La Nación Caapuã: herederos de los sueños nativos.

Brasil In The Darkness
Brasil na escuridão
20 min readApr 22, 2021

Versión en Español│Versão em Português-BR

Por Porakê Martins, Alex Pina, Aredze Xukurú, Eros Rosado & Jessele Damasceno.

Traducción de Manuel Gayoso

Arte de Keoma Calandrini

“Ésta es sólo una de las historias que cuentan los antiguos, pero no es una historia cualquiera. Es la leyenda de Culebra Norato y María Caninana, los hijos gemelos de Boiaçu, la Culebra Grande, los primeros de nuestro pueblo.

Decían los antiguos que, en una noche de luna llena, la Culebra Grande, se acercó a una indígena hermosa que se bañaba sola en las aguas de un igarapé. No se consideraba adecuado que una mujer joven se bañara en el igarapé en una noche de luna llena, especialmente cuando se encontraba en “aquellos días,” pero a esa joven no parecía importarle nada de eso. Por suerte, o azar, a Boiaçu le gustó la joven y se acercó a ella.

La barriga de la indígena creció, y cuando llegó el momento, en la orilla del igarapé, asustada, dio a luz a dos culebras, una pareja, que eran capaces de convertirse en personas y culebras, y a las que dio el nombre de Maria Caninana y Norato, la primera culebra fue tomada como ahijada por Jaci, y la segunda, por celos, fue reclamada por Guaraci. Después de nacer las dos culebras se arrastraron al igarape´y se hundieron en la inmensidad del Gran Río.

Caninana había llegado al mundo primero, poco antes que su hermano, era astuta y peligrosa, incluso malvada. Volcaba las barcas, rompía las redes, ahogaba a los hombres y devoraba los peces. No le gustaban los humanos, y ni siquiera quería a la madre que la había dado a luz, pues se sentía rechazada por ella.

En cambio Noratiño, el hermano más joven, era un niño bueno, y cuando era pequeño visitaba a su madre de noche, y mamaba la leche de su pecho mientras ella dormía. Mientras visitaba las aldeas, se sintió atraído por las personas, se hizo amigo de los hombres y sedujo a las mujeres.

Pasó el tiempo y los dos hermanos crecieron, y cuando se convertían en culebras eran mucho más grandes que las barcas que surcaban el río. Caninana, la hermana mayor, como no perdía el tiempo en el mundo de los hombres y había crecido sola en la selva, entre los animales, era la más grande, la más feroz y la más fuerte de los dos hermanos, y su rabia hacia la humanidad creció con ella.

Los dos hermanos eran como agua y aceite, como las aguas del Amazonas y del Tapajós. Había muchos desacuerdos y discusiones entre ellos, y el desacuerdo creció hasta convertirse en una pelea entre los dos, una pelea muy fea.

Un día, mientras los dos peleaban, Caninana le arrancó un ojo a Culebra Norato, y el pobre terminó tuerto. Fue entonces cuando decidió terminar con aquello. No era por haber perdido el ojo, sino porque había comprendido que su hermana se había vuelto loca, y el odio y el rencor envenenaban su corazón.

Norato, un chico listo, encontró una forma de poner punto y final a las maldades de Caninana y, convertido en culebra, salió en busca de su hermana. Cuando la encontró, trató de llamar su atención, exigiendo una revancha. Enfurecida, la malvada culebra se lanzó furiosa detrás de él, pero Noratiño era más pequeño y más rápido, y Caninana tuvo que esforzarse para tratar de alcanzarlo.

Los dos subieron río arriba hasta que llegaron a la aldea de Pauxis, donde hoy se encuentra la ciudad de Óbidos. Allí, donde se encontraba el lugar más estrecho y profundo del Gran Río, Norato saltó y pasó al otro lado. Sin embargo, Caninana, mucho mayor y cegada por el odio, no consiguió saltar a tiempo y acabó atrapada en las profundidades del Estrecho de Óbidos, donde permanece hasta hoy.

Allí se formó un remolino traicionero, que arrastra hombres, mujeres, ancianos y niños, personas que nunca vuelven a ser vistas. Dicen que se trata de Caninana, que, aspirando profundamente, engulle a los desprevenidos. Ni siquiera prisionera ha dejado de ser malvada.

Pero hay quienes se preguntan si Culebra Norato actuó bien, porque sin el miedo que Caninana despertaba, los hombres se volvieron cada vez más atrevidos y desalmados, y hoy la selva y los sueños que alimenta han menguado hasta el punto de correr el peligro de desaparecer para siempre. Quizás ése fuese el destino que ella intentaba evitar.”

-Dona Belém, Boiúna Gruñona, Anciana de la Anama de Belén do Pará.

Arte de Alyne Leonel

Cuando los primeros Kithain aparecieron por aquí, se encontraron con los extraños seres feéricos nativos, que se llamaban a sí mismos Nanatüs o Caapuã. Los Caapuã se consideraban intermediarios entre los pueblos nativos y la naturaleza salvaje, una misión que les habría concedido su creador, una entidad llamada Boiaçu, la Culebra Grande. Según ellos fue Boiaçu, quien abrió el camino, creando a su paso el lecho del río Amazonas, y así permitió que floreciera la Gran Selva, a partir de las aguas y la vida que transporta.

Para mantener la armonía entre su creación y los primeros humanos que habían llegado a esta tierra, cuyos descendientes son los pueblos indígenas, Boiaçu habría creado a todos los Caapuã. Pero este legado fue amenazado por la llegada de los colonizadores europeos y por el exterminio de los pueblos nativos, lo que habría obligado a Boiaçu, disgustada, a sumergirse de regreso al Fondo, la realidad más allá del Mundo del Otoño, para dormir en sus profundidades, dejando detrás a sus Caapuãs.

Así, como hijos crecidos ante la inevitable pérdida de sus padres, muchos Caapuãs decidieron resistir valientemente la colonización, honrando la misión para la que habían sido creados, tratando de preservar la naturaleza salvaje del “Nuevo Mundo” y las leyendas y costumbres de los pueblos originarios. Algunos todavía guardan rencor por sentirse abandonados por Boiaçu e incluso han tratado de aliarse con los forasteros Kithain por conveniencia o desesperación.

Como los Kithain, los Caapuã poseen dos facetas de sueños y pesadillas, y reconocen tres aspectos distintos en función de la experiencia y sabiduría de los suyos. Entre ellos los Infantiles son tradicionalmente llamados Kurumim (niños) o Cunhantain (niñas); los Rebeldes son llamados Kuirao (chico) o Cunha (chica); y los Gruñones son conocidos simplemente como Ancianos.

Además de poder interactuar con el Ensueño, los Caapuã también pueden acceder a la Umbra, el mundo frecuentado por los cambiaformas, a través de sus espíritus Tótem. Suelen referirse al Ensueño y a la Umbra como dominios diferentes del “Fondo”. Los Caapuãs también pueden alimentar su aspecto y poderes feéricos tanto a través del Glamour que fluye de rincones puros del mundo natural, como del Glamour que surge de los Soñadores mortales, llamando a esta energía feérica como Mirakamby.

A pesar de los sucesos recientes que han llevado a la incorporación de algunos Caapuãs a la estructura social y feudal del Imperio Kithain que domina los territorios al sur de Ewarë, por lo general los Caapuãs no hacen mucho caso de Títulos y Cortes, y muchos los desprecian completamente como tradiciones extranjeras que les parecen absurdas e impuestas.

Los Caapuã poseen una inclinación innata por la libertad, e incluso cuando se unen en sus Anamas y Bandas de Caza, existe poca formalidad entre ellos. Sus líderes suelen ser respetados por su carisma y sabiduría, pero necesitan demostrar constantemente su valor y capacidad para no ser sustituidos por alguien más capaz. La experiencia, el carácter y el poder individual son aspectos fundamentales que evocan gran respeto entre estos herederos de los sueños nativos.

Aprenda más sobre los secretos místicos y la mitología peculiar de los Changelings nativos en Brasil en el enlace a continuación:

La Cosmovisión Caapuã

Arte de Luis Edu

Léxico Caapuã

Alicanto, El Pueblo: Uno de los pueblos que tradicionalmente forman la Nación Caapuã, aunque recientemente han elegido abrazar la cultura Kithain. Son seres altivos y resplandecientes, de aspecto aviar, con gran afinidad por el trabajo del metal y que remontan su origen a los pueblos andinos, y que suelen ser relacionados con la Leyenda de la Madre de Oro.

Anama: El conjunto de los Changelings que habitan y actúan en un mismo territorio delimitado, normalmente una gran ciudad, reserva ambiental o una gran zona geográfica equivalente.

Banda de Caza: Un grupo más o menos permanente formado por Caapuã o Changelings de otras Naciones que adoptan las costumbres Caapuã, que perteneciendo a una misma Anama, deciden unirse en torno a intereses comunes por afinidad o necesidad. Un término análogo a Mezcolanza.

Boiaçu: La Culebra Grande, la mítica entidad creadora de los Caapuã, considerada la manifestación espiritual del gran río Amazonas, que se retiró a las profundidades del Fondo cuando la Banalidad se extendió por sus dominios y enseñó a los Caapuãs la Senda del Changeling.

Boiuna, El Pueblo: También conocidos como Sachamamas, son uno de los pueblos que forman la Nación Caapuã. Observadores perspicaces con rasgos reptilianos y capaces de convertirse en culebras constrictoras monstruosas, están relacionados con las leyendas amazónicas de la Culebra Grande.

Boraro, El Pueblo: Otro de los pueblos que forman la Nación Caapuã. Guerreros indómitos con un fuerte vínculo con la tierra, unidos a la leyenda indígena colombiana del mismo nombre.

Caapuã, La Nación: Los seres feéricos nativos de Brasil. La Nación Caapuã está formada por los Changelings de los Linajes Alicanto, Boiúna, Boraro, Caipora, Curupira, Karuana, Mapinguaria, Matinta y Uivara, incluyendo a los Sací, aunque los Sací han sido adoptados por la Nación Eborá y se identifican más con ella.

Caipora, El Pueblo: Otro de los pueblos que forman la Nación Caapuã. Criaturas con rasgos de animales que poseen un vínculo estrecho con la fauna sudamericana, asociados a la leyenda brasileña del mismo nombre.

Claros: Fuentes naturales de Glamour en torno a las cuales los Caapuãs suelen establecer sus Anamas.

Consejo Local: Los líderes locales de una Anama Caapuã, tradicionalmente formado por los tres individuos que han vivido durante más tiempo dentro de los límites de su territorio.

Curupira, El Pueblo: Otro de los pueblos que forman la Nación Caapuã. Seres con los pies invertidos hacia atrás, y con un aspecto muy peculiar, que disfrutan de un vínculo estrecho con la selva sudamericana y asociados a la leyenda brasileña del mismo nombre.

Destierro: Castigo máximo declarado por el Consejo de Ancianos de una Anama, que se corresponde al exilio irreversible de un miembro de la Anama por un crimen especialmente grave contra sus compañeros.

Día, Aspecto: Término Caapuã análogo a Luminoso para los Kithain u Ojo para los Eborás.

Eborá, La Nación: Los Changelings vinculados a las tradiciones afrobrasileñas. Entre los Caapuã, este término se suele utilizar para referirse a los miembros de Linaje africano, como los Biloko, Djedi, Exhu, Kuino, Oba, Obambo y Okubili. Los Sací, aunque tengan un origen vinculado a los pueblos indígenas nativos, abrazaron la cultura Eborá, y también suelen ser incluidos entre los Linajes de la Nación Eborá.

Ewarë: Los dominios ancestrales de Boaiçu, todo el territorio bañado por la cuenca del Amazonas, considerado territorio sagrado y ancestral por los Caapuãs.

Ewaeté: El legendario lugar de descanso de Boiaçu no Fundo, el lugar donde se encuentran el Ensueño de la Gente y el Ensueño de la Tierra, el lugar de nacimiento de todos los Caapuãs, Taiguaras y Umuanas. Vetado a ellos desde que Boiaçu dejó atrás la Superficie. El equivalente de los Caapuãs a la Arcadia de los Kithain.

E’yia: Término arcaico y forma para las Bandas de Caza Caapuã.

Fondo, El: Término genérico utilizado por los Caapuãs para referirse a las realidades más allá de la Superficie (Mundo del Otoño), abarca tanto el Ensueño y la Umbra, cuánto el Inframundo.

Galego: Término peyorativo utilizado para referirse a los miembros de la Nación Kithain.

Gran Anciana o Anciano: Título honorífico concedido a los miembros de un consejo local o del Gran Consejo de Ewarë.

Gran Consejo, El: El Consejo formado por los Ancianos Síocháin con el objetivo de liderar a los Changelings de todo el territorio de Ewarë.

Imperio del Crepúsculo, El: Los territorios al sur de Ewarë bajo el control de los Reinos Kithain.

Karuana, El Pueblo: Otro de los pueblos que forman la Nación Caapuã. Changelings pasionales y misteriosos que dominan los secretos del Fondo y encantan a los mortales, asociados a las leyendas ribereñas sobre el Boto y la Madre del Agua.

Línea de Agua: La barrera mística que separa la Superficie, el Mundo del Otoño, del Fondo, el Ensueño y los demás dominios del más allá.

Kithain, La Nación: Los Changelings de origen europe, como los miembros de los Linajes Boggan, Nocker, Pooka, Redcap, Sátiro, Sidhe de Arcadia o de Otoño, Sluagh y Troll. Irónicamente, desde la perspectiva de los Caapuã, los Gallain de origen europeo, como los Clurichauns, Ghille dhu, Korred, Tritones, Morganed, Piskies, Selkies, etc., también son considerados como miembros de esta Nación.

Mapinguari, El Pueblo: Otro de los pueblos que forman la Nación Caapuda, guerreros de aspecto monstruoso que encarnan el poder destructivo de la naturaleza, asociados a la leyenda indígena del mismo nombre.

Matinta, El Pueblo: También llamados Lloronas, son otro de los pueblos que formna la Nación Caapuã, criaturas lúgubres y misteriosas, temidas y conocidas por su vínculo con la muerte y las Tierras sin Suenõs, asociados a los mitos latinoamericanos de las Matintas Pereiras y Lloronas.

Mirakamby: Término Caapuã análogo al Glamour o Axé.

Nanatüs: Término arcaico y formal para referirse a los Changelings Caapuã.

Noche, Aspecto: Término Caapuã análogo a Oscuro para los Kithain e Iku para los Eborá.

Panema, La Nación: Término análogo a Thallain. Considerados como hermanos por los Changelings Caapuã y protegidos por ellos, pudiendo formar parte de una Anama, aunque tradicionalmente tienen vedada la participación en los Consejos de Ancianos por ser considerados demasiado inestables.

Pariente: Término Caapuã utilizado siempre de forma respetuosa para referirse a otros Caapuã en general, o a miembros de la propia Anama de forma más específica.

Pueblo: Término Caapuã similar a Linaje para los Kithain o Ipin para los Eborá.

Ensueño de la Tierra, El: Término Caapuã utilizado para referirse a la parte del Fondo que corresponde al mundo de los espíritus, La Umbra.

Ensueño de la Gente, El: Término Caapuã utilizado para referirse a la parte del Fondo que corresponde al Ensueño.

Sací, El Pueblo: Un Linaje de origen nativo, formado por espíritus libres y bromistas, que eligieron unirse a la Nación Eborá y honrar las tradiciones afrobrasileñas.

Superficie, La: Término análogo al Mundo del Otoño.

Taiguara, La Nación: Criaturas feéricas que se niegan a vincularse a la Superficie (Mundo del Otoño), de forma definitiva, como los Umuanas o Changelings. Están exiliados en el Fondo, y sólo pueden visitar ocasionalmente la Superficie, casi siempre poseyendo cuerpos mortales. Los Caapuã los tratan con respeto o desconfianza y casi nunca forman parte de ninguna Anama. Término análogo a los Adhene.

Tierras sin Sueños, Las: Término Caapuã utilizado para referirse a la parte del Fondo que corresponde al Inframundo, el hogar de fantasmas y espectros.

Uivara, El Pueblo: También conocidos simplemente como Encantados, otro de los pueblos que forman la Nación Caapuã, criaturas pacíficas y alegres, que se divierten interactuandoc on los mortales y suelen servir como emisarios o diplomáticos de los Caapuã, evitando conflictos a toda costa. Asociados a las leyendas ribereñas sudamericanas.

Umuana, La Nación: Criaturas feéricas, que hace edades incotnables decidieron hacerse presentes en el Mundo del Otoño uniéndose a objetos inanimados en lugar de recurrir a la Senda del Changeling. Son tratados con gran respeto por los Caapuã, por ser casi siempre y de forma literal, parte del territorio reivindicado por una Anama. Término Caapuã análogo a Inanimae.

Estructura social y política en Ewarë

Símbolos de los Caapuãs para las Seis Naciones de las Tierras de los Sueños.

Familia, familia,

Abuela, abuela, sobrina

Familia, familia

Come junta todo el día

Nunca pierde esa manía

Pero enferma el nene

Busca una farmacia de guardia

El lloro del nene es estridente

Así no se puede ver la televisión.”

-Antonio Bellotto y Arnaldo Antunes, “Familia.”

Ewarë es un lugar explosivo donde la tensión de las guerras recientes todavía se puede sentir en el aire y la dura jerarquía de las cortes Kithain es sustituida por el caos latente de las diversas Naciones y Pueblos de Gallain de origen nativo y africano, apare de Plebeyos Kithain disidentes, cansados de las Cortes, y que han sido capaces de ganarse la confianza de los Changelings locales y adoptar su modo de vida.

Thallain exóticos y misteriosos también son comunes por aquí donde encuentran refugio y se multiplican en las sombras de las regiones más salvajes de esta zona lejana de los territorios sudamericanos. Licántropos y cambiaformas diversos luchan entre sí y contra sus enemigos. Los vampiros procuran ocultarse. Poderosos magos humanos evocan sus exóticas hechicerías sobre quienes se aventuran en el interior de la selva. Y otros muchos conflictos todavía estallan entre los propios Caapuda, entre quienes aceptan la autoridad del Gran Consejo de Ewarë y quienes rechazan hasta este frágil equilibrio de poder. La comunidad Changeling de Ewarë es un tapiz multicolor formado por una impresionante diversidad de Naciones, Pueblos, Anamas y Bandas de Caza.

Tres grandes Naciones son reconocidas en este terrtorio: la Nación Caapuã, formada por Pueblos Changeling cuyo origen se remonta hasta los sueños de los pueblos nativos (Boiunas, Caiporas, Curupiras, Karuanas y Mapinguaris), o por lo menos se encuentra fuertemente influenciada por ellos (Alicatos, Boraros, Uivaras y Matintas), además de otras criaturas feéricas nativas como Panemas, Taiguaras y Umuanas; la Nación Eborá, formada por Pueblos Changeling originarios de los sueños de los pueblos traídos de África para ser esclavizados en Brasil (Biloko, Djedi, Eshu, Kuino, Oba, Obambo y Okubili); y la Nación Kithain, también conocida por los Caapuã como Nación Caraíba, Warazus o simplemente como Pariwat (extranjeros), formada por los Linajes Kithain y otras criaturas feéricas de raíces europeas.

Alguien que sea aceptado como parte de la comunidad Caapuã, normalmente será admitido de forma ritual como miembro por parte de una determinada Anama, pasando a ser reconocido como un Pariente, al margen de su origen, sea Caapuã, Eborá o incluso, en los casos más raros, un Kithain.

Cualquier Caapuã o Eborá es considerado un Pariente dentro de los límites de Ewarë, y posee todas las prerrogativas de esa condición, estando bajo la protección del Consejo de Ancianos local, en primer lugar, y en casos extremos, bajo la protección del Gran Consejo de Ewarë, la obvia excepción a estas reglas son los miembros de esta nación que voluntariamente aceptan integrarse en las Cortes Kithain, en especialmente quienes aceptan poseer Título de Nobleza o vínculos con las Casas Nobles de los Kithain. Por lo general estos Changelings nativos son considerados traidores a su pueblo, siendo en ocasiones tratados con más desconfianza que los propios Kithain, y casi siempre tratados con todo el desprecio que merecen, en virtud de los rencores que quedan de la guerra.

Las Anamas

La estructura básica tradicional de la sociedad Caapuã son las Anamas, o Familias, formadas por la comunidad Changeling de una determinada región geográfica siempre en torno a un Claro u otro que propocionan el Mirakamby (Glamour) necesario para la supervivencia de la Estirpe.

Originalmente estas regiones geográficas solían estar delimitadas por límites naturales muy amplios, como “la selva entre el río Guamá y el río Maguari.” Sin embargo, en la actualidad lo más habitual es que los propios Caapuãs se remitan a municipios, conjuntos de municipios, o incluso reservas indígenas o ambientales para delimitar las fronteras de los territorios reclamados por una Anama.

Curiosamente, los Panemas (Thallain) que se instalan dentro del territorio de una Anama suelen ser tolerados e incluso aceptados como Parientes, y por lo tanto miembros de la Anama, mientras no amenacen la integridad de los Claros de su territorio ni de los integrantes de la Anama, siendo habitual que sean tratados como una especie de “perros guardianes” con potencial para mantener fuera las presencias indeseadas, aunque nunca jamás sean considerados dignos de ocupar asientos en los Consejos de Ancianos, sin importar lo antigua que sea su presencia en la zona.

Esta actitud suele ser fuente de conflicto entre Kithain y Caapuã, pues los primeros acusan a los segundos de asociarse con criaturas esencialmente malignas y los segundos argumentan que los Thallain también son parte del Ensueño, y por lo tanto, dignos de existir como todos los demás.

Los Umuanas (Inanimae nativos) habitualmente son admitidos como miembros fromales de las Anamas Caapuãs, aunque su presencia en el Mundo del Otoño resulta cada vez más rara, y nos infrecuente que estas criaturas ocupen una posición destacada en los Consejos de Ancianos locales.

Sin embargo, es muy raro que un Taiguara (Adhene nativo) acepte formar parte o sea admitido como miembro de cualquier Anama, pues al final no suelen pasar el tiempo suficiente en el Mundo del Otoño y mucho menos vincular a un lugar específico del mismo.

Una Anama incluye también a las Quimeras y espíritus que se manifiestan en el reflejo de sus territorios, y si por una parte no respetar a una de estas criaturas puede colocar a un Changeling incauto en apuros, por otro estas alianzas proporcionan poderosos aliados para las Anamas Changeling en tiempos difíciles.

Los miembros de una misma Anama se encuentran ligados, por encima de todo, por lazos de respeto, afinidad, necesidad de supervivencia y defensa de los Claros de su territorio, o por una intrincada telaraña de favores, deudas y solidaridad, más o menos como una Corte Kithain. Sin embargo, normalmente carecen de toda la rígida jerarquía, títulos, protocolos e hipocresía. Lo que no significa que no existan rivalidades e intrigas entre los miembros de una misma Anama.

Aunque estos conflictos casi siempre existan, se espera que los miembros de una Anama se ayuden mutuamente en casos de verdadera necesidad y sean capaces de colocar los intereses de la comunidad por encima de cualquier interés particular. Las disputas más serias son mediadas por el Consejo de Ancianos local, que también es responsable de las grandes decisiones que afectan a toda la Anama, como el castigo de los infractores de las tradiciones locales, que pueden variar bastante de una Anama a otra.

En un pasado no tan lejano, las disputas territoriales e incluso las guerras entre Anamas diferentes eran bastante comunes y terminaron incluso con la destrucción de Claros e innumerables Changelings nativos. Aunque estos conflictos han disminuido significativamente desde la creación del Gran Consejo de Ewarë, algunas rivalidades todavía persisten.

El Consejo de Ancianos

Cada Anama está gobernada por un Consejo de Ancianos locales, tradicionalmente formado por lo menos por tres de los miembros más veteranos de la Anama en cuestión, al margen de la Nación o el Pueblo al que pertenezcan. Las Anamas mayores suelen tener un número mayor de Ancianos en su consejo, pero por sentido común, el número total siempre es impar, pues, aunque sus decisiones se tomen tradicionalmente por consenso, en situaciones extremas las votaciones pueden realizarse con la discordancia entre Ancianos.

En conjunto, no hay elección, se sigue el criterio de la experiencia, teniendo en cuenta el tiempo que un Changeling en cuestión permanece activo dentro de los límites de un territorio determinado y no la edad aparente de su semblante mortal, de su aspecto feérico o cualquier otro criterio.

Los espíritus locales, aliados de la Anama en cuestión, siempre son consultados para dar testimonio de los Changeling más experimentados y vinculados a un territorio específico, legitimando los poderes de los Ancianos del Consejo. La manifestación de esos espíritus sobre este tema tradicionalmente no se puede cuestionar.

Aparte de eso, sólo los actos muy graves, como atentar contra la existencia de miembros del Anama (Changeling o espíritus), contra la integridad de sus territorios o la salud de sus Claros, son susceptibles del más grave de los castigos: el Destierro, cuando el miembro de la Anama pasa a ser considerado un proscrito y es expulsado de su territorio, perdiendo acceso a su fuente de Mirakamby.

Por otra parte, nada impide que cualquier Changeling individual o Banda de Caza se marche del territorio de su Anama original, en busca de otro territorio o para unirse a otra Anama, lo que no es infrecuente entre Caapuã despreocupados. Aún así, si no pasan formalmente por el ritual del Destierro, los Caapuã que parten voluntariamente siempre serán bienvenidos y suelen ser recibidos con los brazos abiertos por los miembros de su Anama.

Normalmente, el conocimiento sobre la cultura Caapuã y la palabra de un Caapuã reconocido por la comunidad local, y dispuesto a apoyar la reivindicación de un forastero, son suficientes para que incluso un Kithain sea aceptado como parte de una Anama, y por lo tanto, como parte de la comunidad de Ewarë. El hecho de que el Caapuã que apoye la buena fe del forastero inevitablemente compartirá su destino en caso de infracción contra la comunidad local, suele ser suficiente para que ese acto no se tome a la ligera.

Cualquier Caapuã o Eborá que salga de la Crisálida dentro del territorio reivindicado por una determinada Anama, pasa a ser considerado parte de ella de forma automática. Una vez aceptado por una Anama, y mientras no sea castigado formalmetne con el Destierro, un Changeling permanecerá vinculado a esa Anama durante toda su vida, aunque termine marchándose y sea adoptado por otra Anama en otro lugar de Ewarë.

Las Bandas de Caza

Cada Anama suele estar formada por grupos todavía menores, pero mucho más unidos y dinámicos, conocidos como Bandas de Caza o E’yia em nheengatu, más o menos como las cuadrillas Kithain, que suelen atraer a Changeling que salieron de la Crisálida en un período próximo y que han decidido permanecer unidos toda la vida, o por Changeling que aceptan reunirse por un tiempo determinado y con una finalidad concreta.

Estas E’yias o “Bandas de Caza” no suelen estar formadas de más de seis o siete miembros, y todo lo que los mantiene unidos son los lazos de afinidad y amistad por el tiempo que permanezcan juntos. Changelings especialmente inestables pueden permanecer a varias Bandas de Caza diferentes a lo largo de su carrera.

Las rivalidades entre Bandas de Caza que permanezcan a una misma Anama no son desconocidos. Aunque eso pueda causar muchos dolores de cabeza a los Ancianos locales, mientras las rivalidades se puedan dejar de lado en nombre de los intereses comunes de la Anama, suelen encararse con naturalidad.

El Gran Consejo de Ewarë

Durante la larga guerra entre las incontables Anamas de Ewarë y los Reinos del Imperio del Crepúsculo, la Nación Caapuã y sus aliados de la Nación Eborá organizaron el Gran Consejo de Ewarë, una nueva instancia de autoridad, por encima de los tradicionales Consejos de Ancianos locales.

Este Gran Consejo reclama autoridad sobre todo el territorio de Ewarë, que abarca la mayor parte de los territorios de los estados del norte de Brasil, excepto el sur de Pará y el estado de Tocatins, aunque se extiende hasta el norte del Maranhao y, a partir de Rondonia, por el extremo oeste del Mato Grosso.

El Gran Consejo de Ewarë reúne a los Ancianos más sabios de los Pueblos Caipora, Curupira, Karuana y Mapinguari, además de una representan de la Nación Eborá. Actualmente está formado por cinco Síocháin: El Mestre Pedro, un vaquero contemplativo Marajoara del Pueblo Caipora, siempre montado en su legendario búfalo blanco; Xiburé Mendes, una astuta Curupira de Acre; Bartira, una altiva Karuana de la región del Río Negro, en el Amazonas; Ubiratã, un tozudo quilombola de comportamiento tranquilo del Bajo Amazonas, que pertenece al Pueblo Mapinguari; y Dona Jesuína de Dambirá, la sabia Gran Anciana de los Eborá de Sao Luis, en el Maranhao.

El Gran Consejo de Ewarë se reúne en secreto, por lo menos dos veces al año, durante el cambio de estación de húmeda a seca del Gran Río. Recientemente fue capaz de firmar la paz con el Imperio del Crepúsculo.

Los términos del Acuerdo son básicamente: las ciudades serán el refugio de los Kithain, que se comprometen a no invadir las selvas, respetar las tradiciones Caapuã y ayudar contra cualquier enemigo que ataque a esas mismas naciones y su territorio. A cambio, los Pueblos Caapuã y sus aliados Eborá, permitirán el “movimiento”, pero nada de asentamientos de los Kithain por la selva, prestándoles igualmente ayuda en caso de necesidad, y respetarán las ciudades ya reclamadas como territorios Kithain.

Esta política de colaboración ha funcionado hasta el momento con la mediación del Capitán Marcelus de la Capitanía del Río Negro, un noble Sidhe muy conocido en toda Ewarë por su alianza con las Ikamiabas, una orden ancestral de guerreras Caapuã.

Los Pueblos Caapuã

“En el río Tiete vive mi verdadera

Soy caipira, vivo en la selva urbana

Un caipora que nació en la ciudades

Un curupira de corbata y zapatos

Sin nombre y sin dinero

Pero soy un brasileño.”

-Nilson Chaves, “Mirando Belén.”

Los Changelings nativos de Brasil reconocen por lo menos nueve pueblos Caapuã dentro de los límites de Ewarë, cuatro de ellos forman la base política de la alianza que permitió la creación de este territorio libre de la autoridad imperial. Además de eso, los Eborá, originarios de los sueños de los negros africanos traídos a la fuerza a Brasil, suelen ser considerados hermanos por estos Pueblos nativos.

Entre los nueve grandes Pueblos Caapuã existen cinco, que por falta de interés o capacidad, no fueron capaces de reivindicar un asiento en el Gran Consejo de Ewarë. Individualmente sus miembros pueden aceptar la autoridad del Gran Consejo, o simplemente ignorarlo. Hablemos un poco de ellos:

| ALICANTO | BORARO | BOIÚNA | CAIPORA | CURUPIRA |

| KARUANA | MAPINGUARI | MATINTA | UIARA |

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Ewarë, el Reino “Encantado” de la Amazonía.

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