Conversación con Luis Astray sobre la transformación digital de Uruguay

Conversamos con Luis Astray sobre su experiencia y perspectivas sobre el gobierno digital de Uruguay, uno de los casos más emblemáticos de América Latina, y uno de los países miembros del Digital 7. Luis es generalista funcional en Government Resource Planning y Enterprise Resource Planning, y especialista en GeneXus. A continuación, algunos de los puntos más importantes que nos explicó Luis:

• Luis explicó que la historia de contó la historia de Manuel Sadosky, pionero en IT en los 60’s quien crea la carrera de Ciencias de Computación en Argentina en 1963, pero que escapa a la dictadura argentina en 1973 y se instala en Uruguay. Similar al caso de Estonia que comienza su camino digital en 1991 al salir de la Unión Soviética, parece que Argentina comienza a perder la carrera digital con Uruguay en los 70's.
• Compartiendo los consejos de Eric Ramirez y Heiko Vainsalu, Luis explica que la creación en 2005 de AGESIC, una institución joven que lidera el desarrollo del Gobierno Digital y la Sociedad de la Información y el Conocimiento en Uruguay, desde Presidencia de la República, fue esencial para el éxito de Uruguay, debido a su autonomía y jerarquía para imponer cambios en todos los organismos gubernamentales de Uruguay. Luis explicó que muchas buenas ideas e intenciones no llegan a resultados porque muchos países no tienen un organismo con suficiente poder para implementar esas ideas.
• Luis explicó que AGESIC se destaca por su agenda digital permanente basada en cuatro pilares: 1) Políticas sociales y de inclusión, 2) Desarrollo económico sustentable, 3) Gestión de gobierno, y 4) Gobernanza para la sociedad de la información. En la agenda de 2018, AGESIC incluyó un total de 47 objetivos bajo el manto de esos cuatro pilares. Algunos ejemplos:
  * Capacitar a 5.000 jóvenes a programar.
  * Crear un sistema nacional de repositorios.
  * Alcanzar al 100% de los prestadores integrales de salud con la Historia Clínica Electrónica Nacional.
  * Integrar la información laboral actualizada y en tiempo real.
  * Llegar al 65% por fibra óptica, el 90% de los hogares conectados a por banda ancha, y el 65% de la cobertura de LTE.
  * Alcanzar el 90% de empresas conectadas a Internet, manteniendo un precio de conexión competitivo.
  * Disponer del 100% de los trámites de la Administración Central para ser iniciados, seguidos y completados en línea.
  * Profundizar la cultura del gobierno abierto, implementando mecanismos electrónicos de participación ciudadana en el 100% de organismos de la Administración Central e incrementando en un 100% la oferta de datos abiertos de gobierno.
  * Alcanzar el 30% de la población con mecanismos de identidad electrónica (cédula, móvil, etc.), haciendo uso de ésta para la autenticación y la firma digital de documentos.
  * Llegar al 100% de organismos de la Administración Central cumpliendo los requerimientos mínimos de los modelos de madurez de ciberseguridad y de continuidad operativa.
• Actualmente, 87% de los uruguayos pueden acceder a Internet, 71% tiene Internet en su celular, y 59% utilizar Internet todos los días.
• Luis considera que algunas de las ventajas de Uruguay para poder haber sido tan innovador es su pequeño tamaño como país, una geografía sencilla para el despliegue de infraestructura tecnológica, y una población con actitud inmigrante y emprendedora. Vale comentar que estas fortalezas también estuvieron presentes en el caso de Estonia.
• Luis enfatizó la importancia de organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo y otros organismos internacionales en la transformación digital de América Latina, tanto a través de fondos como de guías de procesos para cada gobierno.
• Tal vez la mayor diferencia entre Uruguay y Estonia es que Estonia pudo tener un “comienzo de cero” que le permitió establecer las bases correctas para su evolución digital, mientras que Uruguay tuvo que aprender a cambiar y mejorar al mismo tiempo que lidiaba con la infraestructura y cultura de su pasado y presente. En cierto modo, los casos de países como Uruguay tal vez deban ser celebrados y estudiados más aún que Estonia, por más que sus resultados no se comparen con el país báltico.