¡Es hora de salir a probar tu idea!

Santiago Lorenzo
venturebees
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4 min readJan 7, 2020

Una vez que tenemos lista nuestra propuesta de valor (VPC) y modelo de negocio (BMC), es momento de trabajar sobre las hipótesis y pensar con qué experimentos vamos a testearlas.

Cuando hablamos de “experimentos”, se suele pensar en científicos y laboratorios, pero no son los únicos que experimentan. L@s emprendores también deben hacer este tipo de pruebas si quieren llegar al mercado con algo más armado. Cae de maduro que nadie saldría a la calle con un nuevo remedio sin haberlo probado, ¿por qué nosotros haríamos algo distinto?

Esta dinámica propone trabajar sobre las asunciones e hipótesis que estén en línea con el resultado de nuestros dos ejercicios previos (VPC y BMC). Las hipótesis pueden ser:

a) Deseo del cliente a nuestro producto/servicio.

b) Infraestructura y escalabilidad del emprendimiento para realizar las actividades claves

c) Factibilidad del negocio y precio, si nuestros ingresos son mayores a nuestros costos.

Por ejemplo, si tenemos un proyecto de un comercio electrónico que vende productos naturales, podríamos tener la siguiente hipótesis: “El segmento de cliente al que apunta prefiere comprar productos naturales en vez de industriales”. Notarán que no lo escribo en modo pregunta, sino que estamos afirmando “algo”, ya sea por la positiva o por la negativa.

Una vez que tenemos nuestra lista, la ordenamos en el siguiente cuadrante:

Lo haremos según las referencias de los ejes. En el eje X -de izquierda a derecha-, se ubicaran según la evidencia que ya tengamos sobre cada hipótesis (ej: informes de mercado), y en el eje Y -de arriba hacia abajo-, ubicaremos según la importancia de cada variable que creamos tenga sobre el producto.

Una vez terminada esta tarea, podremos ponernos a trabajar con foco en el cuadrante superior derecho, ya que allí tendremos las cosas más importantes pero de las que menos evidencia tenemos. Este podría ser nuestro trabajo clave para diferenciarnos en el mercado.

Ahora si: ¡a escribir nuestras tarjetas de hipótesis y resultados!

La idea es trabajar de manera simple y clara (este ya no es un espacio para filosofar), sino que tenemos que setear nuestras mentes como si fuésemos científicos que tienen que validar el resultado de una fórmula donde no hay espacios grises: o funciona o no.

Para ayudarlos, les dejo unos ejemplos de tarjeta de Strategyzer.

  • Tarjeta de test: donde pondremos de manera bien clara y concisa nuestra hipótesis, qué haremos para verificarla, qué mediremos, cuál será el criterio que indicará si estamos en lo cierto y, por supuesto, un nombre para el test, una persona asignada a seguir esta tarea, la duración estimada y su fecha de entrega.

Una vez que hicimos los tests, deberemos completar la siguiente tarjeta con los resultados, donde nuevamente de manera clara y concisa, completaremos todos sus campos.

Repasando

Primero trabajamos en extraer nuestras hipótesis con las herramientas Value Proposition y Business Model Canvas, las priorizamos, diseñamos las pruebas, priorizamos estas pruebas, las corrimos, generamos conocimientos y realizamos progresos.

Este es un proceso iterativo en el que trabajaremos hasta llegar a un resultado que esté a la altura del producto que queremos llevar al mercado.

La clave aquí es empezar a probar barato y confundirse rápido. A medida que avanzamos con la certidumbre, podemos invertir más dinero en los siguientes experimentos.

Como referencia, en general las hipótesis más económicas para testear son -en orden- las “a”, luego las “b” y las más costosas las “c”, enumeradas más arriba.

Les dejo algo de bibliografía extra por si les interesa seguir investigando sobre el tema:

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Santiago Lorenzo
venturebees

Me encanta identificar oportunidades, crear conceptos e ideas, conectar puntos donde no parece posible y aportar la mirada técnica para poder construirlo.