Madrid – Vestigium

Ayer me masturbé pensando en mi profesor de escritura, pero no me mola un carajo, o sí, no sé. Es probable…

Mi vida empezó a mejorar el día que dejé a mi psicóloga. La gente no suele creerme, pero para mí fue una decisión…

Desayunar un gin tónic era lo único que le apetecía. Jonathan entró al primer bar que vio con las ojeras…

El otro día fui a una clase de escritura creativa. Estuvo bien, pero no me enamoró.