Yarmolenko encuentra la alegría

Pedro Barata
Tres de añadido
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4 min readJun 17, 2021

“La comparación es la muerte de la alegría”
Mark Twain

El fútbol de Ucrania tardó poco en encontrar a su rey. Andriy Shevchenko se convirtió en el gran ídolo del joven país poco después de la caída de la URSS. Pero cuando el rey tiene que abdicar, el deseo de encontrar al nuevo monarca es, a la vez, fuerte y peligroso.

Yarmolenko era un joven que compartía el primer nombre del gran goleador. Nacido en San Petersburgo, Andriy se fue muy pronto a vivir al país de sus padres. En el inicio de su vida, tener poco o nada era lo normal. “Él empezó a jugar a fútbol cuando tenía unos 4 años, pero nosotros no teníamos dinero para comprar un balón. Por lo tanto, él tenía que jugar con una especie de balón hecha por él. El fútbol era un lujo al que no nos podíamos permitir”, cuenta su madre. En aquellos momentos, Yarmo tenía muchos sueños, y los tatuó, casi como recordatorio, en el brazo . Un niño con un balón mirando la catedral de Catarina en Chernigov, donde él creció.

El tatuaje que Yarmolenko tiene en el brazo derecho

Sin embargo, el talento de Yarmolenko regateó las dificultades de la misma manera que el zurdo empezó a regatear rivales en los campos. Tras llegar a la cantera del Dinamo Kiev, empezó un elogio que se convertiría en maldición.

“Eres el nuevo Shevchenko”

Esta frase, dicha por muchos pero, sobre todo, por un entrenador suyo en la cantera del Dinamo, fue un peso para Yarmo. Y el peso aumentó cuando, en su debut con el primer equipo, siendo tan sólo un adolescente, marcó un gol. Estábamos en mayo de 2008.

Un año después, Shevchenko volvió al Dinamo. Yarmo y Sheva juntos en el mismo equipo. Pasado, presente y futuro del fútbol de Ucrania. La pareja se trasladó del club a la selección, mientras el rendimiento del mito iba bajando y el del chico nuevo mejorando.

Yarmolenko y Shevchenko, en un partido de Ucrania en 2009

Shevhchenko se retiró en 2012 y dejó el camino libre para Yarmolenko. Sin el capitán, Yarmo lideró al equipo de Kiev en la conquista de la Liga en 2015 y 2016, ganando el premio de futbolista ucraniano del año en 2013, 2014 y 2015.

Era el momento de irse. En el verano de 2016, Shevchenko dio una entrevista aconsejando su fichaje por el Milan. Otra vez ese peso…

El elegante zurdo terminó yéndose al Dortmund. Y, en la 2017–18, sólo fue titular en 13 de las 34 jornadas de la Bundesliga. Y del Dortmund se marchó al West Ham, donde, de las 114 jornadas de la Premier que se jugaron desde su fichaje, sólo fue de la partida en 16.

Las críticas en su país aumentaron. Decían que jamás lograría emular al ídolo. Que no lograba ser el abanderado del fútbol de Ucrania, como fue Sheva en su día.

Pero con el ídolo al lado, la sombra del ídolo se va para convertirse en protección del ídolo.

En la Ucrania de Shevchenko, Yarmolenko es capitán y líder. Y el chico pobre que hacía sus propios balones no tiene miedo de coger el balón y ser feliz. Se gusta tocándola con Yaremchuk, Malinvoskyi o Zinchenko.

En el primer partido de la Euro, con Ucrania perdiendo 2–0 ante Países Bajos, Yarmo cogió el cuero e hizo un homenaje a Arjen Robben en el país del neerlandés volador. Y en el segundo marcó el tanto que abrió la lata, dio una asistencia y ofreció un espectáculo de controles, regates, lujos. Se gustó. Y ganó el premio de man of the match.

Ucrania no ganaba un encuentro en la Eurocopa hace seis partidos. En la última vez, el 11 de junio de 2012, Yarmolenko asistió a Shevchenko en el triunfo por 2–1 ante Suecia. Nueve años después, la misma pareja vuelve a ser protagonista.

Yarmolenko no sufre bajo la protección de Shevchenko. Con él a su lado, Yarmo puede mirar a su brazo derecho y pensar que el niño que miraba a la catedral es feliz.

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