Escritura de mí

El “yo” es la figura más constante en mi escritura

Regiane Folter
Yo, Regie

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Estoy preparando un nuevo libro. Publicar libros es algo adictivo, ¡jaja! El proceso de dar vida a AmoreZ fue genial, y ahora tengo otra idea editorial en proyecto. ¡Espero que funcione!

El caso es que, después de haber vivido y aprendido de mi primer libro, decidí que para el siguiente volvería a contar con lectores beta, algo que me ayuda a mejorar mi escritura. Con AmoreZ me acerqué a algunas amigas del mundo de la escritura y la comunicación y las invité a leer el libro antes de publicarlo. Fue muy agradable y los comentarios que recibí me ayudaron sin duda a entender mejor cómo estructurar el libro y explicarlo.

Con este segundo libro, publiqué un formulario en las redes para quien quisiera echar una mano como lector beta. Decidí que abriría la posibilidad de que personas no tan cercanas a mí participaran en el proceso, ya que probablemente tendrían opiniones menos condicionadas por una relación conmigo. También me preparé un poco más y elaboré una lista de preguntas más específicas para plantear a los lectores una vez terminada su lectura.

Una de las personas que se ofreció a leer el libro y darme su opinión es un colega escritor que conocí en internet. Acordamos que él leería mi manuscrito y yo el suyo, ya que está en el mismo proceso que yo. Después intercambiaríamos opiniones. Y así lo hicimos. El feedback que recibí de él me sorprendió positivamente por el nivel de detalle y atención que puso en la tarea. Me envió un largo email en el que analizaba varios aspectos de mi trabajo, con muchas sugerencias y ejemplos. Me quedé encantada.

De forma muy asertiva, su principal comentario fue que escribo muy centrada en mí misma. Casi todos mis textos están en primera persona y se centran en cosas que son muy mías: experiencias que he vivido, sentimientos que he sentido, pensamientos que he tenido, etc. Eso no es un problema, decía mi colega escritor. La provocación que me hizo estaba más relacionada con cómo puedo hacer que mis textos inviten más al lector a formar parte de lo que está leyendo; en lugar de estar tan centrada en mí misma, dejando al lector en el exterior, mirando por una vitrina, ¿podría desarrollar el texto de manera que la persona que me acompaña se sienta parte de él?

Esta pregunta me pareció muy válida y me hizo reflexionar. Me dieron ganas de volver a revisar el manuscrito, de releer las historias y buscar oportunidades para retocarlo, cortarlo, resumirlo, transformarlo. Ampliarlo.

Siempre he sabido que el “yo” es la figura más constante en mi escritura. Escribo sobre todo para hablar de mí misma, para poder sacar a la luz las cosas que me angustian o me asombran y diseccionarlas en la página. Esto no es nada nuevo para mí, y no me siento mal por mi escritura medio egocéntrica. Me doy cuenta de que mi motivación para escribir tiene un enfoque muy terapéutico. Es más, como soy una persona tan cordial, tan anti-conflictiva, tan acostumbrada a decir que sí a todo el mundo y a querer agradar, sé que necesito escribir sobre mí misma para liberarme. Para encontrar un respiro en alguna parte. Es mi espacio para ponerme en primer lugar, para ser un poco egoísta y entenderme mejor.

“Escribo sobre mí misma para no olvidar quién soy”, dice la poeta Bruna Albuquerque. Otra frase que llevo en el pecho: “The page is a space where I can sit and have compassion with my troubles.” (“La página es un espacio donde puedo sentarme y tener compasión con mis problemas”). Frases que definen bien la importancia que la escritura ocupa en mi autoconciencia.

Así que el comentario de mi lector beta no me sorprendió en ese sentido. Lo que sí me ha resonado es si estoy dejando al lector fuera de la fiesta. ¿No será que en mi afán por escribir sobre lo que me conmueve, lo que me estremece, lo que es importante para mí, me estoy refugiando en mí misma, encerrada en una mazmorra personal, sin dejar entrar a nadie más? ¿Será que la gente que me lee se siente ajena, incluso expulsada, repudiada? ¿Sin posibilidad de formar parte, sin sentirse identificados? ¿Será una escritura aburrida, que no tiene sentido para nadie además de mí?

La marea de inseguridad va y viene. Me mantengo firme porque sé lo que sé, y sé que puedo escribir bien. También acepto los comentarios como lo que son, solamente comentarios. La opinión muy constructiva de una persona que en ningún momento me dijo que quemara el libro y empezara de nuevo. Sus opiniones se centraron realmente en hacerme reflexionar, pensar en las aristas que puedo recortar, las formas en las que puedo seguir desarrollando mi trabajo. No me desesperar ni pensar que todo está mal. Pero sí quiero dejar que esta provocación reverbere en mí y que me lleve a revisar mis textos. A ponerme en la posición de un lector, a mirarlos como si tuviera otros ojos en vez de los míos y pensar “¿estoy dejando la puerta abierta?”.

Porque, por mucho que escriba para mí misma, para ahuyentar a mis monstruos y encontrar formas más sanas de tratar conmigo misma, también quiero que mis palabras conecten con los demás. Al fin y al cabo, si sólo escribiera pensando en mí, tendría un diario y ya está. Desde el momento en que publico mis textos para que todo el mundo los vea, le estoy diciendo a todos y todas que quiero que formen parte de la historia. Quiero que absorban mis palabras y se sientan acompañados. Quiero que sientan que otra persona está pasando por lo mismo que ellas. Que se encuentren a sí mismos en el texto, que creen nuevas palabras a partir de él, que sea el trampolín desde el que puedan saltar a nuevas formas de pensar y nuevos encuentros con ellas mismas.

No hay mucho más que decir además de manos a la obra! Sé que puedo llegar más lejos. Sé que este manuscrito puede seguir creciendo y floreciendo. Los comentarios de este lector y de otros son nuevas herramientas que me ayudarán a pulir lo que escribo hasta que las palabras estén aún más brillantes!

Quizás este texto no sea el más completo. No deja de ser una reflexión muy egocéntrica, lo sé. Ha sido un arrebato. Pero algo me dice que no soy la única escritora con este problema. Algo me dice que más gente vive o ha vivido lo que yo estoy experimentando y ha tomado decisiones basadas en esta reflexión. Me gustaría conocer sus secretos y técnicas, si han decidido abrirse más al mundo o si han seguido eligiendo su ostra. Y me gustaría, más que nada, conectar con esas personas que están en el mismo camino que yo, trabajando en sus manuscritos, recibiendo comentarios, pensando continuamente en cómo mejorar su trayectoria.

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Regiane Folter
Yo, Regie

Escrevi "AmoreZ", "Mulheres que não eram somente vítimas", e outras histórias aqui 💜 Compre meus livros: https://www.regianefolter.com/livros