1] https://es.wikipedia.org/wiki/VUCA

[2] No es sorprendente puesto que su diseño se enfocó en la intuición para su fácil adopción.

[3] Estudiantes, docentes, representantes y gestores de políticas públicas en educación.

[4] En este sentido existen experiencias avanzadas promovidas para ayudar a los ciudadanos a combatir las fake news. Un ejemplo es la que se adelanta en Finlandia y que reseñó CNN en https://edition.cnn.com/interactive/2019/05/europe/finland-fake-news-intl/

[5] Para dar un ejemplo, no es ciencia ficción un escenario donde dentro de 10 a 20 años lentes de realidad aumentada sean complementadas por sensores cerebrales que permitan a los GT captar e interpretar información cerebral. Con el subconsciente de los usuarios-producto al alcance del mundo de negocio las consecuencias éticas serán colosales. Ver [8]).

Referencias

[1] — D. Pimienta, “At the Boundaries of Ethics and Cultures: Virtual Communities as an Open Ended Process Carrying the Will for Social Change (the “MISTICA” experience)” in the book “Localizing the Internet. Ethical Issues in Intercultural Perspective”, Capurro, R. & al. (Eds.). Schriftenreihe des ICIE Bd. 4, München: Fink Verlag, 2005

http://www.funredes.org/mistica/castellano/ciberoteca/tematica/icie (versión en español)

[2] — J. G. Koomey, “Estimating total power consumption by servers in the US and the world”, Stanford University, Feb. 2007

http://www-sop.inria.fr/mascotte/Contrats/DIMAGREEN/wiki/uploads/Main/svrpwrusecompletefinal.pdf

[3] — Y. Eshet-Alkalai, and E. Chajut, “Change over time in Digital Literacy”, Cyberpsychology & Behavior, Volume 12, Number X, 2009

[4] — D. Pimienta, “Digital divide, social divide, paradigmatic divide”, 1st edition of Journal of ICT and Human Development, 2009.

http://funredes.org/mistica/castellano/ciberoteca/tematica/brecha_paradigmatica.pdf

(versión en español)

[5] — Bernard Stiegler, “Le Blues du Net”, 2013, Blog “Réseaux” del periódico francés Le Monde.

https://web.archive.org/web/20131102102731/http://reseaux.blog.lemonde.fr/2013/09/29/blues-net-bernard-stiegler/

[6] — S. Zuboff, “The secrets of surveillance capitalism”, Frankfurter Allgemeine, March, 2016 -

http://www.faz.net/aktuell/feuilleton/debatten/the-digital-debate/shoshana-zuboff-secrets-of-surveillance-capitalism-14103616-p2.html

[7] — L.G. Rodríguez Leal. “La Disrupción de las Gigantes Tecnológicas — Emergencia Digital”, enero 2020.

https://www.academia.edu/41701222/La_Disrupcio_n_de_las_Gigantes_Tecnolo_gicas_-_Emergencia_Digital

[8] — H. Chneiweiss, Entrevista en la Recherche no557, mars 2020, page 70. (en francés)

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