Soledad
Viviendo con enfermedades mentales en comunidades rurales de la Sierra Chiapaneca
En La Soledad contamos con 5 participantes diagnosticados con depresión de entre 13 y 56 años.
Al principio del taller nos reuníamos todos los días en la casa ejidal para hacer actividades grupales de integración. Explicamos las distintas partes de una cámara así como su funcionamiento ya que para casi todos era la primera vez que tenían una en las manos. Junto con el material visual de otros fotógrafos y con la ayuda de ejercicios prácticos, los participantes aprendieron a utilizar las fuentes de luz disponibles y a jugar con la composición. Entre ellos se hacían preguntas y se tomaban retratos. Cuando los participantes se sintieron más seguros con la parte técnica fuimos abarcando nociones de narrativa y simbolismo con el fin de usar la fotografía como un medio de expresión. Cada participante exploró distintos aspectos negativos y positivos de vivir con problemas de salud mental.
“Tomando fotos se siente tranquilidad.” Participante, 56 años.
En la segunda semana hicimos visitas individuales en casa de los participantes para apoyarlos en el desarrollo de su proyecto personal, el cual consistiría de 10 a 20 fotografías finales con textos narrativos.
“Ahora me siento otro poquito mejor.” Participante, 41 años.
Tenfora dedicó su proyecto fotográfico a todas las fuentes de apoyo que ha tenido durante los años que ha luchado contra la depresión. No son sólo sus seres queridos y médicos, sino también la naturaleza que la rodea lo que le ha traído paz.
“Tomar las fotos fue bonito, fue muy bueno distraerme y me hizo sentir mejor” Participante, 34 años.
Esta participante sufrió la pérdida de su bebé hace unos 5 años cuando tenía sólo unos meses de edad. En este momento los únicos médicos disponibles se encontraban a más de tres horas de distancia de la comunidad. Lamentablemente, cuando ella y su familia fueron capaces de hacer este viaje ya era demasiado tarde. En este proyecto ella retrata los objetos y las personas que le recuerdan a su bebé y comparte el dolor que ha sentido desde entonces.
“Para mí fue bonito todo de esto y me gustaría compartirlo con otras personas.” Participante, 32 años.
“Estuve feliz de compartir con mis compañeros un pensamiento más joven. No importa la edad, lo que importa es la salud, que siempre estemos juntos y compartamos nuestras ideas y pensamientos.” Participante, 13 años.
Esta participante empezó a experimentar depresión durante su adolescencia. Ella quizo dedicar este proyecto a la única amiga que se mantuvo cerca en los momentos más difíciles de su enfermedad. Con sus fotos ella habla de la importancia del apoyo, el cual considera que fue esencial para su recuperación.
Presentaciones finales
Cada participante invitó a su familiares para ver la proyección de sus fotografías finales y escuchar sus historias. Se les entregó un certificado junto con 50 fotografías impresas más un retrato personal tomado por la fotógrafa Camila Jurado. Compartimos botana y al final partimos un pastel para celebrar.
“En algún momento cuando ella empezó se me hacía muy difícil entenderla, comprenderla y siempre le decía “ay, te andas quejando” o “levántate sal, haz esto o el otro”, pero ya cuando en verdad entendí el problema que tenía traté de relacionarme más con ella, platicar más con ella.” Mamá de una participante.
“Recuerdo las veces que ella se sintió desesperación, pero con estas fotos puede recordar las cosas buenas.” Hija de una participante.
¿Qué le aconsejarías a alguien que está pasando por lo mismo que tú?
